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Una Fuga tridimensional

Madrid. 30/04/2021. Teatro Monumental. Wolfgang Amadeus Mozart, Réquiem en Re menor K 626. Carmen Solís, soprano. Nancy Fabiola Herrera, mezzosoprano. José Luis Sola, tenor. Riccardo Zanellato. Orquesta y Coro de la RTVE. Pablo González, director musical.

Por desgracia, en los últimos tiempos se ha convertido en una práctica común el hecho de cambiar la programación de un día para otro. A veces por falta de tiempo de preparación, otra por casos de coronavirus entre los músicos y otras muchas por las dificultades técnicas que plantean las obras. En la mayor parte de ocasiones, las restricciones que seguimos padeciendo tras más de un año de convivencia con el covid-19 dificultan enormemente la posibilidad de realizar obras de gran calibre, por lo que la música sinfónica cada día se ve más afectada. Las reducciones de las plantillas orquestales siguen siendo una pesadilla en el día a día de los directores de orquesta, que deben intentar que un conjunto instrumental suene completo con apenas la mitad de sus músicos.

Tras la imposibilidad de interpretar el Réquiem de Verdi debido a las medidas sanitarias, la Orquesta y Coro de la RTVE, junto con su director Pablo González, decidieron cambiar la propuesta inicial por la misa de difuntos de Mozart. A pesar del cambio, un gran cúmulo de infortunios acecharon a la Orquesta y Coro de la RTVE. La extrema reducción de plantilla, la falta de tiempo de preparación o la extraña colocación de los músicos (los metales se situaron en los extremos del entresuelo) propiciaron que la interpretación no resultase muy acertada. Sin embargo, los 12 integrantes del coro trataron de sonar como si fueran una agrupación coral completa, y sin duda que en algunos momentos lo consiguieron.

El concierto dio comienzo con un tímido y frágil Introito, en el que predominó la monotonía. Fue un inicio falto de carácter en el que los contrastes y planos sonoros dejaron mucho que desear. Tuvo cierta gracia la disposición de los metales en diferentes espacios del auditorio, puesto que el Kyrie Eleison dio la sensación de promover una fuga tridimensional. Fue en este segundo movimiento donde, tanto la orquesta como el coro, empezaron a coger confianza y el carácter dramático de la obra mozartiana comenzó a sentirse en las butacas del Monumental. Importante desequilibrio sonoro hubo en el Dies Irae, donde el coro, muy crecido y convencido de su protagonismo, dejaba a la orquesta en segundo plano.

Interesante primera intervención del bajo Riccardo Zanellato en el Tuba mirum, donde dejó relucir una voz cálida, potente y oscura con bellos matices en los graves. A este le relevó José Luis Solá, un tenor de gran potencia vocal, con limitaciones en el registro agudo, mostrándose, no obstante, como una voz idónea para este tipo de repertorio. Tanto la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera como la soprano Carmen Solís desempeñaron intervenciones bellísimas, delicadas y llenas de dramatismo. A pesar de que estas dos cantantes son grandes especialistas en el repertorio lírico, adaptaron sus recursos al estilo vocal que requiere una misa de difuntos. Un potente y deciso coro destacó en el Rex tremendae, acompañado por una orquesta que seguía pagando los estragos que están causando las medidas sanitarias.

En el Recordare relució un equilibrado y polifónico cuarteto, esta vez con un menor carácter dramático y con algunos matices más heroicos. Tras un agitado y agresivo Confutatis llegó el esperado Lacrimosa, en el que tanto el coro como la orquesta estuvieron bien afinados y equilibrados. Los matices y el carácter dramático estuvo bien acertado, sin duda con la sutileza y la delicadeza que este número requiere.

Bien equilibrados e interpretados estuvieron tanto en Benedictus como el Agnus Dei. En el último número, Communio, retomamos material musical del Intorito  y del Kyrie, pero esta vez con una orquesta más equilibrada y concisa en sus decisiones. Mucha diferencia hubo, pues, entre los primeros números musicales y los últimos. A pesar de los desajustes producidos por las condiciones técnicas con las que contaba la orquesta, pudieron sacar adelante la obra con fuerza y valentía. Esperemos que estas limitaciones de programa se vayan reduciendo cada día más y podamos volver a retomar la vida musical con naturalidad, sin inconvenientes ni restricciones.

Foto: RRSS OCRTVE.