Velada en el Garaje
Madrid. 10/05/2024. ‘Los tres bajos’. Rubén Amoretti, Simon Orfila, Nicola Ulivieri. José Ramón Martín Diaz, piano.
Sorprende el nuevo espacio Garaje Lola ubicado en Madrid. En una zona nada habitual en cuanto a espectáculos operísticos o musicales se refiere, en el área de Valdeacederas, según llegas te pilla de sorpresa el cambio que está desarrollando el barrio, con dos grandes torres construidas hace muy poco. Al acceder a la calle Sorgo, donde está ubicado dicho garage, andas un poco perdido porque todavía cuesta imaginar que en esa zona exista un auditorio o algo parecido, pero relativamente escondido, y sin prácticamente nada de señalética, cartel, o indicación de que has llegado, aparece un callejón con una energía que te invita a entrar, allí comienza la experiencia Garaje Lola.
Accedes y te encuentras bonitas mesas con cervezas y aperitivos además de banderines y camareros ataviados con parpusas: son los días en que empieza San Isidro. Al fondo, estaba la entrada del espacio cultural, y se escuchaba el sonido lejano de un ensayo.
El preámbulo al concierto se desarrolla de lo más agradable, y me comenta una de las personas encargadas el peculiar concepto que allí se desarrolla, y que mezcla exposiciones de arte, musica y gastronomía. Me sorprende la cantidad de gente asistente, teniendo en cuenta la poca publicidad del evento, y ello hace constar la fidelidad del público a los espectadores de Garaje Lola.
Al entrar al espacio sorprende la calidez de la estancia. La buena disposición de las sillas y escenario, la decoración justa pero envolvente, los bellos cuadros colgados, y las plantas naturales, hacen que dentro uno se olvide del origen de la sala, y se sienta realmente cómodo.
Las performances operísticas y musicales que se desarrollan son variadas y sorprendentes, y en esta ocasión se proponía un homenaje al treinta aniversario de los tres tenores, aunque el espectáculo se llamaba “Los tres bajos”, con lo que se cambiaba el brillo de los agudos tenoriles por las profundidades de la voz masculina. Para ello se contó con tres estupendos cantantes: Rubén Amoretti, Simon Orfila, y Nicola Ulivieri que, bajo la resonante acústica del local, fueron cantando diversas arias de ópera, romanzas de zarzuela y canciones de musical americano, y mostrando las muchas virtudes canoras que poseen los tres, y sus estupendas y ricas voces.
De color mas cavernoso e Intensísimo de expresividad Amoretti; rotundo, lleno y efusivo Orfila; y mas claro de tinte Uliveri, y demostrando una sobresaliente dicción e intencionalidad. Los tres acabaron cantando juntos un popurrí que empezó con el Non più andrai de Le Nozze di Fígaro, y que llegó hasta el famosísimo Granada de Agustín Lara. Fue un ejercicio de potencia, y generosidad, dando todo cada cantante en cada una de sus intervenciones; hubo además conseguidas medias voces y bellas regulaciones del sonido muy de agradecer.
José Ramón Martín Díaz se encargó de la dirección musical, y acompañó desde el piano con presencia y gran profesionalidad.
Después de la hora de música con los bajos, había preparadas mesas redondas bellamente montadas para degustar una cena castiza por San Isidro, yo no pude quedar, la próxima, quizá. Y se anuncia, preparadas por Emiliano Suárez, un festival de tres óperas del 12 de junio al 7 de agosto en Madrid. Rigoletto, Lucia di lammermoor, y La boheme en el Teatro Marquina, estaremos atentos.
