Caserio Euskalduna 

Lo de siempre

21/08/2017. Bilbao. Palacio Euskalduna. Jesús Guridi: El caserio. Hevila Cardeña (soprano), Gerardo Bullón (barítono), Alicia Montesquiu (soprano), Juan Carlos Barona (tenor cómico), Julio Morales (tenor), Rafael Álvarez de Luna (actor), Grupo de Danza Elai Alai, Orquesta y Coro Líricos de Bilbao. Dirección de escena: Humberto Fernández. Dirección musical: Tulio Gagliardo.

Como ya es, por suerte, tradición Bilbao ha dejado dentro de su programación festiva un hueco para la zarzuela en forma de tres funciones en el enorme Palacio Euskalduna, siendo este año el título elegido El caserío, de Jesús Guridi. Es decir, que como –casi- siempre Bilbao se acuerda de la zarzuela en fiestas y como siempre el título elegido es uno excesivamente trillado.

Pareciera que Jesús Guridi solo escribió una zarzuela; como parece que Pablo Sorozabal solo escribió tres o que además de las citadas apenas existen La verbena de la paloma, La Gran Vía, Marina, La corte de faraón y tres o cuatro más mientras, como siempre, cientos y cientos de títulos zarzuelísticos siguen durmiendo el sueño de los justos y parece que por muchos años.

A esta añádese que la organización decidió mantener al público en vilo sobre el nombre de los artistas presentes porque no se dignaron en entregar ni una mísera cuartilla con los datos más elementales. Así, había que recurrir a un panfleto general sobre la Semana Grande donde en unas pocas líneas se apuntaban algunos nombres sin especificar el personaje que encarnaba cada uno. Sinceramente, de una racanería incomprensible.

Que la zarzuela esté presente en las fiestas ha de ser motivo de alegría; que se opte por el Palacio Euskalduna tiene su lógica porque elegido un título muy popular va a entrar mucha más gente que en escenarios alternativos, ya el Teatro Arriaga ya el Campos Elíseos. Pero el Euskalduna tiene el gran inconveniente, al mismo tiempo, que sus dimensiones piden voces grandes y bien proyectadas para que se llene de sonido todo el gran recinto. Y aquí surgieron los problemas con esta zarzuela.

Las partes dialogadas se amplificaron y, a pesar de todo, era realmente complicado seguir en muchos momentos las conversaciones de los personajes, especialmente si al mismo tiempo se oía la orquesta o varios personajes hablaban al mismo tiempo. Hubo momentos importantes que pasaron desapercibidos, como todos los comentarios de los vecinos en el momento de anunciar Shanti su próxima boda.

En lo que al canto se refiere y dentro de una tono general gris cabe destacar las intenciones de Julio Morales que hizo un Joshe Miguel bastante interesante; el inicio de su romanza "Yo no se qué veo en Ana Mari" en delicado piano fue lo más bonito de la noche. Luego la zona aguda suena pelín forzada y estrangulada, transmitiéndose poca seguridad pero fraseo e intención de matizar interesantes enseñó el tenor santanderino.

La soprano toledana Hevila Cardeña tiene carencias en la zona sobreaguda -limó las notas más peliagudas de su intervención del acto III- aunque en términos generales supo dar consistencia al personaje en base a un centro interesante aunque algo escaso de volumen para este recinto. Gerardo Bullón tiene todas las notas del Shanti aunque a su voz le falte el color necesario para dotar al personaje de autoridad y señorío. De todas formas, y a pesar de todo su alcalde fue aceptable y bien recibido por el público.

Los personajes cómicos fueron encarnados por un brillante Juan Carlos Barona como Txomin, más cantado que interpretado, lo que es de agradecer y Alicia Montesquiu en una Inocencia más que solvente. Sus padres fueron… pues no lo sé porque no he podido conocer sus nombres y, en mi ignorancia, no les conozco personalmente. La Eustasia tan bien de actriz como irrelevante en sus cortas intervenciones canoras mientras que el Manu fue suficiente. Genial como siempre el actor Rafael Álvarez de Luna en este caso en el papel de secretario municipal.

La orquesta estuvo dirigida por Tullio Gagliardo que se las vio y se las deseó para concertar todo aquello. Notorios desajustes con el coro y bastantes problemas de coordinación con el tenor que le obligaron a hacer un trabajo extra. Por lo demás suficientes la Orquesta y el Coro Líricos de Bilbao. Muy bien el grupo de dantzaris Elai Alai en su larga actuación del acto II.

La puesta en escena tan simple como eficaz: la fachada del caserío en el acto I, una arquería bastante extraña para el segundo y el interior de Sasibill para el acto final. Nada más. Todo el fondo abierto y así se dificulta la llegada de las voces. El público casi llenaba el auditorio y, como siempre, la edad media era muy alta, con presencia femenina muy notoria. Lo del público y la zarzuela da para un libro: ayer, con el comienzo del Pello Joshepe solo faltó que el director se diera la vuelta a dirigir a mis convecinos. Insoportable. Otro aspecto menor es que se informó de que a las 22:00 horas finalizaría la función para luego terminar a las 22:30. Siendo la tercera y última de las programadas, ¿no se puede atinar un poquito más?