Boheme Sabadell A.Bofill 

Magnífica coordiación

Sabadell. 01/05/2019. Teatre de la Faràndula. Puccini: La bohème. Maite Alberola, Enrique Ferrer, Maria Miró, Enric Martínez Castignani, Pablo López, Gerard Farreras, Dalmau González, Juan Ignacio Guzmán, Pau Camero, Xavier Casademont. Coro “Amics de l’Òpera de Sabadell”. Orquestra Simfònica del Vallès. Dir. de escena: Carles Ortiz. Dir. musical: Daniel M.Gil de Tejada.

Desde hace unos cuantos años, las producciones de los Amics de l’Òpera de Sabadell han ido creciendo en calidad y coherencia escénica y musical hasta un nivel realmente formidable, con el añadido interés de que sus creaciones se reparten por varias ciudades de Cataluña que de otro modo no tendrían creaciones operísticas “in situ” y tendrían que depender de lo que antes era su único contacto con la ópera, las funciones del Gran Teatre del Liceu. Sin dejar de tener este recurso, ahora se les ofrecen óperas espléndidamente montadas, con equipos vocales juveniles de gran competencia, voces jóvenes que muchas veces pasarán después a otros teatros de España o del extranjero e iniciarán venturosas carreras de notable relieve. 

Todo esto puede aplicarse a las producciones de este año, y si salimos convencidísimos de L´elisir d’amore del pasado invierno, hoy también  podemos felicitar a los responsables, bajo la égida de la magnífica Mirna Lacambra, que lleva casi treinta y siete años al frente del timón de la Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell que ha generado este fenómeno operístico que no tiene parangón en ciudades de las dimensiones de Sabadell. 

Hay que subrayar, en primer lugar, la presencia de una cantante de la hermosa voz y presencia física de la soprano valenciana Maite Alberola, una Mimì poco tuberculosa, en verdad, pero que supo dar a este personaje multiforme creado por el sentido dramático de Puccini con tanta calidad que la función giró especialmente en torno de su figura. Desde su primera aria “Mi chiamano Mimì” hasta su “muerte escénica” del último acto, todo en Maite Alberola fue creatividad artística y capacidad de transmitir emoción a los espectadores, que la premiaron con repetidas ovaciones.  Una “Bohème” con una Mimì de este calibre ya eera de por sí algo fuera de serie, pero tal como suele aconteceer actualmente en Sabadell, todo el equipo que la rodeaba tuvo también un nivel ejemplar. 

Enrique Ferrer, que ya ha cantado varios roles en La Faràndula fue un Rodolfo creíble que cantó con eficacia y convencimiento, secundado por el Marcello más “divertido” de Enric Martínez Castignani; ambos pudieron lucirse en el pequeño dúo del cuarto acto después de un buen trayecto escénico en toda la función. Pablo López fue un Schaunard que supo dar relieve intenso a este peresonaje que suele quedar en la trastienda cosa que supo evitar con astucia, y Gerard Farreras lució una excelente vozcomo Colline, aunque, curiosamente, su aria “Vecchia zimarra” fue la única pieza individual que no fue aplaudida aparte.

Un personaje de lujo fue el creado por el veterano Dalmau González, como Benoît y Alcindoro  magníficamente servidos por su reconocida experiencia teatral. Y, como dicen los ingleses, “last, but not least”, la Musetta sobresaliente, pícara y graciosa de Maria Miró, que se movió con todo el garbo que corresponde al caprichoso peresonaje, cuya pieza de entrada recibió también un fuerte aplauso.  El coro tuvo una presencia importante  en ese segundo acto tan complejo como endiablado, y la Orquestra Simfònica del Vallès, que se está haciendo notar cada vez más en la vida musical catalana, obtuvo un rendimiento rayano en la perfección bajo la atenta e inspirada batuta del maestro Gil de Tejada.

La producción de Carles Ortiz ya estrenada hace pocos años, conserva su gracia escénica mezclando el ambiente de un Moulin Rouge pasado por un ambiente de Mannhathan con toques coreográficos de music hall, todo ello en contraste con la tragedia cotidiana de unos bohemios muy humanos y cercanos creando empatía con el público. Hábil trabajo de luces por la veteranía de Nani Valls y efectiva y atractiva escenografia de Jordi Galobart. El público salió  complacidísimo de la experiencia, como sucederá sin duda en las otras  nueeve funciones que tendrán lugar durante el mes de mayo, incluyendo una novedad: su actuación en el Palau de la Música Catalana, el sábado 18 de mayo. Imperdible Bohème.