Luisa Fernanda Sasibill Donostia19

Una buena costumbre

Donostia. 13/09/2019. Teatro Victoria Eugenia. Federico Moreno Torroba: Luisa Fernanda. Miren Urbieta-Vega (Luisa Fernanda), Haizea Muñoz (Duquesa Carolina), Manuel de Diego (Javier), Alberto Arrabal (Vidal), Amelia Font (doña Mariana) y otros. Orquesta Sinfónica y Coro Sasibill. Dirección musical.: Arkaitz Mendoza. Dirección escénica: Koldo Torres.

La donostiarra Asociación Lírica Sasibill ha cumplido veinte años y en conmemoración de tal aniversario ha decidido programar Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba. Este aniversario parece indicar, además, que se ha iniciado un cambio en el rumbo de la organización pues parece existir la voluntad de dar un impulso y rejuvenecimiento a la misma entre algunos de los responsables.

En la capital guipuzcoana hay un público fiel a la zarzuela; de edad avanzada y, aparentemente, con escaso relevo pero fiel. Y consecuencia de ello el coqueto Victoria Eugenia presentaba una entrada como pocas veces, lo que es de agradecer. Eso sí, gran parte de este público sigue mostrando actitudes poco adecuadas durante la representación: aplausos inoportunos (es ver caer el telón y se aplaude suene lo que suene), tarareos impertinentes (lo de ¡Ay, mi morena! fue de traca), comentarios interminables,… Un servidor está próximo a tirar la toalla vista la reiterada actitud de estos fieles, que lo son tanto a la zarzuela como a la actitud descrita.

La Asociación Lírica Sasibill presentó un reparto muy interesante, conjugando cantantes de la tierra con otros que casi podemos considerar “adoptados”, tantas son las veces que nos acompañan. Y acompañando a este sólido reparto, unos grupos estables que más allá de algunos fallos puntuales, muestran la seguridad suficiente para servir al público donostiarra funciones de altos vuelos. En este sentido, ímproba la labor de Arkaitz Mendoza con la batuta, atento a cada detalle, cantando y respirando con los cantantes y sacando de más de un entuerto al coro, sobre todo en el acto tercero. Éste último sonaría más compacto si pudiera disponer de algunas pocas voces más pero acertó en lo fundamental aunque en la escena de los vareadores hubo algún descuadre.

Entre los solistas vocales conviene mencionar por encima de todas las voces la de Miren Urbieta-Vega, soprano lanzada ya en su carrera internacional y que nos mostró una protagonista muy bien construida. Su imprecación en el momento del intento de linchamiento de Javier fue de una sonoridad apabullante y la romanza final Cállate, corazón fue de una expresividad convincente. El mencionado Javier fue el cantabro Manuel de Diego, de agudo firme y voz suficiente. Su personaje es de gran credibilidad y aunque la voz tiende a perder algo de color arriba tuvo el arrojo y calidad suficientes. 

También el barítono Alberto Arrabal nos ofreció un personaje de gran empaque. Arrabal es habitual en estas tierras y ya habíamos disfrutado de su Vidal en Irun (junio de 2017) y de nuevo enseñó esa voz de centro hermoso y franja aguda con tendencia a la nasalidad. La voz corre muy bien y la planta es espectacular. Un peldaño por debajo la duquesa Carolina de Haizea Muñoz, de voz más que adecuada pero con problemas en su primera intervención, el dúo Caballero de alto plumero, donde mostró una afinación más que sospechosa. Mejor en el siguiente acto.

Altísimo el nivel de los personajes secundarios donde todos brillaron a gran altura. La Mariana de Amelia Font es de manual, el saboyano de Iker Casares, es la expresión del buen gusto. Rafael Álvarez de Luna nos enseñó un Anibal de comicidad desbordante además de ayudar al coro en algún aprieto, Paula Iragorri, una Rosita muy acertada y dignos de aplauso los dos actores, el histriónico Ángel Walter (Florito) y, sobre todo, Ekaitz Gonzalez de Urretxu, un señor que además de actuar muy bien canta sin que el colectivo lo acuse. Muy bien también el resto del largo reparto. El Grupo de Danzas Virgen de Guadalupe, del Centro Extremeño donostiarra, tuvo una actuación bastante pobre.

Durante muchos años las zarzuelas de Sasibill han sido escénicamente dirigidas por Josean García y con este titulo ha aparecido un nuevo nombre, Koldo Torres. La propuesta, sin embargo, se parece en exceso a la de siempre, con un atrezzo limitado y una iluminación convencional.

Un servidor ya propuso en su momento la conveniencia de dar un paso adelante en la organización de la zarzuela en Donostia. La planificación a año vista y en forma de temporada permitiría fidelizar a través de abonos o formas similares un público que hoy en día recibe las propuestas musicales a golpe de rueda de prensa.