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#LunesDePiano Mayo - Junio 2020

Lunes 29 de junio. Isaac Albéniz: Navarra, por Alicia de Larrocha.

Llegó a decir Albéniz, genio simpar, que Navarra le sonaba "populachera". No terminó de escribirla al sobrevenirle la muerte, pero lo que dejó compuesto, (y que finiquitaron otras firmas como Sévérac o Pahissa) suena de nuevo a su magnífico pianismo, muy en sintonía con el alma interior de su Iberia. Aquí, a ritmo de jota, escuchamos una manos que también han resultado únicas, imprescindibles en el pianismo del siglo XX: las de Alicia de Larrocha. ¡Feliz escucha!

Lunes 22 de junio. Friedrich Kalkbrenner: Introducción, variaciones y final sobre el aria favorita de "Il pirata" de Bellini, op.98, por Paula Ríos.

Un tanto de piano... y un poco de ópera, en una época en la que las trancripción de la lírica para piano estaban a la orden del día. Instalado en París, de gran influencia en otros compositores como Chopin, Friedrich Kalkbrenner coincidió en la ciudad de la luz con el joven Vincenzo Bellini. De la unión de la melodía belliniana (a través de Il pirata y el aria final de su protagonista Gualtiero) y el virtuosísmo técnico e improvistario al piano, que tan de moda estaba en aquella época, surge esta pieza que, como otras muchas, permitieron a la alta sociedad francesa seguir disfrutando de la ópera (y los actos sociales) desde el teatro a los salones de sus casas. ¡Feliz escucha!

Lunes 15 de junio. Piotr I. Tchaikovsky: Concierto para piano nº1, op. 23, por Arcadi Volodos, Seiji Ozawa y la Berliner Philharmoniker.

"Cursi, vulgar, trivial, caótico..." el Concierto para piano nº1 de Tchaikovsky no empezó con muy buen pie... y sin embargo, ahora es una de las grandes obras para piano más queridas del repertorio. "¡No cambiaré ni una sola nota! ¡Lo publicaré tal cual está ahora!" respondió el compositor a las críticas de su buen amigo Rubinstein. Gracias a su determinación, el amor implosiona cada vez que esta maravillosa es tocada. Un grandilocuente arranque, con uno de los temas más conocidos de la hostira de la música, un delicado segundo movimiento y un tercero que arde de amor. La mejor demostración de nervio tchaikovskiano en el culmen de su máximo virtuosismo y expresión. ¡Feliz escucha!

Lunes 08 de junio. Claude Debussy: La cathédrale engloutie, por Maurizio Pollini.

¿Puede suspenderse el sonido bajo el agua... y quien escucha con él? Escuchando La cathédral engloutie (La catedral sumergida) de Debussy, la respuesta es: sí. Perteneciente a su primer Cuaderno de Preludios y compuesta en 1910, la catedral hundida bajo las olas del mar responde a un antiguo mito bretón frente a la Isla de Ys. Desde ella, en los días claros, pueden vislumbrarse sus fachadas, al fondo del agua. También se oye su órgano, con irisaciones de los colores que este despide y, al mismo tiempo, recibe del sol. Los cantos de los monjes y las campanas también están presentes... ¡Feliz escucha!

Lunes 01 de junio. Narcís Casanoves: Sonatas para teclado, por Eduard Fontbona.

Narcís Casanoves, monje benedictino nacido en Sabadell en 1747, fue un organista y compositor del conocido como Estilo galante que impregnó a sus composiciones para teclado de una hábil y ágil escritura para ambas manos, de gran expresividad y, a menudo, un punto juguetón. Sus partituras superan la cincuentena, de la que hoy os ofrecemos tres preciosos ejemplos en manos del pianista catalán Eduard Fontona: Su Sonata nº1 en la mayor, Sonata nº2 en la mayor y Sonata nº5 en fa mayor. Dialogante la Primera, burlesca e hilarante la Segunda, de cantabile narrativa; preponderante la mano derecha en la Quinta... Son pequeños sorbos de agua fresca en el estilo galante y brillante, precursoras del Clasicismo de Mozart y sus contemporáneos. ¡Feliz escucha!

Lunes 25 de mayo. Robert Schumann: Kreisleriana, por Martha Argerich.

No podíamos inaugurar de mejor forma nuestra nueva sección para los lunes que con una grande del piano como Martha Argerich. Y además con una de sus mejores interpretaciones: la Kreisleriana de Robert Schumann. Compuesta en abril de 1838, respira el pianismo más romántico en cada uno de sus compases. Dedicada a Chopin y con una intensa carga dramática, que Schumann imaginaba desde los textos de E.T.A. Hoffmann (el titulo proviene de su personaje autobiográfico Johannes Kreisler) a su amada Clara Wieck ("hay amor salvaje, tu vida, la mía... y cómo eres"), se compone de ocho piezas en las que el compositor presenta su visión de la vida desde sus dos alter egos: Florestan y Eusebius. Apasionado y reflexivo. El presonaje de Kreisler terminaría falleciendo al perder la locura... Schumann en un sanatorio tras intentar suicidarse, saltando desde un puente.