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Miércoles de cámara: Mayo - Junio 2020

Miércoles 24 de junio. Béla Bartók: Sonata para violín solo, por Yehudi Menuhin.

Dedicada al grandísimo Yehudi Menuhin, quien la estrenó en el Nueva York de 1944 y a quien se la escuchamos aquí, la Sonata para violín solo es una de las obras que marcaron la última etapa compositiva de Béla Bartók, en aquel frío exilio estadounidense y mientras luchaba ya contra la leucemia. De compleja ejecución para los violinistas no muy virtuosos: "temía que fuese demasiado larga... imagine, un solo de violín de veinte minutos", declaró el compositor. La obra arranca con movimiento que sigue el estilo de una chacona, de evocadora fuerza bachiana, al igual que la fuga que le sigue, pero todo ello embebido del característico folklore húngaro que Bartók respiraba. Hacia el final y ante el dominio de Menuhin, al solista se le concede cierta libertad, que el violinista utilizó para interpretar a través de semitonos, en vez de con intervalos de cuartos de tono. ¡Feliz escucha!

Miércoles 17 de junio. Maurice Ravel: Trío para piano, por André Previn, Gary Hoffmann y Julie Rosenfeld.

Volver a la música de cámara una década después y tras haber escuchado el estreno de La consagración de la primavera, de Stravinsky. Ravel no estaba del todo convencido, teniendo la idea de dedicarse mejor a una nueva partitura concertística para el piano. Tras aquella "revolución primaveral", el Trío encontró su razón de ser final como alegato contra los horrores del hombre, tras declarar Alemania la guerra a Francia. Colorido (vasco, como él mismo afirmaba), evasión y reflexión ante el dolor, exotismo (el segundo movimiento bebe de la poesía malaya a través de los escritores galos) y reconversión de la tradición (escuchen esa passacaglia tan libre)... un Ravel maduro en todo su esplendor. ¡Feliz escucha! 

Miércoles 10 de junio. Camille Saint-Saëns: Soirée en mer, por Veronika Kincses y Anikó Péter Szabó.

Un poco de Lied para este miércoles, de ese que nos serena, como un mar en calma, por el que viajaremos gracias a Camille Saint-Saëns. Compuesta en 1862 y con el poema homónimo de Victor Hugo como inspiración, Soirée en mer no es una de las canciones más conocidas del repertorio francés (programada por la soprano Renée Fleming en sus recitales más recientes), pero es una pequeña y delicada joya que se balancea sobre las olas del mar, como bien escuchamos en el piano a ritmo de barcarola. Sencilla, sin demasiadas complejidades armónicas, la voz nos narra una historia, una aventura romántica. ¡Feliz escucha!

Miércoles 03 de junio. Enrique Granados: Quinteto para piano, op.49, por el Cuarteto Quiroga y Javier Perianes.

Para este miércoles nos sumergimos en una pieza bastante desconocida del repertorio de cámara español en general y de Enrique Granados en concreto: su Quinteto para piano en sol menor, op.49, que el Cuarteto Quiroga y Javier Perianes desgranan de forma magistral. Compuesta en 1894, esta obra supuso el reconocimiento a nivel nacional de un "compositor a la moderna", tal y como recogieron las crónicas de la época. De entre sus tres movimientos: Allegro, Allegretto quasi andantino y Largo - Molto presto, llaman poderosamente la atención las páginas centrales, de corte casi celta y un cantabile exquisito y elegante tanto en el piano como en el cuarteto, de elevada suspensión y, al mismo tiempo, instrospección.

Miércoles 27 de mayo. Ludwig van Beethoven: Trío para piano, op.97 "Archiduque", por el Beaux Arts Trio.

Comenzamos nuestros Miércoles de cámara con una de las obras quizá más conocidas del repertorio: el Trío para piano, op.97 de Ludwig van Beethoven. Estrenada un 11 de abril de 1814 (aunque compuesta unos años antes, entre 1810 y 1811), es conocido por el nombre de "Archiduque" al estar dedicada al Archiduque Rudolph de Austria, hijo del Emperador Leopold II, patrón y amigo del compositor.

Años más tarde, Beethoven escribiría una carta al Archiduque con unas líneas significativas: "En el arte, como en el conjunto de nuestra gran creación, la libertad y el progreso son las metas principales". Parte de esa libertad, del progreso, de su sublime arte, podemos escucharlo, por supuesto, también aquí. Fue esta, por cierto, la última obra que el compositor interpretó en público, ante el imparable avance de su sordera.