Lise Davidsen: "Lo esencial está en las emociones"

Escuchar a Lise Davidsen en directo es disfrutar de un tipo de voz sobrehumana, de esas que parecían habitar exclusivamente en fantasía de la nostalgia lírica. Colecciona premios y premieres en los mejores teatros del mundo y los calificativos a sus actuaciones gravitan inevitablemente la órbita de lo superlativo, mientras que en nuestra conversación no hay rastro de divismo. La sencillez y naturalidad preside un dialogo en el que uno pude llegar a olvidar que está delante de la que, para muchos, es la voz más importante de las últimas décadas, especialmente en el siempre desprovisto territorio de las sopranos dramáticas., Ahora, presenta un nuevo disco navideño, de la mano de su discográfica, DECCA Classics.

Mi primera pregunta es sobre su nuevo álbum, un álbum de Navidad. Francamente, para mí ha sido bastante inesperado. ¿Cuál ha sido la razón para hacerlo?

Bueno, creo que ha sido inesperado para mucha gente. Para mí es todo lo contrario, porque es algo que he querido hacer desde que empecé a cantar. Empecé a cantar con música navideña en la iglesia. Había una obra de teatro de Navidad cada año, donde todos los niños de nuestra comunidad podían unirse. Y no había que ser bueno. Todo el mundo podía formar parte de él si quería. Y yo me uní a los cuatro años. Y cuando crecí, pude cantar uno de los solos. Y ese fue un momento muy importante para mí. He seguido haciéndolo hasta 2017, cuando canté “Oh, Holy Night” en mi iglesia local, en Nochebuena.

Ha sido una parte importante de mi historia musical. No desde el punto de vista del entrenamiento vocal, pero sí desde el aspecto emocional, y adoro la manera en la que la música de Navidad comunica, cómo construye puentes entre diferentes géneros. Para alguien que no escuche mucha ópera durante el año, una buena canción de Navidad con los coros de ángeles cantando puede acercarle a la música clásica, eso me encanta. Así que le propuse a Decca que si podía hacer un álbum de Navidad y ellos dijeron que sí.

En este álbum, y también en algunos de sus recitales, hay un gran componente de la música de Noruega. ¿Cree usted que los cantantes deben ser embajadores culturales de su país?

En mi caso creo que tiene sentido. Quedó claro con el álbum de Grieg, que es lo más que pude hacer como embajadora de sus piezas. Y también intento incluirlos siempre en mis recitales. En el caso del álbum de Navidad he intentado traer además piezas populares porque funcionaban bien con la orquesta, como piezas de clásica. Pero yo no creo que los cantantes tengamos que ser embajadores, a no ser que el repertorio se adapte a tu voz. Si eres de un país donde tu música local no se adapta a tu voz, yo no lo haría.

Por cierto, enhorabuena por su más reciente premio. Ha sido usted elegida cantante del año por Musical América. Son incontables los reconocimientos que ha recibido desde el principio de su no tan larga carrera. ¿Cómo maneja usted tan extraordinaria cantidad de reconocimientos?

A veces es abrumador y siempre es una sorpresa. Me digo, ¿de todos los cantantes del mundo, me han elegido a mí? Pienso en si se han asegurado de contar con todos los demás. Procuro ser humilde al respecto y espero hacerle justicia. Pero luego viene el siguiente trabajo y para esto no puedes apoyarte en los premios, aunque sea una inyección de energía. Sí puedes hacerlo en la experiencia, eso para mí es lo más importante.

¿Detecto algo del síndrome de la impostora, incluso en alguien como usted?

(Ríe) Siempre temo el día en que me digan que no soy lo suficientemente buena. Que todo esto no es verdad. Y soy afortunada de poder trabajar en lugares tan increíbles, en momentos difíciles para la industria... algo que hace aumentar mi temor.

Su biografía musical aparece inevitablemente asociada al concurso Operalia, ¿es realmente tan importante este momento en su carrera?

Sí lo fue, pero también lo fue la competición Queen Sonja. Gané estas dos competiciones en menos de dos meses y ambas eran muy importantes en términos de jurado. En ambos jurados había un montón de teatros representados. Quiero pensar que podría haber llegado donde estoy ahora a largo plazo, pero hacerlo a tal velocidad hubiera sido imposible sin estos premios. Fue como cambiar de marcha de repente.

Para mí, una de las muchas características notables de su voz es su potencia. Me pregunto si esto es sencillamente un don natural o también puede entrenarse.

En mi caso, definitivamente ha sido entrenado. Cuando empecé mi carrera como mezzosoprano con música barroca, cuando empecé a trabajar con mi maestra, ella me señaló que mi cuerpo no estaba conectado a mi voz. Me dijo que estaba cantando en una voz demasiado cómoda. Para los que no canten, podría compararse con estar hablando dentro de una habitación silenciosa o hacerlo en un bar lleno de gente y proyectar para que la persona al extremo opuesto de la mesa te escuche. Entonces tienes que hablar con tu cuerpo entero.

Debo decirle que incluso hoy, cuando se le escucha cantar, se la ve muy cómoda, como si tuviera siempre fuerzas por encima de la demanda del papel.

Claro que hay límites y si la audiencia no los ve... bueno, esto es una parte importante de cantar ópera. Incluso las mejores Brunildas del mundo, cuando acaban de cantar, aunque suenen extraordinarias, es una carrera de fondo y pueden romperse. Pero también en un recital de Lied, al final, no puedes salir y volverlo a hacer de nuevo. Si la audiencia percibe que lo que soy capaz de darle está dentro de mi rango de capacidades, no es casualidad, está cuidadosamente planificado.

Menciona Brunilda y entonces la pregunta es inevitable, ¿ya hay una fecha en el calendario para que la cante?

Creo que nos estamos acercando poco a poco a tener un plan, pero no, para tener una fecha falta todavía mucho.

Y hablando de papeles específicos, ¿cuál es el que ha encontrado más difícil de interpretar?

Esto cambia tanto... El último Don Carlo que he hecho sido difícil porque era mi primer encuentro en el escenario con Verdi. Ha sido un reto hacer a Elisabetta. Más que cantarlo, meterme en el papel. Encontrar los colores y el timbre adecuado en mi voz. La Mariscala fue difícil porque presenta muchos retos emocionales. Tan sólo en el primer acto, empiezas tan feliz y luego acabas en el extremo contrario. Pero desde el punto de vista técnico, creo que Crisótemis fue complicado porque estaba en la frontera entre el canto y el grito. Esa intensidad es musicalmente muy complicada, y más intentando asegurar no perder nunca la técnica.

Y, ¿ese papel que sueña con interpretar sea hoy posible o no?

Durante mucho tiempo, ese papel ha sido el de la Mariscala. Fue algo realmente grande para mí. Y ahora diría que es Tosca. Seguramente no soy la Tosca habitual, la que la gente espera, pero creo que puedo ofrecer algo muy diferente a ese papel.

Hubo debate acerca de su adecuación al rol de la Mariscala, normalmente es un papel que se canta por cantantes en el ocaso de su carrera, aunque el libreto señala que el personaje tiene... creo que 34 años.

¡32 años!

Tenemos lo que dice el libreto y, por otra parte, la tradición de cantantes que lo han interpretado. ¿Cómo maneja usted las expectativas?

No quiero que suene como si no me importara… pero en realidad no me importó, en el sentido de si tenía la edad adecuada. Porque para mí no tiene que ver con si tengo 60 años o 12 años. Creo que en cualquier papel que hagas, lo esencial está en las emociones, y estas son emociones que no tienes que haber vivido como artista necesariamente. ¿Quién podría entonces cantar Tosca? No vamos por ahí matándonos, suicidándonos por celos y amor. Se trata de lograr una representación emocional extrema de lo que sentimos, y eso es exactamente lo que pasa con la Mariscala. Se trata de tener una relación de pareja, no ser vista, y enamorarse para ser vista. Esto se transforma en amor y luego en algo más complicado. Se trata de ser infiel. Y no se puede decir a nadie que es demasiado joven para ser infiel. Y luego de cómo ella toma el control dándose cuenta de que lo que hace no es correcto y dejando ir a su amante joven. Y eso simplemente es algo cargado de una profunda humanidad, sin ninguna relación con la edad.

Creo que es el personaje de todo el repertorio que mejor expresa la generosidad humana.

Estoy completamente de acuerdo. Si hay alguien que me gustaría ser, sería ella. Darse cuenta en el momento de su error, no dos años más tarde, y hacer lo que es justo inmediatamente. Todos deberíamos intentar ser un poco así.

Parece que, a la hora de preparar un papel, casi le importa más la parte dramática que la vocal. ¿Quizá porque esta última le resulta más fácil?

Considero que cantar es mi entrenamiento diario. Es parte de mi rutina. Sin embargo, cuando me preparo un personaje en particular, encuentro que la parte dramática es muy útil. Si tengo las emociones adecuadas, me ayuda enormemente en la parte vocal. E incluso, cantamos en tantos lenguajes, ahora mismo en Chicago, estoy cantando en checo y, por supuesto, no puedo acordarme de cada palabra traducida. Pero si me acuerdo de las emociones, eso me ayuda enormemente. Pero es que me pasa incluso en mi propio idioma noruego.

Recientemente tuve la oportunidad de escucharla en el ciclo del Teatro de la Zarzuela de Madrid, una de nuestras joyas musicales de la ciudad. Parecía cómoda también en este complicado género, especialmente en Schubert.

Llevo haciendo recitales mucho tiempo, me encanta hacerlos, en primer lugar, porque puedo trabajar con James (Baillieu), que es un gran amigo. Él ha hecho probablemente todo el repertorio, pero para mí era una buena manera de ampliarlo. Todo el mundo conoce estas canciones. Y debo decir que me encantó estar en el Teatro de la Zarzuela. No sé qué pasa con el público español, pero es siempre tan cálido. Lo comentamos cada vez que vamos a su país. Y es increíble que tanta gente venga a unos recitales de autores como Grieg que en principio deberían serles bastante ajenos. Y es un público dedicado y presente, y esto me da mucha esperanza. La industria está en un momento difícil y en el género del Lied es incluso más difícil vender entradas. Esto dice mucho acerca de la audiencia.

Cambiando de tercio, ¿cuál es la música que escucha cuando no está ensayando, fuera de la clásica?

Cuando no estoy entrenando, sobre todo, escucho voz, podcast. De cualquier cosa, desde noticias a cotilleos. También procuro escuchar podcasts en noruego para meter algo de mi propia lengua en mi cerebro. Y si estoy haciendo ejercicio, la verdad es que cualquier cosa, es bastante aleatorio. Dejo que Spotify haga el trabajo por mí.

Y si miramos al futuro, en el largo plazo, tras una larga carrera como cantante, ¿cómo le gustaría ser recordada?

Espero que mis colegas me recuerden como una compañera amable y generosa. Y espero ser recordada como alguien que lo dio todo en escena. Un poco como Waltraud Meier. La he visto en su actuación final. Para mí ha sido una inspiración enorme sobre el escenario. Nunca ha ahorrado ningún esfuerzo por su arte. Eso es lo que admiro.