2024 02 21 DanielPinteñonanigutierrez 06 1 1© Nani Gutierrez.

Daniel Pinteño: "¿Imagina tener un Velázquez en un almacén? Pues esa es mi sensación con el patrimonio musical escénico de nuestros siglos XVII y XVIII"

El violinista y fundador de la agrupación historicista Concero 1700 vuelve a la carga con un nuevo y sugestivo trabajo discográfico: Back to follia!. En esta ocasión, acompañado por Pablo Zapico, Ismael Campanero y Pere Olivé, presentan una serie de danzas de los siglos XVII y XVIII. De ello hablamos con Daniel Pinteño, así como de su próxima participación en el CNDM, recuperando la ópera Las amazonas de España, de Giaocmo Facco.

No ha pasado mucho tiempo desde su anterior disco, Amorosi accenti, cuando nos presenta Back to Follia. Si no me equivoco, son ya siete trabajos discográficos en ¿cinco años? ¿Qué tienen los discos que parece sentir devoción por ellos?

Exacto, en apenas seis meses hemos sacados dos títulos: Amorosi Accenti y Back to Follia!. Como bien dices este último álbum será nuestro séptimo lanzamiento. Un disco en muchos casos es una declaración de intenciones sobre la manera que cada músico entiende su ámbito de acción musical. Además, un álbum nos posiciona y nos permite dar a conocer nuestro trabajo en el mundo entero gracias a las plataformas que todos usamos a diario. Al disco físico lo llevan dando por muerto desde hace años, pero creo que nunca se han publicado tantos CD como a día de hoy. Entiendo que el formato y tipo de consumo ha cambiado decantándose mucho más por el streaming, pero siempre existirá ese fetichismo por el disco físico.

¿De dónde surge la idea para Back to Follia? ¿Y cómo se ha grabado?

La idea primigenia de este programa surge de algo que me rondaba la cabeza allá por 2019. Me apetecía explorar la música de los ambientes más populares de esa España de los siglos XVII y XVIII. Quería transportarme a una taberna, por ejemplo, de la calle Toledo en Madrid a finales del siglo XVII y sentarme a escuchar lo que allí pasaba. De hecho, el concepto inicial del programa tenía previsto explorar el camino vocal a través de canciones y melodías de su momento, enfocadas desde el punto de vista de una vocalidad menos académica a la que estamos acostumbrados. Sin embargo, conforme fui adentrándome en el repertorio las danzas se hicieron un hueco en el proyecto y me sentí atraído por el encanto de las chaconas, los zarambeques, las folías que retumbaban por las calles de nuestro país.

Partiendo del principio de íncipit musical en el que solamente tenemos un patrón armónico de una decena de compases, hemos construido a través de herramientas musicales como la improvisación, la ornamentación y la variación todo el repertorio que compone Back to Follia!.

El disco muestra como imagen un collage. Por curiosidad, ¿las imágenes escogidas reflejan de alguna manera el contenido? ¿Se ha querido mostrar algo con ello?

Sí, como todos los que no siguen ya sabrán, estoy encima de todas las fases de producción de cada uno de nuestros lanzamientos discográficos. El diseño siempre ha sido para nosotros una parte esencial. Un disco tiene que ser atractivo también en sus artes gráficas y creo que, hasta ahora, siempre lo hemos conseguido. No hay disco en el que no nos hayan dicho, antes de escucharlo, que el diseño es muy bonito. Eso es un gran halago en un mundo donde hay tanta oferta discográfica. Si de primeras conseguimos atraer la atención del potencial oyente con nuestros diseños, ya tenemos bastante más opciones de que pueda escuchar el disco.

En lo referente al diseño de Back to Follia!, al tratarse de un repertorio en cierto modo alocado, el diseño tenía que acompañar esa línea argumental que rige el proyecto en el que no dejamos descansar a nadie en ningún momento. Las danzas y las canciones se suceden arrastrando al oyente en todo momento hacia un espacio de disfrute y alegría. Toda esta locura ha sido posible gracias a que hemos metido en esta coctelera musical un sinfín de elementos musicales, por esta razón la técnica del collage parecía la más idónea para representar este maravilloso viaje musical.

En la presentación del álbum, por otro lado, usted defiende la importancia histórica de las canciones y bailes populares del XVII y XVIII, que mencionaba anteriormente. ¿Dónde radica exactamente esa importancia y qué influencia han tenido en músicas posteriores?

La importancia, fundamentalmente, radica en el momento que fueron compuestas, aunque muchas de esas danzas pasaron al acerbo popular español. Hay decenas de zarzuelas donde podemos encontrar insertadas danzas del Barroco. Hace unos meses hicimos un programa precioso en el Palacio de Liria, donde explorábamos precisamente este tipo de conexiones barrocas con las zarzuelas de finales del XIX y principios del XX, y donde no era raro encontrar gavotas, fandangos, pavanas, etc.
Pero si nos centramos en las músicas que hemos incluido en este disco, creo que son capaces de conectar con el público actual. Es un disco que creo puede ayudar a ensanchar la base de público de los conciertos de música clásica. He recibido mensajes de personas que tenían muchos reparos en escuchar música clásica y que me han asegurado que a un concierto con este programa sí que vendrían. Quizá la importancia en la actualidad de este repertorio radique precisamente en eso, en ser capaz de atraer a nuevos públicos.

Y de hecho, habla también de rozar el crossover en el mismo. ¿Qué influencias actuales impregnan o han introducido en estos temas?

Como digo en el texto inicial del libreto: este disco sobrepasa intencionadamente lo que conocemos como Música Antigua. Partiendo de esa base hemos querido aportar un poco de nuestro bagaje musical. Somos músicos del siglo XXI tocando música del XVII. Tenemos que tener en cuenta que todas estas músicas eran viajeras. Músicas que en muchos casos provenían de América o incluso de África y que, en ese viaje hasta llegar a nuestro continente se fueron enriqueciendo. Nosotros hemos querido que en muchos momentos haya otra dirección en la que viajar. En este caso realizando un trayecto entre siglos, pero manteniendo siempre la esencia fundamental de su época. El disco está cargado de influencias no sólo actuales, como las que provienen de corrientes más jazz o latin, sino que además también exploramos la hibridación con elementos dentro de la propia tradición de la música clásica. Por ejemplo, si uno escucha con atención se puede encontrar en mitad de una Recercada de Diego Ortiz con breves destellos de Mozart, Bach, Monteverdi o Cabezón…

Al mismo tiempo, habla de improvisación. ¿Esta requiere de mucha o de ninguna libertad en realidad?

La improvisación requiere de libertad, pero también necesita de algún anclaje al que aferrarse. En el fondo, la música “danzable” barroca se asemeja en muchos casos a lo que conocemos como standards del jazz. Nosotros teníamos siempre estipulada una estructura armónica, que puede ser la de folía, chacona o cualquier otra danza y cuantas veces se repetiría ese patrón. Una vez establecida la base lo que hacemos es improvisar, ornamentar o introducir variaciones o glosas.
Esto que suena muy actual es algo francamente común en la práctica musical del siglo XVII. Gracias a la musicóloga Ana Lombardía descubrí el Manuscrito de Salamanca (ca. 1659) del cual bebe gran parte del disco y en el cual podemos encontrar en “tablatura” de violín, el íncipit de algunas de las canciones y danzas más populares de su momento. Apenas un mero boceto de ocho o diez compases sobre los que ese violinista y las personas que le rodeaban, creaban al vuelo la pieza. Casi lo mismo que nosotros hemos hecho en este disco…

Por poner un ejemplo práctico. En el disco interpretan los conocidos Canarios de Gaspar Sanz. ¿Cómo han ido erigiendo, construyendo su versión?

Pues si nos centramos en los canarios, veremos que no solamente tocamos los Canarios de Gaspar Sanz, sino que adicionalmente insertamos a mitad lo que podríamos definir como unos Canarios franceses de Paul de la Pierre. Durante todo el disco queríamos también mostrar como la música española traspasaba fronteras y esta danza es un claro ejemplo de ello. Obviamente cada nación adaptaba las danzas a su gusto particular. Dicho esto, la obra original de Gaspar Sanz está escrita para guitarra con un sinfín de variaciones sobre un patrón armónico sencillo, así que hemos tenido que repartir el trabajo. Fundamentalmente el violín se encarga de la melodía, la guitarra trabaja la faceta armónica, mientras que el contrabajo y la percusión nos aportan un toque eminentemente rítmico. Para los amantes de la guitarra barroca hemos querido dejar al menos un par de variaciones a solas con la guitarra para que los enamorados de este instrumento tan nuestro lo puedan disfrutar en todo su esplendor.

Más allá del disco, no me resisto a que podamos comentar Las amazonas de España, ópera que presentará dentro de poco en el CNDM. ¿Qué vamos a escuchar?

Va a ser un proyecto precioso. Los que vengan al Auditorio Nacional de Música el próximo 21 de abril se van a encontrar con una obra cargada de amor, guerra y celos, pero, sobre todo, de una música de una calidad superlativa, que en ocasiones nos recuerda a Haendel y en otras a Vivaldi por citar algunos de los autores más conocidos cuya música todos podemos tener en mente. Giacomo Facco fue un violinista veneciano que tras instalarse en España alrededor de 1720, disfruta de unos años de esplendor en los que destacan entre otros títulos precisamente Las amazonas de España.

Además de la estupenda música, contamos con un maravilloso elenco vocal con cantantes como María Espada, Giulia Semenzato, Lucía Martín Cartón, Natalie Pérez, Manon Chauvin o Belén Vaquero. A ellas sumaremos Concerto 1700 en formato orquestal teniendo sobre escena casi a una treintena de músicos. Sin duda va a ser un momento para el que llevo trabajando más de dos años y que será maravilloso. Este proyecto sigue la estela del trabajo realizado por el Festival de Música Antigua de Aranjuez, liderado por mi querido Javier Estrella, que allá por el año 2004 hizo un primer acercamiento a esta preciosa obra. Nosotros lo que haremos será seguir su estela e interpretar el manuscrito completo que ha llegado a nuestros días con la adición de alguna aria perteneciente a la ópera que se ha podido localizar en otros manuscritos de la época. Por otro lado, también se ha reconstruido alguna sección para que no se pierda ningún elemento de la trama del precioso libreto que escribió uno de nuestros mejores dramaturgos de todos los tiempos, José de Cañizares. Todo el trabajo musicológico detrás de este proyecto está sustentado por Antoni Pons y Raúl Angulo de la Asociación Ars Hispana que siempre es una garantía. Estoy muy feliz de trabajar con ellos en proyectos como este.

¿Cómo van a suplir o cómo van a trabajar al no contar con toda la maquinaria, todo el despliegue escénico que tuvo la obra en su estreno?

Obviamente no vamos a contar con el espacio escénico ideal para una representación de este tipo. Falta elementos como foso, tramoyas, etc. Eso no es obstáculo para que se vaya a perder un ápice de interés. Creo que hay un déficit de representación de obras de nuestro siglo XVIII en los teatros españoles. Necesitamos que se programen más porque hay joyas que merecen ser dadas a conocer. ¿Alguien imagina tener un Velázquez, un Goya o un Murillo guardado en un almacén? Pues esa es la sensación que tengo cuando hablamos del patrimonio musical escénico de nuestros siglos XVII y XVIII. Dicho esto, yo estoy especialmente agradecido al Centro Nacional de Difusión Musical por la apuesta decidida que han tenido al apoyar un proyecto como este.

En nuestro caso cuento con la ayuda de mi querido amigo el dramaturgo Ignacio García, para redactar unas breves intervenciones aclaratorias que serán interpretadas por un personaje que aparece fugazmente en el libreto original, la sacerdotisa Circe. Ella será encarnada por la actriz Carmen del Valle. Este personaje de Circe será testigo y a la vez nuestra particular guía a través de la trama. La idea es que nadie se pierda en esta maraña de tríos amorosos y vengativos que se suceden durante la ópera. Creo que es necesario que también le demos una vuelta a la manera de recuperar nuestro patrimonio escénico transitando sobre esa delgada línea entre el respeto a la obra y la comunión con un público actual.

¿Se debería apostar más, pues, por la creación barroca española en la programación de nuestro país? ¿Dar más por ofrecer las versiones en todo su esplendor? 

La respuesta es simple y llanamente: sí. Siempre que tengo una oportunidad como esta hago un llamamiento a los gestores de casas de ópera de España para decirles que se atrevan. Que cuando las cosas se hacen con el cariño, amor, respeto y dedicación que por ejemplo profesamos desde Concerto 1700, el éxito está garantizado. Mi teléfono y mi correo electrónico siempre estarán disponibles para hablar de proyectos.

Por regresar de forma circular al principio de la conversación. Torres. Literes. Brunetti. Castel. Scarlatti… No parece que le guste volver al lugar donde ha sido feliz, ¡en términos discográficos! ¿Tiene en mente o en manos ya un próximo nombre para una nueva grabación?

Siempre tengo algo en mente. Tengo dos o tres proyectos entre manos, pero como todos los lectores sabrán, grabar un disco es algo en lo que se invierte muchísimo tiempo y capital propio, por lo que es necesario pensar bien el siguiente paso antes de darlo ya que puede suponer un agujero insalvable para el bolsillo. Por lo pronto, vamos a disfrutar de estos dos maravillosos discos que acaban de ver la luz y que sinceramente creo sacian el interés de cualquier tipo de oyente y en el futuro ya veremos. El mensaje para todos los que nos siguen y apoyan es que estén tranquilos que hay Concerto 1700 para rato.

¿Por qué da la sensación de que en el Barroco siempre hay más donde elegir? O más libertad a la hora de explorar, decidir, interpretar…

No sé si hay más donde elegir. Lo que sí observo es que los músicos que lideramos formaciones barrocas en España estamos más abiertos “a priori” a explorar, a innovar que otros sectores de la clásica. Supongo que tiene que ver con la inquietud, la necesidad y obviamente con el tipo de estructuras que conformamos el sector de la música antigua. Es algo sobre lo que deben reflexionar en profundidad gestores y programadores.