Daniel Ligorio02cRicardo Rios

Daniel Ligorio: "El piano de Granados busca siempre la belleza"

Coincidiendo con el centenario del fallecimiento de Enrique Granados, el pianista Daniel Ligorio publica su nuevo álbum en Warner Classics dedicado a la figura del compositor leridano. Un álbum donde da buena muestra de las piezas quizá menos conocidas del leridano, a través de lecturas de retórica sincera, directa y efusiva. Es el Granados más vivo que se ha escuchado en mucho tiempo, y de él, de su manera de entenderlo y del legado del compositor hablamos con el artista barcelonés.

¿Cómo es su relación con el piano de Granados?

Enrique Granados es un compositor que cualquier estudiante mantiene siempre en su repertorio y con el que se mantiene en contacto durante toda su carrera. Personalmente, quizá la primera pieza que comencé a trabajar de Granados fueron las Escenas románticas, hace ya casi 20 años, en los que no he dejado de tocarla y acompañándome durante todo este tiempo, por lo que las tengo un gran cariño. Dentro del repertorio escogido para este nuevo disco están también los Valses poéticos y el Allegro de concierto. Los Valses son una obra que llevo desde hace bastante tiempo en mi repertorio, que he ido madurando desde hace muchos años. Hace tiempo, cuando vi que se acercaba el centenario de Granados, decidí junto a Warner Classics abordar su obra para una grabación y este es el momento en el que nos encontramos, homenajeándole en el centenario de su muerte.

¿Por qué con estas piezas y por qué no con las Goyescas, quizá lo más representativo de su catálogo?

Entre otras cosas porque evidentemente las Goyescas están más que grabadas y no encontraba mucho sentido el volver a grabarlas. Yo me encuentro muy cómodo en este repertorio, que creo se merece mayor presencia en los escenarios y al que merece la pena dedicar un monográfico discográfico, que la gente conozca estas obras, que tienen una calidad compositiva altísima.

¿Hay algún motivo en especial para escoger estas Danzas y no otras?

Obviamente, todas las Danzas españolas ocupan un disco entero y quise hacer una selección representativa de todo el arte, del lenguaje que Granados depositó en estas piezas, dejando a su vez espacio para otras piezas suyas. Son desde luego también las que más me atraen, con las que me siento más cómodo, como le comentaba.

En general, ¿cómo ve el piano de Granados?

A diferencia de Falla, de Albéniz o Turina, el pianismo de Granados es más post-romántico que nacionalista, mucho más influenciado por figuras como las de Robert Schumann o Frederic Chopin. A su vez nunca pierde el sabor mediterráneo, de su luz, ni el folclore español. Se distancia un poco yo creo pues de las formas de Falla o Albéniz al no ahondar tanto en el folclore, en los ritmos andaluces y sí entrar en el postromanticismo europeo, sin perder de vista el don propio que tenía para la plasmación de la belleza a través de la luz mediterránea.

¿Y cómo diría usted que es su Granados?

A mí siempre me ha llamado mucho la atención la capacidad creativa melódica de Granados, la capacidad que tenía para generar en muy poquito espacio una gran belleza, ya no sólo en las melodías sino también en las armonías, en los acompañamientos… Granados es un compositor que en cuatro notas es capaz de generar un gran efecto sensitivo, por lo que siempre intento sacar el máximo rendimiento posible a este don suyo, a la búsqueda de la belleza que él emprende continuamente en cada composición suya, que no es si no su gran característica y cualidad.

Su anterior trabajo discográfico lo dedicó a Gershwin y su Rhapsody in Blue, obra y autor prácticamente coetáneos a Granados. ¿Puede apreciarse algún nexo en común entre ellos o es imposible?

Lo cierto es que son idiomas y lenguajes completamente diferentes. Sí puede verse que ambos murieron jóvenes, en el máximo esplendor de su carrera. Gershwin coge un poco la tradición y rítmica de la música popular de su país y la lleva a las grandes salas de conciertos, también clásica, no sólo de jazz, y en este aspecto Granados es un compositor que está muy influenciado por la música que se hacía en los cafés pero no de aquí, sino en los del París del siglo XIX, del romanticismo básicamente, y sin desprenderse de ella la evoluciona en sus formas y maneras.

¿Ve bien representado el piano español hoy en día por los pianistas españoles?

¡Fantásticamente bien! Cada vez hay más cantidad y mayor calidad de intérpretes y pianistas en España, lo cual es maravilloso. Lo digo sinceramente, en los últimos ochenta años ha habido una evolución exponencial muy grande en cuanto a la calidad de intérpretes y a su reconocimiento. No hay más que ver el interés que se despierta hoy en día entre los programadores de fuera en cuanto a los pianistas españoles.

¿Y sin embargo se le sigue pidiendo al pianista español que interprete sólo el repertorio español?

Bueno, puede ser en parte, pero yo no lo veo como algo negativo. Además no creo que hoy en día se le pida ni el propio intérprete prepare todo un programa dedicado a la música española, tal vez una segunda parte con Albéniz, Granados o Falla mientras en una primera parte puedes tocar Bach, Beethoven o Schubert, por qué no, siempre es muy interesante contrastar estilos y épocas.