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Palabras mayores

¿Por qué la música?. Wolff, Francis. El paseo editorial. Sevilla, 2021

Cuando uno tiene delante un libro de la categoría del que hoy reseño casi se siente un vértigo inconsciente. El vértigo de no poder abarcar ni mínimamente en estas líneas el contenido de este volumen que tiene ya un título que parece abarcarlo todo: ¿Por qué la música?. Pero una vez inmerso en la lectura, la mano de Francis Wolff te lleva por el intrincado mundo que quiere reproducir en su texto de manera que, aunque siempre hay algún recoveco que solo descubrirán los más avezados, al final tienes la grata sensación de que se te han aclarado muchos conceptos que no tenías claros e incluso que no te habías planteado. Y me apoyo en la breve, pero muy suculenta, introducción de Félix de Azúa para expresar lo que comentaba más arriba: “Es imposible resumir sus casi seiscientas páginas, de modo que me limito a darles una idea del supuesto primero y este es, naturalmente, una propuesta de definición. Wolff [...] comienza por la separación entre palabra y música en diez estadios, desde la inexistencia de música (por ejemplo, en una novela) hasta que solo hay música (por ejemplo en una sonata de Mozart). En medio quedan el recitativo (5), el coro sinfónico (7), y así sucesivamente por el ascenso hacia la pureza de la música en hasta diez escalones”.

No hay que olvidar que Wolff es uno de los más reconocidos filósofos de nuestro tiempo y su visión va a partir eminentemente de este campo. Y él mismo reconoce que el lector puede considerar algún pasaje del libro demasiado centrado en este campo que puede ser complicado comprender. Pero anima a ese lector a que pase por alto estas partes, que busque lo que le sea más asimilable y aprehensible de ese mundo tan vasto que es la música. Porque si hay algo hay que destacar de este libro es su decidido sentido humanista, defendiendo nuestro mundo cultural de la preponderancia actual de todo lo técnico. La ciencias y la tecnología deben mucho de sus avances a lo que podríamos llamar especialidades de “letras”, relegadas actualmente en el mundo académico.

Las cuatro partes en las que divide su trabajo nos dan pistas de esa intención de dar respuesta al título del libro. De hecho, ese enunciado encabeza la primera parte dedicada a analizar los sonidos, su ordenamiento  que dará lugar a la música, la intencionalidad de la producción de los sonidos o su causalidad. La segunda (De cómo nos afecta la música) aborda un tema muy interesante ante la reacción tanto física como mental del ser humano ante la música. En la música y el mundo (tercera parte) Wolff aborda principalmente la expresividad y la representación de la música como actividad humana. Finalmente en el cuarto y último capítulo aborda la relación fundamental entre la música y las demás artes que forman parte de los “ladrillos” que construyen la realidad de nuestro mundo.