requiem mozart libro acantilado 1

Una nueva perspectiva

El “Réquiem” de Mozart. Una historia cultural. Miguel Ángel Marín. Acantilado. Barcelona, 2024.

Una de las cosas en las que más incide Miguel Ángel Marín en el prólogo de su libro El “Réquiem” de Mozart, que acaba de editar Acantilado, es en las casi infinitas perspectivas con las que un aficionado, un músico o un estudioso se puede acercar a la más famosa de las obras del genio de Salzburgo. Marín se ha decantado por estudiar, principalmente, como repercutió esta misa de difuntos en la España del siglo XIX y el fenómeno musical que conllevó su llegada a nuestro país: los espacios interpretativos, los modos en que se interpretó y se escuchó la obra (sujeta a múltiples “adaptaciones” según las circunstancias de cada circunstancia en la que se presentó), y las fuentes musicales que van unidas a los distintos lugares donde el Réquiem se pudo escuchar. Pero antes, con buena lógica, y aunque lo anterior sea el núcleo del libro, hay que contextualizar todo lo referente a la propia obra: todo lo que rodeó su composición, los mitos y leyendas, desde el momento mismo de la muerte del compositor, que han surgido a su alrededor, más teniendo en cuenta que es una obra inacabada y cómo se difundió muy pronto y ampliamente por todo Occidente, siendo la composición señera de Mozart durante todo el siglo XIX y de indudable influencia tanto en el Romanticismo como en otros movimientos posteriores.

Una gran ventaja de este libro desde el punto de vista del lector es que se pueden leer sus partes o capítulos de forma independiente, siempre teniendo en cuenta las preferencias de cada uno. El mismo autor nos explica que hay capítulos pensados como guía de audición para los melómanos, otros tienen como empeño despertar el interés en el estudio del mundo musical como un bien cultural y social imprescindible en nuestro desarrollo como sociedad, y otros “más técnicos que analizan las fuentes musicales y desvelan su dimensión material y funcional”.

Todo el libro en sí es interesante pero hay partes que resultan llamativas y aportan conocimientos sobre el tema que despiertan la curiosidad y la sorpresa. Concretamente el tercero, titulado Honrar al difunto o deleite al oyente, en el que se hace un recorrido de las distintas interpretaciones del Réquiem (que aún siendo música religiosa desde muy temprano sonó en salas de concierto sin su sentido litúrgico) en la España del siglo XIX. Si durante todo el periodo se programó la obra en ceremonias conmemorativas y recordatorias de las víctimas de la Guerra de la Independencia o las guerras carlistas, funerales reales y en honras fúnebres de personajes relevantes o famosos, a partir de mediados de siglo el Réquiem mozartiano empezó también a escucharse en otros ámbitos y a modo de concierto, que es como ha perdurado finalmente hasta la actualidad. El trabajo de Martín en este campo es tremendamente minucioso y profundo, algo, que por otra parte, transmite en la lectura general.

Quiero terminar con unas palabras del propio Miguel Ángel Marín que explican plenamente lo que significó y significa el Réquiem de Mozart: “ La maestría mozartiana dibuja en las distintas secciones del Réquiem las etapas en la travesía del descanso eterno, un peregrinaje con una elocuente imaginación sonora, casi pictórica”. El análisis de este viaje y, sobre todo la historia de esta magna composición en nuestro país, es, junto a muchas más cosas, lo que encontrarán en un libro imprescindible ya en la historiografía en la relación de la obra de Mozart y España.