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UN ÁRBOL INTERESANTE Y MUCHAS RAMAS

Rossini y España. Fernando Fraga. Fórcola Ediciones. Madrid, 2018

Se celebra este mismo mes de noviembre de 2018 el 150 aniversario de la muerte de uno de los más importantes e influyentes compositores italianos de todos los tiempos y especialmente del siglo XIX: Gioachino Rossini. No es extraño que para conmemorar dicho aniversario surjan distintas publicaciones alrededor de su figura y su obra. En ese entorno se enmarca la publicación por parte de Fórcola Ediciones de esta pequeña monografía de Fernando Fraga sobre las relaciones del maestro de Pésaro con España. Unas relaciones que, por mucho que se intente en el libro considerar amplias, se circunscriben, a mi parecer, a relaciones personales con españoles, pero siempre moviéndose en el ámbito napolitano o, sobre todo, parisino. En esa búsqueda de relaciones rossinianas-hispánicas el autor a veces se enmaraña en disquisiciones que suelen ser curiosas, e incluso simpáticas, pero que no van más allá de la anécdota y que producen una sensación que casaría perfectamente con la expresión “irse por las ramas”. Pese a esto hay que agradecerle a Fraga su intenso trabajo documental especialmente en lo referente a su primera esposa, la española Isabel Colbran (una de las mejores mezzos de su tiempo y gran intérprete de la obra rossiniana) y a su banquero, amigo y confidente, el sevillano Luis María Aguado, que ocupan dos de los capítulos del ensayo.

Las relaciones de Rossini con los españoles se enmarcan en la turbulenta época posterior a la Guerra de la Independencia y la Restauración borbónica. Muchos de los liberales tuvieron que emigrar a la capital francesa, y ahí es donde las relaciones con el compositor se fraguan fundamentalmente. También es interesante el repaso de la temática española en la obra rossiniana, sobre todo con ese hito que es El barbero de Sevilla. Bien es verdad, y así creo que lo entiende también Fernando Fraga, que esa supuesta influencia española es más bien del tipo folclórico o exótico. España para muchos europeos del siglo XIX era un país oscuro y difícil, muy en la línea de las pinturas negras de Goya, con toque divertido y de guitarra y poco más. Es de justicia no olvidar que las élites de Madrid, Barcelona o Cádiz (importante centro lírico en aquel tiempo) estaban al tanto de lo que ocurría musicalmente en Europa, se estrenaban las óperas del italiano con celeridad e incluso en su visita a Madrid se le encargaría una de sus obras no escénicas más significativas, el Stabat Mater, por parte del Deán de la catedral de Lugo, Manuel Fernández Varela. Pero de ahí no pasa el influjo español en Rossini.

También es interesante el análisis de las influencias (como en tantos otros compositores de la época) del maestro en compositores españoles de la época como Ramón Carnicer, Hilarión Eslava, Francisco Asenjo Barbieri o José Melchor Gomis. También se repasa la relación mantenida entre Rossini y una de las familias más influyentes y conocidas en la época de más producción operística del compositor: los García, tanto Manuel García, como su mujer, Joaquina Briones y sus hijos, María Malibrán, Pauline Viardot y Manuel García, hijo. Una curiosidad (de las que está lleno el libro) es que la primera vez que se cantó en Nueva York en italiano El barbero lo hizo la compañía de García con cuatro de sus componentes (y a la vez familiares) como protagonistas de la ópera.

Por último, un pequeño detalle pero que habla del cuidado que pone Fórcola en sus ediciones: además de las imágenes fotográficas que ilustran la mitad del libro, es curioso (y no es la primera vez que lo observo en esta editorial) la fecha en la que se mandó a imprenta: el 7 de octubre, coincidiendo el aniversario de la muerte de Isabel Colbran, la primera mujer del “Cisne de Pésaro”.

Un libro curioso, entretenido y a veces un poco perdido en digresiones y forzadas e improbables conexiones España-Rossini, pero que, en lo básico, consigue el objetivo del autor que no es otra es resaltar la figura del homenajeado y su relación con España (o por lo menos con insignes españoles).