CONOCERSE Y APRENDER
Las claves del aprendizaje musical. Rafael García. Col. Ma non troppo. Redbook Ed. Barcelona 2018
El título de esta reseña resume a muy grandes rasgos, claro, la intención del profesor Rafael García Martínez con la publicación de su libro Las claves del aprendizaje musical. Aunque parezca sorprendente, a estas alturas de la evolución pedagógica siguen siendo necesario manuales como este que guíen, sobre todo a los estudiantes, en el camino de su aprendizaje musical y, sobre todo (y esto es lo que me parece lo más destacable de todo el contenido) a conocerse mejor, tanto mental como físicamente. Este conocimiento va a permitir una mejora sustancial en su evolución como músicos además de proporcionarles una satisfacción que en los aprendizajes tradicionales pueden llegar a ser utopías.
Desde el primer capítulo (Aprender a aprender) García insiste en ese mantra que se repetirá a lo largo de todo el libro: conocerse a si mismo es fundamental para evolucionar y mejorar, para aprender y superarse. También nos puede servir este capítulo para explicar la metodología que se propone el autor a la hora de abordar sus propuestas. En primer lugar, hace una exposición clara y de fácil comprensión que tiene que ver con el tema del capítulo. Van apareciendo cuadros que bajo el epígrafe de “idea operativa” (que van siendo numeradas progresivamente) hace hincapié en las ideas fundamentales expuestas pero de manera que se puedan llevar a la práctica diaria. También aparecen esquemas y gráficos que dinamizan todo lo comentado, acabando siempre con un cuadro-resumen de capítulo. Todo ello nos lleva a pensar que García ha querido, sobre todo, presentar un trabajo dinámico y ameno, que a veces nos recuerda a un libro de autoayuda, pero enfocado al mundo del aprendizaje musical.
Si la primera parte está dedicada a lo que mismo autor denomina “la autorregulación del aprendizaje musical”, la segunda “representa una invitación al autoconocimiento, la reflexión y la práctica”. Son varios capítulos en los que se divide esta sección, algunos de ellos especialmente interesantes, como el dedicado a “la concentración y el control” enfocado al mundo de la ejecución musical pero aplicable a otras muchas facetas de nuestra vida laboral no relacionadas con la música. No se olvida de tratar el autor, dándole bastante importancia, a muchos aspectos que rodean la interpretación y a los que no se les presta la atención necesaria. Aspectos psicológicos, posturales, cognitivos, siempre con autocontrol y autoevaluación. Podemos decir que el intérprete, el músico, deja de ser un objeto pasivo que recibe lecciones de un profesor a ser un ente totalmente autónomo, consciente del trabajo que está realizando, dominando y controlando todos los elementos que forman parte de este proceso. El docente pasa a ser un guía, un corrector y un asesor del aprendizaje.
Para finalizar, destacaría, a fuerza seguramente de repetirme, la sensación que se tiene al leer este libro de su gran versatilidad, de su poder de adaptarse a cada ritmo personal de aprendizaje, de su dinamismo a la hora de presentar sus propuestas y de la gran utilización de cuadros, diagramas y demás elementos gráficos que lo alejan tanto de esos manuales donde el lector parece un ser extraño al libro, que se encierra en sí mismo y al que es muy difícil acceder. Eso no pasa en el volumen de Rafael García.
