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Homenaje al genio sinfónico

Las nueve sinfonías de Beethoven. Marta Vela. Fórcola Ediciones. Madrid, 2020

Pese a todos los avatares que azotan en estos meses a la sociedad en general y al mundo musical en particular, ni la escasa oferta de conciertos, ni las compañías discográficas (pese a la significativa reducción en sus lanzamientos), ni tampoco las editoriales, (por muy arriesgado que resulte publicar en estos tiempos) se han resistido a celebrar el 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven. Seguramente, con la anticipación con la que se programan este tipo de acontecimientos, había muchos proyectos literarios preparados antes que la pandemia pusiera nuestro mundo del revés. Muchos se habrán quedado a la espera de mejores tiempos, pero otros se han lanzado a las aguas revueltas con valentía y ánimo. Es el caso del libro que nos ocupa, Las nueve sinfonías de Beethoven, escrito por la profesora Marta Vela (y prologado por Blas Matamoro) y que edita Fórcola, nombre que proviene de las góndolas venecianas y que ahora más que nunca tiene razón de ser al emprender un viaje en momentos difíciles por el mar sinfónico beethoveniano.

El libro, como visión general, es un texto muy asequible sin perder rigurosidad. No se asuste un lector poco avezado en el mundo del pentagrama en leerlo. Vela comienza poniéndonos en contexto hablando de la sinfonía clasicista, la de Mozart y, sobre todo, la de Haydn, de la que bebió el primer Beethoven para luego engrandecerla hasta llevarla, para muchos, a su cumbre. También se da un pequeño apunte de la composición instrumental de las orquestas en aquel momento (finales del siglo XVIII). A partir de ahí se van desgranando capítulo a capítulo las nueve sinfonías. En cada uno de ellos se contextualiza la situación profesional y personal de Beethoven, incluyendo algunos detalles curiosos y, a mi entender, un cierto exceso de citas (tanto de escritores y músicos como del corpus epistolar del Maestro) que, si bien autentifican lo expuesto, restan fluidez al relato. En las últimas páginas de cada capítulo se hace una breve reflexión musicológica de la sinfonía con explicaciones que nos confirman la genialidad del compositor y cómo esta fue evolucionando desde su formación clasicista a la grandeza que conocemos y que abrió el camino a todo el sinfonismo posterior.

La profesora Vela se detiene con más detalle en las sinfonías “clave” en esa evolución que comentaba: en la espectacular 3ª o Heroica, en la 5ª y su celebérrimo arranque, en la exitosa 7ª o en la monumental 9ª. Pero también van apareciendo a lo largo del libro otras muchas obras que forman el opus beethoveniano, que nunca se podría entender compuesto por compartimentos estancos sino formando un todo, de la misma forma que el Maestro levantaba cada una de sus composiciones. Hay un “Bonus Track” en el que se nos relatan los avatares de una posible Décima Sinfonía. Aquí los testimonios citados son fundamentales para seguirle la pista a los distintos esbozos que Beethoven fue dejando de ese proyecto que nunca llegó a ver la luz por las adversas circunstancias que rodearon los últimos años de la vida del compositor.

La vida de un genio que nos legó una obra inconmensurable, pero que estuvo llena de dificultades tanto externas (la precariedad de unos ingresos nunca asegurados, sus problemas familiares que siempre lastraron su existencia) como internas (diversas enfermedades, sobre todo su sordera, y un carácter que dado sus extremos fue muchas veces tremendamente problemático). De todo ello el libro de Marta Vela da buena cuenta y deja testimonio de estas grandes obras para celebrar a uno de los más grandes genios que ha dado el mundo.