jose maria moreno

Obras de los compositores españoles García Abril, Rodrigo y Falla  en el cuarto programa de la Temporada de Abono de la Orquesta Filarmónica de Málaga 

El Teatro Cervantes será el escenario de este cuarto concierto de la presente temporada de abono de la OFM bajo la batuta de su director titular y artístico José María Moreno

Los días 14 y 15 de noviembre, sábado y domingo, a las 12 h. en el Teatro Cervantes, la OFM interpretará el cuarto programa de la presente temporada de abono con un marcado acento español.

En la primera parte se interpretará Canciones y Danzas para Dulcinea - Suite para orquesta de Antón García Abril. Estrenada en 1993, tiene una evidente inspiración cervantina, según el autor. La Danza del camino nos introduce en el misterio del sentimiento amoroso. La segunda nos envuelve en el encantamiento nocturno de La Mancha. Las dos siguientes reflejan un impulso interior ante la búsqueda y realidad idealizada de Dulcinea. La Canción del Encuentro ofrece un poético lenguaje musical. Con la Danza de la Plenitud, termina esta suite expresando la grandeza y satisfacción emocional que se experimenta con la posesión del amor. 

Se completará esta primera parte con el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo. Fue compuesto en París en el año 1939 a petición del gran guitarrista burgalés Regino Sáinz de la Maza a quien está dedicado. Estrenado en 1940 en el Palau de la Música de Barcelona. Sus ritmos y melodías evocan los ambientes palaciegos de la España de los siglos XVIII y XIX, de ahí su título referido a una de las residencias más singulares de la corona española. Actuará como solista el guitarrista José María Gallardo del Rey

En la segunda parte la OFM interpretará El amor brujo (versión 1915) de Manuel de Falla. La primera versión del ballet fue escrita en 1914 en dos cuadros con intermedio donde se describe musicalmente una historia gitana envuelta en brujería y superstición. Falla utiliza la voz de mezzo o cantaora en su caso en algunos pasajes como la Canción de amor dolido o la Canción del fuego fatuo. La Danza ritual del fuego, una de las condensadas señas de identidad del compositor, viene a sintetizar el carácter misterioso de esta obra que, según el autor: «es eminentemente gitana. … empleé ideas de carácter popular, algunas de ellas tomadas de la propia Pastora Imperio, … Siempre mantuve el motivo popular, vestido con una técnica adaptada a su carácter pero que forme un ‘todo’ homogéneo. Ésta es mi convicción artística, y así lo hice en La vida breve». Se contará con la voz de la cantaora Rocío Bazán.