FIMC 2017

Polémica sobre la nueva orientación del Festival Internacional de Música de Canarias

La presentación, hace apenas unos días, de la edición 2017 del Festival Internacional de Música de Canarias ha levantado una notable polvareda, tanto en las redes sociales como en los medios e instituciones locales. Desde mediados de los años ochenta, el festival se afianzó gracias a la gestión de Rafael Nebot, demasiado personalista a juicio de algunos, pero de indudable solvencia ante la contrastada viabilidad de su programación. Desde junio de 2016, sin embargo, el festival está en manos de Nino Díaz, que ante los recortes -más de un 80% desde 2008- ha decido apostar por un giro que incorpore más a las formaciones locales y menos a las grandes orquestas del exterior, más costosas aunque más visibles. El debate está servido: hay quienes sostienen que la personalidad del festival radicaba precisamente en sus vínculos internacioanles y hay quienes apuestan por una vuelta a lo local, para ponerlo en valor y hacer más viable esta cita anual. Hasta tal punto se ha enervado la discusión que ya es objeto de una petición en Change.org