Cultura y Hacienda se comprometen a diseñar un paquete de medidas urgentes para apoyar al sector cultural
El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mantuvieron ayer una reunión telemática con los sectores que integran la Cultura para identificar las medidas de apoyo más viables para dicho sector en medio de la pandemia del coronavirus. Tras más de seis horas de reunión, Montero y Rodríguez Uribes se han comprometido a designar un equipo de trabajo de ambos ministerios que estudie las medidas más urgentes, inmediatas y concretas que les haga llegar cada sector y que hayan sido previamente diseñadas con los equipos directivos del Ministerio de Cultura.
El objetivo marcado es que, en el mínimo tiempo posible, se pueda llevar al Consejo de Ministros un primer paquete de medidas de apoyo urgentes para el sector de la Cultura. Ambos ministros han indicado que trabajará en una estrategia de actuación a dos velocidades: una, con propuestas de aplicación urgente e inmediata que ofrezca una red de protección al sector; y otra, a medio plazo, con reformas que permitan la reactivación del mismo una vez superemos el Estado de Alarma y la crisis sanitaria. El ministro de Cultura y Deporte ha hecho extensiva la voluntad de conseguir un Pacto de Estado por la Cultura, iniciativa que ha sido bien recibida por el sector.
Se esperan así medidas más concretas en el plazo de diez días, en torno al 28 de abril, cuando tendrá lugar el próximo Consejo de Ministros. Para entonces ambos ministerios deberían ser capaces de poner sobre la mesa cuantías concretas destinadas a ayudas directas para empresas y profesionales de la cultura en España, como ya hicieran Francia, Alemania e Italia desde finales del mes de marzo, con partidas que oscilan entre los 20 y los 130 millones de euros.
El Ministro de Cultura, Rodríguez Uribes, incendió el mundo de la cultura con su comparecencia del pasado 7 de abril, ninguneando al sector con su falta de definición y la ausencia total de determinación para paliar el impacto de esta crisis en el sector. Esto suscitó diversas iniciativas para forzar un cambio de postura en el ejecutivo, incluyendo la puesta en marcha de un apagón cultural de 48 horas.
