Winterreise Sabata Villalobos OscarRomero

Espejos

Zaragoza, 17/10/2021. Auditorio Caixaforum. Winterreise. Franz Schubert. Xavier Sabata, voz, Francisco Poyato, piano. Rafael R. Villalobos, dirección de escena.

En una de las escenas más conocidas del cine negro, al final de la película de Orson Welles La dama de Shangai, los tres progonistas se encuentran en la sala de los espejos de un antiguo parque de atracciones. Una sala laberíntica donde sus imágenes se reproducen una, diez, cien veces. Hay disparos y los espejos se van rompiendo, no sabemos hasta el final si los personajes también… Winterreise (Viaje de invierno) de Franz Schubert es el máximo exponente del ciclo de lied, no sólo romántico sino de todos los tiempos. En algún momento de sus carreras muchos cantantes líricos han querido ascender esa cima. Generalmente han sido la cuerda de barítono y tenor las más numerosas en cantarlo y eso ha marcado una tradición que poco a poco ha ido cambiando. Cada acercamiento a Winterreise es una imagen en un espejo donde estas veinticuatro canciones, con textos de Wilheim Müller, se reflejan siempre igual pero siempre diferentes. Intérpretes (cantantes y pianistas) “disparan” a esa imagen, creando (en vez de rompiendo) una nueva imagen, su versión, su idea, de ese desesperado recorrido del amante perdido en su dolor. 

La obra de Schubert es versátil, pese a lo que pueda parecer cuando te acercas la primera vez a ella. Se deja moldear, ver desde distintos ángulos. Se puede “interpretar” sin ofender su herencia. Se crean ballets (este noviembre se podrá ver en el Gran Teatre del Liceu la versión creada por Angelin Preljocaj), y también se dramatiza. Este es el caso de esta crónica. Rafael R. Villalobos, uno de los más jóvenes talentos de la escena lírica española, estrenó en 2019, en el Espacio Turina de Sevilla, una propuesta escenificada de Winterreise y que tiene como eje principal y básico al contratenor Xavier Sabata, entregado completamente a esta dramatización.

Villalobos, con unos elementos básicos (dos asientos abatibles tipo teatro, unas flores secas, una botella de atrezzo) consigue hilvanar la historia del hombre solitario, olvidado por el amor, que va perdiendo poco a poco la esperanza de recobrarlo y que lo recuerda siempre con añoranza y, en esta versión, con ira que no se esfuerza en ocultar. Los distintos lieder se van desgranando siempre con un detalle, con una nota que, aunque seas ajeno al idioma alemán, te hace sentir lo que siente el “caminante”. Ayuda, y mucho, la buena iluminación, elemento básico de la puesta en escena y sobre todo el trabajo actoral de Xabata implicado, sintiendo cada verso, enormemente convincente.

Hay momentos especialmente logrados como en Frühlingstraum (sueño de primavera), donde las primeras notas de la canción, risueñas, las silba Francisco Poyato, el pianista que también declama los versos que acompañan esa melodía. El “caminante” se mantiene ajeno, se niega a recibir ningún rayo de esperanza aunque sea en sueños. Un excelente trabajo que acercará a esta maravilla que es Winterreise a un público más amplio que el habitual en los conciertos de lied.

Xavier Sabata es un consumado cantante, lógicamente especializado, por su cuerda, en el repertorio barroco. Pero en este, plenamente romántico, su voz se adapta perfectamente a los giros propios del estilo sin que notemos más que el cambio de tesitura. Acudió a la voz de pecho en las escasas zonas más graves de la música y estuvo expresivo, con un agudo limpio y sentido y un bello centro que se adaptó a las características especiales de cada lied. Aunque el conjunto fue de muy alto nivel, estuvo especialmente inspirado en esa joya que es 'Der Lindenbaum' (El tilo), en el terriblemente dramático, triste y bello 'Der greise Kopf' (La cabeza cana) y, sobre todo en el sobrecogedor última parada de este peregrinaje, 'Der Leiermann' (El zampoñero). Un ciclo realmente sentido, bien interpretado y sobre todo, entendido, algo fundamental para transmitir todo el complejo mensaje que Winterreise lleva dentro.

Buen trabajo de Francisco Poyato al piano, un pilar fundamental del ciclo. Quizá en algún momento el volumen que imprimió a las notas fue excesivo, restando lirismo a algún fragmento, pero en otros como en los lieder señalados más arriba la comunión entre piano y voz fue perfecta. 

Foto: © Óscar Romero