Talento innato
Oviedo, 7/04/2022. Teatro Campoamor. Temporada de Zarzuela. Obra: El Rey que Rabió. Autor: Ruperto Chapí. Jorge Rodríguez Norton (Rey), Sofia Esparza (Rosa), David Menéndez (General), Alberto Frías (Capitán), Manuel de Diego (Almirante), Igor Peral (Intendente), Abraham García (Gobernador) María José Suárez (María). Orquesta Oviedo Filarmonía. Coro Capilla Polifónica de Oviedo. Dirección escénica: Bárbara Lluch. Dirección musical: Virgina Martínez.
Tras sus representaciones el pasado verano en el madrileño Teatro de la Zarzuela, El rey que rabió llegó a Oviedo de la mano de la exuberante producción de Bárbara Lluch. Una apuesta atemporal y cargada de color que sitúa la acción en un mundo más propio de Alicia en el País de las Maravillas que de la España retratada por Chapí. Una trabajo, en mi opinión, que va convenciendo y gustando más a medida que avanza la representación, culminando con un coro de doctores excelentemente escenificado y donde es inevitable contener la risa ante la presencia de la minúscula marioneta que se supone debió ser el perro que tantos tormentos ocasionó a Jeremías.
No estamos ante una representación clásica de la obra, pero si una forma de revisitarla manteniendo su excepcional capacidad cómica al tiempo que preserva la belleza más formal de momentos como el “nocturno” o la romanza “mi tío se figura”. Y es precisamente esa capacidad de entremezclar la ligereza de lo cómico con belleza del Chapí más inspirado, lo que ha permitido a esta obra mantenerse tan vigente como el día de su estreno ocupando, indudablemente, un asiento de primera fila en la historia de nuestro género.
Como rey se confió en el asturiano Jorge Rodríguez Norton, quién ya cantara el rol en este mismo teatro allá por el año 2016 demostrando, en opinión de quien firma, un notable desarrollo vocal desde aquel entonces, sonando ahora la voz con un timbre más redondo y lleno que se encontró siempre acompañado de un gusto y una afinación impecables que le permitieron cerrar una noche redonda.
La joven Sofía Esparza, por su parte, hizo gala de un talento canoro y escénico que, de no ser porque uno sabe que nada en la música se alcanza sin esfuerzo y estudio, se diría que es innato. Así, la voz suena segura y bien colocada, con un color bellísimo y una aparente naturalidad que recuerda aquella que acompaña siempre a los grandes artistas, pues debe resultar complicado emocionar y conectar con el público si uno esta continuamente atado a las limitaciones impuestas por su técnica. No es este el caso de Esparza, pues desde su primera aparición en escena transmitió unas ganas genuinas de estar allí y hacer lo que hace, encarnado así una Rosa realmente envidiable que, en mi opinión, resultó la indiscutible protagonista de estas producciones.
Todo un lujo, por otra parte, contar con la presencia de una voz como la de David Menéndez interpretando al “desbigotado” general que debe acompañar al rey en sus aventuras por un mundo tan distinto de aquel al que está acostumbrado. De este modo, la presencia de Menéndez permitió disfrutar de unas versiones musicales de primer nivel de momentos como el cuarteto de la dimisión donde estuvo acompañado por los correctos Manuel de Diego, Igor Peral y Abraham García como almirante, intendente y gobernador respectivamente que cerraron el elenco de roles secundarios junto a María José Suárez y unos excelentes Alberto Frías como capitán y Janeth Zúñiga como paje.
Mención aparte merece, sin duda, el Jeremías del enorme José Manuel Zapata, realmente desternillante de principio a fin hasta el punto de llegar a poner en aprietos a sus compañeros de reparto, quienes ante sus improvisaciones fuera del guion tuvieron por momentos serios problemas en afrontar algunas de sus frases sin morirse de risa.
Desde el foso, Virginia Martínez ofreció una excelente y esmerada versión de la obra a la batuta de la Oviedo Filarmonía, demostrando en todo momento interés por lo que sucedía no sólo bajo el escenario sino también sobre él, ayudando en lo posible a los cantantes y al Coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo, que se mantuvo a muy bien nivel durante toda la representación cerrando así uno de sus trabajos más notables de esta última temporada.
Fotos: © Alfonso Suárez