rtve murcielago

¡Champagne!

Madrid. 09/05/2024. Teatro Monumental. El Murciélago de Strauss. Thomas Blondelle (Gabriel von Eisenstein). Anita Hartig (Rasalinda). Leonor Bonilla (Adele). Enrique Viana (Orlofsky). Clemns Ketschbaumer (Alfred). Josep-Ramón Olivé (Dr. Falke). Marcelo Solís (Frank). Orquesta y Coro de RTVE. Christoph König, dirección musical. Enrique Viana, dirección de escena.

La temporada de la Orquesta y Coro de RTVE, que ahora acaba, ha estado imbricada de buenas ideas: cuidado a la música española con la inclusión de obras de recuperación además de la atención a sus autores más contemporáneos; el aliciente de la inclusión de obras más desconocidas o muy poco interpretadas; el instaurar una figura hasta ahora inédita en la formación como es la de principal director invitado en la persona del danés Thomas Dausgaard (teniendo además el importante plus de ser muy querido y reconocido por los propios músicos); o el contar con la estupenda generación actual de cantantes del país para sus obras vocales, así hemos podido escuchar a voces como las de Marina Monzó, José Bros, Rosalía Cid (que hacía su debut en Madrid después de cantar en la inauguración de la temporada de la Scala) o la misma Leonor Bonilla, que canta la Adele del presente Murciélago de Strauss. Es una estupenda manera de atraer público amante de las voces o que se decanta mas por lo operístico al necesitado Teatro Monumental.

Otra buena idea ha sido acabar la temporada con El Murciélago ; obra que se programa muy poco teniendo en cuenta su valor musical y lo que gusta al público, seguramente motivado por la aversión que todavía se tiene en algunos círculos hacia lo más ‘ligero’, como si la gente sólo se pudiera nutrir de trágicos y trascendentes Mahler. Y así ha sido: todo un éxito.

Lo de haber contado con Enrique Viana como director de escena o, más propiamente dicho, maestro de ceremonias de este Murciélago, se puede considerar de idea milagro, porque no se me ocurre alguien tan propio y brillante para la ocasión. Es increíble la cantidad de teatro que corre por las venas del cantante. Seguramente, en otro país, alguien de ese inmenso talento, sería muchísimo más aprovechado. Con una combinación perfecta de astracanada y elegancia, y unas dosis de humor de la mejor ley, el artista fue el encargado de realizar la presentación y narrar con muchísima gracia la sinopsis de la acción, cantar el personaje de Orlofsky, y ser el encargado de la discreta y eficaz puesta en escena. Simplemente perfecto Viana, no se puede hacer mejor.

Bravo también para el director titular de la orquesta, el alemán Christoph König, que consiguió "vestir de Viena" la parte musical, con una dirección elástica, que fluía perfectamente. Consiguió descorchar la botella dando espumosidad y brío en la polka truenos y relámpagos que insertó como comienzo de la segunda parte, y revistió de variedad y transparencia la maravillosa obertura. Asimismo estuvo cuidadoso con los cantantes, y se plegó a ellos de forma muy notable. La orquesta estuvo brillante, destacando una clara y sedosa cuerda, y una percusión siempre atenta y ajustada ,timbricamente acoplada y sin excesos. Impecable el coro en sus intervenciones.

La soprano Anita Hartig, me convenció después del recuerdo no del todo positivo de su insulsa Mimí de La Boheme cantada hace uno años en el Real. Aquí estuvo elegante, dando un aire de Mariscala a su rol de Rosalinda, con sus dosis de nostalgia y refinamiento. El tenor Thomas Blondelle como Grabriel von Eisenstein, su marido, resultó muy apropiado, cantando con la suficiente intención, e implicándose con ganas en toda su parte escénica. Bella y muy cubierta la voz de Clemens Kerchbaumer como Alfred, resolviendo con gracia las morcillas canoras demandadas por Viana; y brillante e impecable en su filigrana vocal Leonor Bonilla como Adele, con facilidad para el sobreagudo, y aportando una frescura deliciosa en cada intervención. Buen desempeño el de los barítonos Josep-Ramón Olivé y Marcelo Solís como Dr. Falke y Frank respectivamente.

Por último, una petición: la necesidad, ya en pleno siglo XXI, de un adecuado sistema para poder leer los sobretítulos de textos cantados, creo que es algo que el Monumental necesita solucionar ya. Y una sugerencia: el poner en el programa el dato de cuando fue la última vez que cada obra fue interpretada por la orquesta, o si la obra en cuestión es abordada por primera vez, creo que sería una buena información. Por lo demás, brindemos por la buena temporada acabada, y deseemos que la próxima, todavía sin publicar, depare nuevos éxitos.