Labeque retrato 

Aires franceses en manos de especialistas

Vitoria-Gasteiz. 12/12/2016. Teatro Principal. Temporada 2016/2017 de la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Obras de Saint-Saëns, Poulenc y Debussy. de la Katia y Marie Labèque (pianistas) y Jun Märkl (dirección musical).

Con la llegada de Jun Märkl a la Orquesta Sinfónica de Euskadi hace tres temporadas se subrayó la especialización del director germano-nipón en música francesa, lo que ha quedado de manifiesto hasta ahora en la presencia importante de la música de este pais en más de un programa y en esta su última temporada como director titular el caso que nos ocupa ha sido un nuevo y contundente ejemplo.

El atractivo principal era la presencia de las hermanas Katie y Marie Labèque, vascas de Baiona, protagonistas de la portada del mes de diciembre de Platea Magazine y que aparecen con frecuencia por estas tierras, enfrentándose en este caso al brillante y humorístico Concierto para dos piano y orquesta en re menor, de Francis Poulenc. Al término de la obra, más allá de comprobar la importante compenetración entre pianistas y director y de la adecuada respuesta de la orquesta a las exigencias del concierto, la reacción del respetable fue de cierta inquietud y sorpresa por una obra que rezuma ironía, golpes rítmicos y contrastes rupturistas que da la impresión dejaron descolocado a más de uno.

Los aplausos del público fueron bastante rutinarios y el conservadurismo del público vitoriano quedó una vez más en evidencia así que la propina fue casi arrancada con dolor. 

Toda la segunda parte se dedicó a Claude Debussy, referencia absoluta e histórica del impresionismo; sin embargo las dos propuestas orquestales, la segunda y tercera partes de las Images, nos traen un Debussy que se fija más en las formas reales que en las imágenes diluidas, más en la expresión que en la impresión. Los aires de Iberia quedaron justamente diseñados por la orquesta mientras que la breve Ronde de Printemps, que cerraba el concierto, nos llevó a mundos de poesía y encanto.

El tercer concierto de abono se abrió con una infrecuente Suite en re mayor, op. 49, de Saint-Saëns, obra desconocida y de relativo interés, aunque en los mismos días en que la OSE lleva por esta obra por las capitales vascas se anuncia la grabación de esta y otras obras poco presentes en los atriles del francés, lo que supone la vuelta de la orquesta vasca al repertorio internacional.

En definitiva, un concierto diseñado muy al gusto del director titular donde hemos podido escuchar tres generaciones de compositores franceses, ocupando toda la segunda mitad del siglo XIX y la transición al siguiente.