Arthur Fagen 

Un año que promete

Oviedo. 1/1/17. Teatro Campoamor. Concierto de Año Nuevo. Obras de Johann Strauss (padre e hijo), Rossini, Smetana, Anderson y Berlin. Orquesta Oviedo Filarmonía. Director: Arthur Fagen.

Como ya es tradición, la Orquesta Oviedo Filarmonía dio la bienvenida al nuevo año como mejor sabe hacer, reuniéndose sobre las tablas de Teatro Campoamor. Junto a ella brilló el director Arthur Fagen, quien ya había dirigido a la formación en un concierto como este allá por 2015. Al igual que lo fue entonces, el trabajo de Fagen volvió a demostrarse pulcro y bien meditado. De tiempos por lo general sosegados, aunque un tanto vertiginosos en obras como las polkas “unter donner und blitz” y “tritsch-tratsch” donde las intenciones parecían recordar, salvando las distancias, a las del sobradamente conocido Carlos Kleiber. 

Por otro lado, las raíces neoyorkinas de Fagen le llevaron a introducir un repertorio no demasiado usual en este tipo de conciertos. Hablamos de los autores Leroy Anderson e Irving Berlin, de quienes la OFI interpretó obras como “Sleigh Ride” o “Christmas Medley” respectivamente. Lejos de resultar molesta, la inclusión de estas obras se mostró eficaz, siendo una genial forma de aportar cierta personalidad al programa y una estupenda oportunidad para la orquesta de abordar un repertorio más contemporáneo. Junto a Sleigh Ride, gustó “The syncopated Clock”, interpretado con gran acierto por parte de la OFI.

La segunda parte del programa estuvo dominada por el apellido Strauss, con obras como la obertura de “El murciélago”, el vals “Vida de artista”, la polka “Anna” y, como no podía ser de otra forma, el famoso vals “El bello Danubio Azul”. Por todas ellas la batuta de Fagen se mostró acertada y cuidadosa, muy capaz de extraer todo el potencial de los músicos que tenía ante sí. Desde la percusión a la sección de viento emanaron óptimos resultados, apoyados por unas cuerdas gratamente uniformes. Por todo ello, este concierto de año nuevo se situó -innegablemente- entre los mejores que recuerdo a la OFI, superando Fagen los resultados obtenidos hace un par de años. Sin duda una excelente entrada de año para la orquesta ovetense de la que, tras despedir 2016 con un genial trabajo en “I Capuletti e I Montecchi”, cabe desear similares resultados en el “Rigoletto” que interpretará para la Ópera de Oviedo el próximo día 26 de enero. 

El broche final consistió, como no podía ser de otra forma, en la conocida marcha “Radetzky”, compuesta por Johann Strauss (padre) allá por 1848, y que contó con las palmas del respetable como acompañamiento. Pese a mostrar cierta indiferencia por los ritardando, el público carbayón se divirtió desde las butacas, imbuido por las bromas y el buen ambiente de trabajo que se respiraba desde las tablas. A fin de cuentas… ¿Qué mejor que la música para estrenar el nuevo año?