Una pareja excepcional

 
La quinta edicion del Santa Catalina Classics, en su concierto inaugural, ha reunido a dos de las voces mas notables del panorama actual, la icónica soprano rusa Anna Netrebko y el tenor canario Jorge de León. Acompañados por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, ambos intérpretes dejaron muy alto el listón de esta cita estival que sitúa a Gran Canaria en el mapa lírico internacional. Por esta cita, que se enmarca en el emblemático hotel Santa Catalina, habían pasado ya Gustavo Dudamel, Juan Diego Flórez, Roberto Alagna y Jonas Kaufmann; con el concierto que nos ocupa se confirma la indudable proyección de este evento, que concitó a lo más granado de la capital canaria.
 
La soprano rusa Anna Netrebko hizo honor a su fama y compareció en plena forma, implicada y simpática, visiblemente cómoda además en la interacción con Jorge de León, con quien ya había compartido escenario en ocasiones anteriores. Es justo reconocer lo innegable: el material de Netrebko sigue siendo el de una fuoriclasse y cuando actúa con intención genuina, evitando además esos sonidos cavernosos en el grave en los que tanto ha abundado ultimamente, su canto resulta imbatible. Así lo demostró con grandes páginas del repertorio como 'Vissi d´arte' de Tosca o 'Pace, pace mi Dio' de La forza del destino, manejando su instrumento a placer, regulando la voz sin dificultades y con un agudo que se expandía fácil y seguro.
 
 
Por su parte, Jorge de León exhibió unos medios rotundos y varoniles, de agudo desahogado y restallante, y al mismo tiempo dio muestras de un canto cada vez más matizado y recogido. La firmeza y seguridad de su canto fueron una constante durante toda la velada, con páginas de gran calado como 'L´anima ho stanca' de Adriana Lecouvreur, 'Quando le sere al placido' de Luisa Miller, 'E lucevan le stelle' de Tosca. En los tres fragmentos se dejó notar una creciente vocación expresiva por parte del tenor canario, incisivo con el texto y dueño de un fraseo cada vez más contrastado.
 
El tenor canario -que llevaba años sin cantar en Gran Canaria, dicho sea de paso- está en un momento dulce de su trayectoria, con una voz en plena madurez, y con una implicación interpretativa de primer nivel. No en vano, acaba de ser requerido para cantar Radames en la Arena de Verona, los días 13 y 16 de julio, como ya sucediera a principios de año en el Covent Garden de Londres.
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Lo mejor del concierto vino en todo caso con los dúos protagonizados por ambos intérpretes, tanto el de Tosca y Cavaradossi en el primer acto de la ópera de Puccini como el dúo final de Aida y Radames en la ópera de Verdi. Ambas páginas resultaron un auténtico disfrute, ópera con mayúsculas en manos de dos voces en plenitud y con dos intérpretes que no precisaron de escenografía alguna para revivir a sus respectivos personajes. No se quedó atrás tampoco el exigente dúo final de Andrea Chénier, un 'Vicino a te' bello y poderoso.
 
Ya en las propinas, Netrebko sorprendió situándose en un lugar del escenario donde su voz no era recogida por la microfonía, cantando pues a pleno pulmón en el espacio abierto del Parque Doramas, donde resulto perfectametne audible en una versión espléndida, si acaso un poco caprichosa, de ‘Quando m´en vo’ de Musetta en La bohème. Le siguió un contundente Jorge de León con un ’Nessun dorma’ de los que hacen época, pleno y matizado, fraseando y coronado por un si bemol timbradísimo.
 
Con gesto claro y haciendo gala de un oficio contrastado, Karel Mark Chichon se plegó con mesura a las necesidades de los cantantes, con buen sentido dramático, con nervio, y comandando una Orquesta Filarmónica de Gran Canaria que se mostró en muy buena forma, en todas sus secciones, especialmente unas maderas muy inspiradas en sus intervenciones solistas.
 
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