La mejor ópera bufa
Barcelona. 18/05/2019. Teatre de Sarrià. V Temporada de “Òpera de Cambra de Barcelona”. Cimarosa: Il matrimonio segreto. Céline Mellon, Anna Niebla Guarinos, Laura Vila, Stefano Sorrentino, Yevgeni Chainikov, Juan Carlos Esteve. Dir. de scena: Anna Ponces. Dir. musical: Assunto Nese.
Dentro de la interesantísima temporada operística que ha montado este año la “Ôpera de Cambra de Barcelona”, que dirige el tenor Raúl Giménez, hemos visto títulos inusuales, como “L’isola disabitata” de Manuel del P.V.García y “La scala di seta”, de Rossini, y la culminación de la temporada la han dedicado a la extraordinaria –y poco representada- ópoera de Domenico Cimarosa, “Il matrimonio segreto”, que no se veía en Barcelona desde 1998.
La iniciativa ha supuesto una ardua labor del equipo que dirige el animoso tenor Raúl Gimènez, con una excelente puesta en escena a cargo de Anna Ponces, que ha hecho mover a los intérpretes de modo especialmente eficaz para que no sólo a través de los sobretítulos (de Víctor Oller) sino a través de la complicada acción teatral, llegase al público de modo completo y divertida la original trama creada por el libretista Giovanni Bertati (a quien detestaba su rival Lorenzo Da Ponte, el colaborador de Mozart). Una preparación minuciosa también en cuanto al movimiento corporal y escénico de los intérpretes contribuyó a hacer de las dos sesiones que llenaron por completo el simpático Teatre de Sarrià, un éxito rotundo, y hubiera sido deseable que la producción circulara por otros locales del país.
La primera calidad del espectáculo la tuvo el conjunto de voces, todas en óptima forma para sus respectivos papeles. Subrayemos la exquisita vocalidad de Laura Vila en el papel de Fidalma, la viuda todavía dispuesta a casarse así que “pesque” a alguien, y mucho más amiga de su sobrina Elisetta, interpretada por Anna Niebla con elegante sobriedad. La pareja de casados en secreto fueron también muy creíbles en las figuras de Céline Mellon, de bellos agudos y convincente patetismo (en una de las mejores arias de la partitura, cuando echa en cara a su familia su falta de empatía) y en la simplicidad del tenor Stefano Sorrentino, vocalmente algo menos dentro del estilo pero también buen intérprete. Un lujo complementario fue el barítono ruso Yevgeni Chainikov, que se movió “deportivamente” con mucha gracia e hizo especialmente creíble al personaje. Y aunque no tuviera lo que los franceses llaman “le physique du rôle”, porque como “padre” de las muchachas quedaba demasiado joven, hubo que aplaudir intensamente la prestación de Juan Carlos Esteve, con un italiano magnífico y una actuación de primera clase.
La extensa partitura, de poco más de tres horas, fue hábilmente reducida a una función que duró dos horas y cuarenta minutos. Lástima que por los cortes se perdieron momentos musicales de la envergadura del aria de Elisetta: “Se son vendicata”, toda una pena viendo la belleza y desenvoltura escénica de la joven soprano Anna Niebla, o el hilarante trío ‘de las gallinas’: “Cosa farete” de Fidalma, Elisetta y Don Geronimo, ambos números del acto segundo. Con todo hay que alabar la gracilidad musical de Assunto Nesse frente a la Orquesta Barcelona Concertante, buen ritmo, cuidado con los numerosos números de conjunto, concertantes y arias. La hermosa orquestación pudo florecer con el bello tratamiento de los instrumentos de viento, clarinetes especialmente pero también oboes, fagot y trompa, un gran bravo a todo el conjunto.
Todo esto, combinado con juegos de luces escénicas muy bien utilizadas e ingeniosas de Ramon Pascual, una escenografía sencilla pero eficaz, y la colaboración pianística de Viviana Salisi en el bajo continuo y Marc Serra en los recitativos, redondearon el buen efecto general de unas sesiones de altísimo nivel. Lástima que no estaba aquí el emperador Leopoldo II de Austria (1790-1782), que hubiera invitado a todo el equipo a cenar para que repitiesen la función, como hizo en la noche del 7 de febrero de 1792, en lo que fue el “bis” más grande de la historia de la ópera.
