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Oksana Lyniv: "Mi debut en Bayreuth representa un paso hacia el futuro"

La directora ucraniana Oksana Lyniv hace historia este verano al convertirse en la primera mujer en dirigir en el foso del Festival de Bayreuth, al frente de una nueva producción de El holandés errante, con la firma de Dmitri Tcherniakov. Con este motivo protagoniza la portada de nuestra última edición impresa, en un verano en el que los festivales parecen acercarse cada vez más a la normalidad de antaño, dado el avance de la vacunación en el combate contra la pandemia.

Desde 1876, 92 hombres han dirigido las óperas de Richard Wagner en el Festival de Bayreuth. ¿Cómo se siente ahora siendo la primera mujer que va a dirigir allí? Puedo imaginar una mezcla de sentimientos: alegría, responsabilidad, respeto...

Sin duda, estoy viviendo algo excepcional. Todos los días, cuando voy al foso de la orquesta, atravieso el pasillo con la galería de retratos, donde figuran todos los directores de la historia del Festival de Bayreuth. Están ahí todos los grandes que han pasado por el foso de este Olimpo musical, comenzando por el propio Richard Wagner y su hijo, por supuesto, y siguiendo por Richard Strauss, Wilhelm Furtwängler, Pierre Boulez y así sucesivamente. Como puede imaginar, estar aquí y sumar mi nombre a esa lista, siendo además la primera mujer en hacerlo, esa algo que siento como una gran responsabilidad y como un paso hacia el futuro.

Hablemos de El holandés errante, el mismo trabajo que presidió su debut en el Gran Teatre del Liceu, en 2017, hace ahora cuatro años. Creo que esta es una partitura que conoce especialmente bien. 

El holandés errante es la ópera más corta y por ello quizá más difícil de Wagner. La partitura no fue escrito pensando especialmente en la acústica de Bayreuth, con el particular foso de orquesta de este lugar. La obra requiere por tanto aquí de un enfoque distinto a como se plantearía en un teatro de ópera tradicional a la italiana. 

La experiencia con El holandés errante en Barcelona me ayuda mucho en Bayreuth, aquel fue un contacto muy intenso y profundo con la obra. Pero ahora he querido sumergirme aún más en la pieza, consultando todas las ediciones de la ópera, desde los primeros bocetos para la edición de 1841, que se escribió para París hasta los últimos cambios, poco antes de la muerte de Wagner en 1883.

Es muy interesante ver hasta que punto esta ópera representaba para Wagner un trasunto personal y casi biográfico. El material musical está muy psicologizado. Aquí además Wagner empezó a emplear muchos motivos que estarían presentes en adelante en toda su obra, me refiero a temas como la redención, el sacrificio de la mujer y muchas otras cosas. 

Wagner aquí se había distanciado ya del influjo de Meyerbeer y tampoco seguía de cerca la obra de Weber, más bien había empezado a construir un mundo propio, con su propio lenguaje. Y esto es lo que intento mostrar con mi dirección de la obra, aquí en Bayreuth. 

En la recta final de los ensayos para esta nueva producción de El holandés errante, tengo curiosidad por conocer su impresión sobre la particular acústica de Bayreuth, un tema tantas veces comentado, rozando lo mítico incluso. ¿Cuáles han sido sus impresiones hasta la fecha Imagino que este es uno de los principales desafíos a la hora de dirigir en Bayreuth por primera vez.

El foso de la orquesta en Bayreuth está cerrado y esto provoca un leve desfase entre el sonido de los músicos y las voces solistas. Sincronizar esto no es fácil. Además, debido a las restricciones por la pandemia, este año el coro cantará desde la otra sala, de la misma forma que se ha hecho este año en la Ópera de Zúrich. Todo esto complica bastante las cosas, ya que es necesaria una contante anticipación por parte del director. En cualquier caso, Bayreuth posee una acústica increíble para los cantantes, que pueden atreverse allí a cantar un pianissimo realmente íntimo sabiendo que van a ser escuchados.

En torno a la acústica, lo más importante de todo es el tiempo de ensayo, donde tienes la posibilidad de percibir y experimentar con el sonido. A esto se suma el hecho, que antes mencionaba, de que El holandés errante no fue concebido para este foso cerrado de Bayreuth, por lo que el reto es aún mayor, en la búsqueda de un sonido detallado y una articulación nítida por parte de la orquesta. 

¿Cuándo estuvo en Bayreuth por primera vez? Me refiero, siendo parte de la audiencia. ¿Lo recuerda?

Sí, perfectamente. Cuando Kirill Petrenko me confirmó como su asistente en la Bayerische Staatsoper de Múnich me invitó a ver Die Walküre en Bayreuth, en el Anillo que él dirigía. Fue una sensación increíble, ya que Die Walküre siempre había sido mi ópera favorita desde mi juventud. Recuerdo que tuve la sensación de entrar en un lugar sagrado y revelador. 

Creo que pudo visitar en París la casa donde Wagner escribió el primer esbozo de la obra.

Así es. Fue fascinante para mí debutar en París en la Ópera Nacional de Paris hace apenas un par de semanas. Con ocasión de esos conciertos tuve la posibilidad de visitar la casa donde se refugió un joven Richard Wagner de 27 años, después de que la dirección de la Ópera de París lo rechazase, tanto a él como a su música. Fue en esa casa donde comenzó a escribir El holandés errante y realmente se percibe allí algo extraordinario y excitante en el ambiente.

¿Qué otras obras de Wagner ha dirigido hasta la fecha?

En conciertos he podido dirigir muchas obras de Wagner, especialmente casi todos sus famosos fragmentos orquestales. Lo cierto es que adoro interpretar a Wagner en conciertos sinfónicos. Y respecto a su catálogo de óperas, asistí a Kirill Petrenko en mi época en la Bayerische Staatsoper de Múnich, tanto en El anillo del Nibelungo como en Tannhäuser

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Me gustaría resumir su carrera como directora de orquesta, en pocas palabras. ¿Cuándo nació su vocación? ¿Dónde y con quién estudió?

Mis padres son músicos, así que estuve rodeada de música desde que nací. Solíamos cantar en el coro y toqué muchos instrumentos desde mi niñez. Sin embargo, no fue hasta los dieciocho años de edad que comencé mi camino consciente como directora, en la Academia Nacional de Música de Lviv. En aquel momento no me lo planteé como un desafío, no pretendía romper los estereotipos de género que después vi que marcaban la profesión. Realmente me fascinaba la música, me apasionaba poder dedicarme a la dirección de orquesta. Aquel era mi sueño y trabajé mucho para lograrlo. 

Ha tenido puestos estables en Odesa, Munich y especialmente en Graz, donde fue director titular durante 3 años. ¿Qué significó cada uno de estos lugares para usted?

Cada período fue muy importante para mí. Durante los cinco años que pasé en Odesa me familiaricé con el gran repertorio, algo imprescindible para emprender una carrera sólida. Dirigí allí las óperas más populares de Verdi, Chaikovski, el verismo, el belcanto, etc. En la Bayerische Staatsoper de Munich, como asistente de Kirill Petrenko, conocí a fondo y desde muy cerca el repertorio alemán, con Richard Strauss y Richard Wagner a la cabeza. También pude hacer allí música moderna, comienzos del siglo XX, Escuela de Viena e incluso música contemporánea.

En Graz accedí a mi primera posición como directora titular de una institución. Fueron tres años de intensa dedicación, con muchas producciones, fue un tiempo fascinante y al que estoy muy agradecida. Sin embargo, durante esos tres años empezaron a llegarme muchas invitaciones internacionales, para trabajar con otras orquestas y teatros y tuve que renunciar a prolongar mi contrato en Graz, para poder acometer todos esos otros compromisos.

La próxima temporada marca su debut con la Filarmónica de Berlín, no en la serie principal de conciertos de abono, sino en un concierto con algunos miembros de la orquesta, en el Stravinsky Late Night Concert. Creo que este es un gran paso para cualquier director, ponerse al frente de los Berliner.

Sí, estoy muy feliz por este debut, el próximo mes de septiembre. Además Stravinsky es uno de mis compositores favoritos. Y uno de los más interesantes del siglo XX, dicho sea de paso. En mi concierto con ellos interpretaremos piezas que suponen todo un desafío, tanto para los músicos como al director. 

Este ciclo de conciertos fue iniciado por Simone Rattle, para mostrar las cualidades como solistas de los músicos de la Filarmónica de Berlín. Se trata de una fórmula muy especial, con u ambiente muy propio, en el que es precisa una estrecha colaboración entre los músicos y el director. 

Stravinsky también es un compositor muy cercano e importante para mí porque era originario de Ucrania. De hecho, Ucrania era uno de los lugares favoritos de Stravinsky, se refugió allí muchas veces para descansar y trabajar.

Ha estado estrechamente vinculada a Kirill Petrenko, siendo su asistente en Munich, como antes mencionamos. ¿Cómo ha visto sus primeros pasos con la Filarmónica de Berlín?

Es realmente impresionante lo rápido e intenso que ha sido el encuentro entre Kirill Petrenko y los músicos de la Filarmónica de Berlín. En apenas un año y medio como titular de la orquesta, han logrado una productividad impresionante.

Por otro lado, estoy muy orgullosa de que la Filarmónica de Berlín haya elegido a Odesa para su Europa Concert el próximo año. Su visita a Ucrania va a ser todo un acontecimiento. 

Allí también van a llevar a cabo un proyecto de cooperación con la Orquesta Sinfónica Juvenil de Ucrania. los miembros de la Filarmónica de Berlín trabajarán junto con jóvenes músicos ucranianos en los ensayos y se unirán finalmente a la joven orquesta en un concierto conjunto, que tendré el honor de dirigir.

Recientemente ha dirigido conciertos en París, Bolonia, Roma… Parece que los primeros teatros y orquestas empiezan a valorar abiertamente su talento. Y lo mismo ocurre con otras directoras, cada vez más solicitadas. ¿Algo está cambiando en este anticuado business? Y si es así, ¿por qué?

Honestamente, creo que sí. Durante los últimos cinco años se han podido ver grandes cambios, en comparación con el pasado. A día de hoy, invitar a una mujer directora es visto como un gesto de progreso y apertura, en lugar de algo regresivo, como podía suceder décadas atrás, con tantos prejuicios.

Y me alegra especialmente que a menudo no solo sean debuts, sino también invitaciones regulares, lo que demuestra que contar con mujeres directoras en los primeros teatros y orquestas a nivel internacional se está convirtiendo en un hecho estable y no solo en episodio puntual. Espero de veras que esta tendencia se mantenga y se afiance aún más.

En cuanto a la situación actual de las mujeres directoras, ¿qué podemos hacer para animar a las jóvenes que sienten la vocación de esta profesión?

Creo que el mejor estímulo es el ejemplo concreto, el éxito concreto de mujeres directoras que alcanzan sus metas. Cuando yo comencé a estudiar, los mejores ejemplos para mí fueron Simone Young y Marin Alsop, dos referentes indiscutibles. Ahora espero que mis colegas y yo misma nos convirtamos en un ejemplo alentador para las niñas que sueñan con comenzar su camino como directoras.

Con su festival en Lviv ha intentado centrarse en las obras de Franz Xaver Mozart, el menor de los dos hijos que sobrevivieron al genio de Salzburgo. ¿Por qué es tan importante su figura?

Realmente el motivo fundamental de nuestro festival es la conexión con la tradición y la historia musical de Europa occidental, algo que Franz Xaver Mozart intentó construir con su trabajo en Lviv. Este año, el quinto ya desde la fundación del festival, estamos inmersos en una investigación histórica a gran escala sobre su vida allí. Lo cierto es que casi a diario descubrimos nuevos hechos y documentos interesantes, por ejemplo, sobre sus conexiones con Robert Schumann, Franz Schubert o Fréderic Chopin. Todos estos conocimientos están modificando y enriqueciendo nuestra mirada sobre la historia de la región. Después de 70 años de Unión Soviética en Ucrania, lo cierto es que tenemos que hacer un gran esfuerzo por reconstruir nuestra  propia historia y un sentimiento fuerte de pertenencia, rehabilitando puentes hacia nuestro pasado europeo. Y es ahí donde se enmarca, desde la música, nuestro festival en Lviv.

¿Qué tiene programado en su agenda para la próxima temporada 21/22? ¿Nos puede adelantar algunos planes?

Todavía no puedo anunciar todos mis compromisos para la próxima temporada, pero espero con interés conciertos muy interesantes con la. MDR-Sinfonieorchester y con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Stuttgart. También estaré al frente de la Orchestre de la Suisse Romande, incluyendo un concierto para las Naciones Unidas en Ginebra. También citas en Viena, Salzburgo… Estaré en el Covent Garden de Londres para dirigir Tosca, con Angela Gheorghiu como protagonista. Y tengo nuevas producciones de ópera en Stuttgart, Roma, Bologna… Y el próximo verano regresaré a Bayreuth con El holandés errante.

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Foto principal: © Serhiy Horobets