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Isata Kanneh-Mason: "Quiero romper las normas en la música clásica"

Convine dejar al un lado prejuicios y estereotipos al acercarse a Isata Kanneh-Mason, una joven pianista que ha conseguido fama mundial en los últimos años. Sus tan solo veinticinco años y su actitud, sonriente y jovial no deben confundirnos, son las suyas interpretaciones maduras que acumulan premios importantes como el recién concedido premio Leonard Bernstein o el Opus Klassik al mejor artista joven en 2020. Pero, además, Kanneh-Mason es una figura necesaria, imprescindible en el mundo de la clásica, todavía tan falto de referentes para la diversidad.

No esperaba tener esta entrevista en español. ¿Cómo lo ha aprendido?

Empecé hace un año, en la pandemia. Durante el confinamiento, necesitaba un proyecto y elegí aprender español, me encantan los idiomas.

Me llama la atención que tenga una trayectoria muy particular para alguien en la clásica. El salto a la fama fue en un show de talentos y ahora estás en las salas de concierto más prestigiosas del mundo. ¿Cómo ha sido esa transición tan poco frecuente para un músico?

La televisión en realidad no fue el momento más importante. Fue cuando mi hermano ganó la competición de la BBC, músico joven del año. A partir de ese momento empezó a haber muchas más oportunidades para él y también para mí. El talent show nos dio la fama para el gran público, pero no para el mundo de la música clásica.

Tampoco ocurre tan a menudo que alguien haga música con su familia. ¿Cómo es tocar con su hermano?

Es algo que me encanta, porque llevamos tocando juntos toda la vida y, por supuesto, nos conocemos muy bien. Me encanta estar en el escenario con mis hermanos porque podemos tocar de una manera muy instintiva. Es muy relajante, y lo podemos disfrutar de una manera diferente. Además, podemos asumir muchos riesgos juntos.

¿Qué clase de riesgo son esos que tomas con alguien a quien conoces tanto?

Riesgos musicales. Quizá un fraseo un poco loco, o un atrevimiento con el tempo, o con los sonidos. A veces un efecto dramático, una pausa más larga... es difícil describirlo, pero son cosas de este estilo.

Usted parece encarnar la alta música clásica, desde luego, pero también el espíritu popular. Parce moverse entre medias, ¿es esto cierto?

Para mí la música clásica toca algo muy especial dentro de mí, algo en mi corazón. Y quiero ser pianista porque quiero hacer llegar eso mismo a otros, a su interior. Quiero conmoverlos, inspirarlos y darles algo diferente de lo que puedan encontrar en su cotidianidad, algo especial. Creo que la música puede describir cosas que no podemos describir con palabras y que en todo caso no podemos sentir con la misma intensidad sin ella.

¿Y esto le pasa más a la música clásica que a la popular?

Creo que sí. La música popular es más accesible, es inmediata, pero la música clásica tiene niveles más profundos. Hay mucho más dentro de ella, mucho más que descubrir, mucho más que sentir. No obstante, tienes que lograr entenderla en primer lugar. Es menos obvia y accesible, eso está claro.

Uno puede volver a la música clásica cientos de veces y siempre encontrar otro algo nuevo...

Exacto. Y no ocurre lo mismo con la música popular. Al menos para mí.

 

 

Hablemos de los estereotipos. El típico músico de clásica sería un varón, blanco y de mediana edad. Parece que usted ha roto todos estos estereotipos a la vez. ¿Cómo se siente? ¿Hay en ello un sentido de responsabilidad?

Y es sin duda una responsabilidad, pero es una responsabilidad que me gusta y que quiero. Tengo suerte de poder estar en esta en esta posición, en este lugar. Y quiero inspirar a más personas que se me parecen -negros, o jóvenes o mujeres- para tocar música clásica. Me siento muy afortunada de poder hacerlo

Siempre tenemos la asignatura pendiente en la clásica de cómo atraer a las audiencias jóvenes. En Inglaterra parece haber más jóvenes cerca de la música clásica de la Europa continental. En todo caso, ¿se puede atraer a otro tipo de públicos a través de su figura?

Yo creo que aquí tampoco hay suficientes jóvenes cerca de la clásica, pero espero que yo pueda contribuir a atraerlos. Al final, todos necesitamos ver personas que son parecidas a uno mismo. En mi caso me gusta tener ídolos que se me parecen. De mismo modo espero poder inspirar a la gente como yo para tocar o simplemente para ir a un concierto porque estoy tocando yo.

Hablando de ídolos y parecidos. Me gustaría hablar de su nuevo disco. ¿Cuál es la idea detrás de su concepción?

Empezó con la sonata de Barber porque me encanta la obra. Es perfecta para mí, muy dramática y muy profunda. Muy interesante. Y luego… quería incluir otras obras para rodearla. Las otras obras de Barber vinieron porque complementan la sonata, pero además, al tratarse de un disco de música americana, tenía que incluir algo de música popular, transcripciones de canciones populares americanas. Quería representar un estilo variado. Porque este es el estilo de la música americana, incluir tanto como fuera posible. A Coleridge-Taylor lo introduje porque es del mismo lugar que mi madre, Sierra Leona, en África; por eso siento una conexión muy especial con su música.

Cuéntenos más de él, un autor afro-británico. Seguro que es nuevo para muchos de nuestros lectores. ¿Cómo ha sido su encuentro con este autor?

Ocurrió estando en la orquesta Chineke!, hace cuatro años. Tocamos una obra suya, y me gustó muchísimo. Hasta ese momento yo no sabía que había compositores negros en la música clásica. Fue algo nuevo y diferente y muy, muy inspirador, un encuentro muy especial. Descubrí sus obras y sus transcripciones y cuando empecé a construir este disco tuve que reservarle un lugar.

¿Encontraremos en su obra puentes entre la música clásica europea y la música africana?

Creo que no hay mucho de música africana, específicamente. Samuel Coleridge-Taylor es igual que yo, mi madre es de Sierra Leona, pero nunca he estado allí. En su caso era igual, su madre era de allí pero él era de Inglaterra. Y su música más bien tiene influencia de los Estados Unidos y de aquí. La música es más bien americana, pero yo sé que es de África también. Como en mi caso, eso crea una conexión con este lugar.

Su anterior disco lo dedicó a Clara Schumann, una mujer, y en este encontramos un autor negro. ¿Va a seguir por este camino de la inclusión y la diversidad? ¿Recuperar estas voces silenciadas?

Sí, voy a seguir por este camino, aunque no quiero hacer solo esto. Es una responsabilidad muy grande para que la asuma yo sola... Quiero que estas obras y compositores se incorporen al repertorio, pero no puedo hacerlo sólo yo. También quiero tocar otro tipo de música, si sólo tocara la música de estos compositores estaría enviando un mensaje peligroso, que solo las personas que se parecen a mí pueden tocar ese tipo de música. Éste no es un buen mensaje tampoco. Tengo que combinar ambas músicas para enviar el mensaje correcto.

Quizá engañado por su juventud, cuando me he acercado a su disco esperaba encontrar una interpretación explosiva y vital. Me he encontrado con la interpretación muy reflexiva y madura.

Para hacer este disco tuve mucho tiempo, mucho más que con el primero. He tenido tiempo para descubrir cada uno de los detalles y descubrir cómo quiero interpretarlos. También me ha influido la pandemia y mis experiencias con ella. Quería traerlas al disco. Fue un momento muy difícil para mí, y para todo el mundo, creo que he crecido en este trance y algo de ello hay en el disco... Crecimos por nuestro sufrimiento, por los momentos difíciles.

La clásica es un mundo dominado por la tradición. Usted ha empezado una carrera muy prometedora. Si se pone en el futuro mentalmente dentro de unas décadas, ¿cuál le gustaría que fuera su contribución a esta tradición?

Quiero romper las normas en la música clásica. Creo que las tradiciones son importantes y tienen un papel positivo, pero también creo que tienen que cambiar continuamente. Se suele considerar que la tradición es algo fijo, pero para mí está cambiando todo el tiempo. Tiene que cambiar al igual que la vida, que siempre está cambiando. La tradición es parte de la vida.

Foto: Robin Clewley.