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Mónica Lorenzo: "Siento un gran orgullo y responsabilidad por pertenecer a una institución como la OCNE"
Formada originalmente como pianista, Mónica Lorenzo terminó finalmente decantándose por la gestion musical. Tras su paso por Tenerife, San Sebastián y Barcelona, desde 2020, hace ya cinco años, ostenta la coordinación artística de la Orquesta y Coro Nacionales de España, en estrecha colaboracion con Félix Palomero y David Afkham. En la actualidad ejerce también la docencia, en el máster en Patrimonio Musical de la Universidad Internacional de Andalucía que se imparte en colaboración con la Universidad de Granada. Recientemente ha formado parte también del jurado del Concurso Internacional Toscanini para directores orquesta. Con motivo de todos estos compromisos, y en la antesala del próximo relevo de David Afkham por Kent Nagano al frente de la Orquesta y Coro Nacionales de España, conversamos con ella para conocer más de cerca su trayectoria.
Me gustaría empezar recapitulando su trayectoria hasta la fecha. Usted se formó como pianista, ¿en qué momento dio el salto al mundo de la gestión musical?
Sí, mi trayectoria empezó como pianista. Inicié mis estudios en el Conservatorio Profesional de Música de Santa Cruz de Tenerife, para posteriormente cursar al grado superior en Musikene, Centro Superior de Música del País Vasco. Tuve la oportunidad de estudiar piano con Gustavo Díaz Jerez, música de cámara con Eldar Nebolsin y música contemporánea con Ricardo Descalzo.
Durante mis últimos años de formación, descubrí que la ansiedad estaba cada vez más presente en mis conciertos, audiciones o exámenes. Fue un proceso difícil —la mente es muy poderosa— y poco a poco comprendí que quizá en el camino de la interpretación no me sentiría plenamente realizada.
En esas circunstancias, descubrí una asignatura de gestión cultural, impartida por María José Cano, vinculada a El Diario Vasco. Gracias a ella entendí el amplio ecosistema profesional que rodea a la música más allá de la interpretación, y vi la posibilidad de seguir desarrollándome dentro del ámbito musical desde otro lugar. También recuerdo con interés las charlas de Borja Pujol, director técnico de la Sinfónica de Bilbao, que resultaron muy inspiradoras.
Todo ello me motivó a reorientar mi formación en esa dirección y por eso decidí cursar un máster en gestión cultural en la Universidad Internacional de Cataluña.
Y fue en Barcelona precisamente donde empezó su actividad profesional con la gestión musical, si no me equivoco.
Así es. A las puertas de acabar el máster en Barcelona, tuvimos una clase con José María Sanchis, responsable de producción de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña. Nos comentó que en Agencia Camera estaban buscando incorporar a alguien a su equipo. Gracias a esa información, contacté con ellos y Víctor Medem, entonces director de la agencia, me entrevistó pocos días después y me ofrecieron integrarme en su equipo.
En ese momento, estaba realizando las prácticas del máster en Juventudes Musicales, precisamente en la oficina de Barcelona, con el doctor Jordi Roch, lo que me permitió combinar la experiencia académica con el inicio de mi actividad profesional en gestión musical.
¿En qué año sucedió todo esto, por situarnos?
Estábamos en el 2011, y me incorporé a Agencia Camera en mayo de ese año. Comencé como asistente de management en la sección de representación de artistas, y en poco tiempo pasé a tener el rol de mánager. Después de tres años en ese puesto, cuando Víctor Medem dejó la agencia, asumí la dirección de departamento, y poco después fui nombrada directora de Agencia Camera. Todo ocurrió de manera bastante rápida.
Como directora de la empresa, estuve cuatro años, desde 2016 hasta 2020, trabajando siempre bajo la supervisión de Josep María Prat como presidente de Grup Camera. Esos años en Agencia Camera fueron una experiencia apasionante, casi una década creciendo y desarrollándome profesionalmente en cada etapa.
¿Y cuándo y cómo se produjo el salto a la Orquesta y Coro Nacionales de España?
Fue precisamente al inicio de la pandemia cuando Félix Palomero me llamó para incorporarme a su equipo. Ni esperaba la propuesta, ni tenía previsto dejar Barcelona, pues me sentía muy a gusto y valorada en Agencia Camera. Sin embargo, la propuesta de Félix llegó en el momento oportuno, tanto por motivos personales como profesionales. Lo medité y sentí que era el momento adecuado para hacer un cambio de rumbo. Así decidí dar el salto a Madrid para asumir el puesto de coordinadora artística de la Orquesta y Coro Nacionales de España.
Me incorporé el 1 de julio de 2020, justo cuando se retomaba la actividad con los primeros conciertos en festivales como el de Granada. Fueron semanas muy inciertas, pero también cargadas de ilusión y de motivación por lo que estaba por venir.
Usted llegó pues a la OCNE cuando David Akfham llevaba ya cinco años en la entidad y había renovado su contrato, ahora también como responsable artístico de la institución.
Correcto. De hecho nosotros nos encargamos de tramitar la extensión y renovación de su contrato durante el primer año de la pandemia.
Como coordinadora artística de la formación, ¿en qué consiste exactamente su trabajo?
De algún modo, yo soy el nexo entre los distintos departamentos de la orquesta en lo que respecta a la línea artística. La mano derecha de Félix es la dirección adjunta, desempeñada por Belén Pascual, pero toda la programación artística pasa por mis manos. David Afkham, Félix Palomero y yo misma mantenemos una coordinación muy estrecha. Ya estamos trabajando en la programación de las próximas temporadas con Kent Nagano, que se incorpora como nuevo director titular el año que viene.
Esa planificación constituye la base de la programación. Una vez cerrada, me encargo de coordinar que se ejecute correctamente a nivel administrativo y contractual, definiendo planes de trabajo, negociando fechas, cachés, repertorio y agendas. Tras cerrar estos detalles, paso la información al departamento de producción para que todo se ponga en marcha. Asimismo, gestiono cualquier eventualidad, como sustituciones por enfermedad, y superviso la coordinación de las giras, incluyendo la relación con festivales de verano y otros compromisos.
Para mí, es un trabajo muy gratificante, y estoy profundamente agradecida a Félix Palomero por confiar en mí para este proyecto. Siento un gran orgullo y responsabilidad por formar parte de una institución como la OCNE.
¿Cómo valora el momento actual de la OCNE, ahora que el proyecto de David Afkham llega a su fin y en la antesala de la incorporación de Kent Nagano?
David Afkham deja una orquesta con un altísimo nivel artístico y con una plantilla muy renovada. Y esta es una base muy sólida y potente para que Kent Nagano pueda seguir desarrollando el proyecto durante los próximos años. Ahora mismo la orquesta está capacitada para enfrentarse a cualquier reto. El trabajo de Afkham ha sido importantísimo, ha otorgado mucha seguridad y flexibilidad al conjunto y genera mucha confianza en la orquesta.
Nagano supone al mismo tiempo una renovación y una continuidad, aportando además una extraordinaria experiencia internacional. Confiamos en que su incorporación al frente de la OCNE dotará a nuestra entidad de una gran visibilidad, proyección y prestigio, situándola a la altura de las grandes orquestas internacionales. Su amplio repertorio, muy vinculado con la creación actual, junto con una agenda artística de alcance global, refuerza esta convicción. Nagano, sin duda, garantiza la continuidad del legado de Afkham y abre un horizonte de desarrollo enorme para nuestro proyecto.
Recientemente ha tenido ocasión de forma parte del jurado del Concurso Internacional Toscanini, para directores de orquesta, ¿cómo ha sido la experiencia?
Mi experiencia en el Concurso Internacional Toscanini ha sido realmente extraordinaria. Fue un privilegio formar parte del jurado junto a colegas tan destacados como Ruben Jais, Cristina Rocca de la Chicago Symphony, Marian van der Meer de la Sala Concertgebouw, Sandra Paar de la Royal Liverpool Philharmonic, Lü Jia y Han-Na Chang.
La experiencia fue increíblemente enriquecedora: apreciar el magnífico talento de jóvenes directores de orquesta, explorar un repertorio tan amplio y diverso, y ser testigo del alto nivel artístico de todos los participantes. La orquesta fue fantástica, apoyando a los concursantes con energía y precisión, lo que hizo que la experiencia fuera aún más inspiradora.
Y por último, creo que este año también va a tener ocasión de compartir su experiencia profesional como docente.
Sí, actualmente formo parte del equipo docente del máster en Patrimonio Musical de la Universidad Internacional de Andalucía, junto con la Universidad de Granada, impartiendo la asignatura de ‘Programación, producción y gestión de eventos musicales’, que está liderada por Marina Hervás, doctora en el Departamento de Historia y Ciencias de la Música de la Universidad de Granada.
Estoy muy honrada de poder participar en este proyecto académico, contribuyendo a la formación de futuros profesionales en el ámbito de la música y el patrimonio, y así compartir conocimientos junto a colegas de gran trayectoria y prestigio.
Fotos: © Michal Novak
