PlacidoDomingo Novak Platea

Plácido Domingo: "No cantaré ni una nota de más, ni una nota de menos"

Historia viva de la lírica, Plácido Domingo es hoy en día el decano de la ópera, la figura en la que todos se miran e inspiran. Todo un recordman, su carrera ha superado hoy ya incluso sus propias expectativas, con más de cincuenta años de trayectoria profesional a su espaldas y rozando ya los ciento cincuenta papeles en su repertorio. Medio siglo de éxitos, en una superación constante, con una curiosidad insaciable y demostrando siempre una resistencia física y vocal que no tiene parangón. Artista completo, dotado con una voz única y reconocible urbi et orbi, todavía hoy sigue epatando cuando pisa un escenario. Ligado al Palau de Les Arts desde los inicios de la institución, en tiempos de Helga Schmidt, nos reunimos con Plácido Domingo precisamente allí, en su camerino en el teatro valenciano. Casi dos horas de conversación en las que pudimos hablar de su pasado, también de su futuro y no sólo de su trayectoria profesional sino también del Brexit, de Donald Trump y de la situación política en España.

A veces pienso que el primer sorprendido por lo lejos que está llegando, en estos últimos años, es usted mismo.

La verdad que nunca me pude imaginar, al empezar tan joven, que hoy seguiría todavía en activo. Empecé con mis padres e hice mil peripecias antes de tener una carrera profesional como tal. Hubo un tiempo entonces en que yo era el más joven de los cantantes y hoy se puede decir que soy el decano, soy casi el patriarca (risas). Es algo que me da una gran satisfacción, mucha felicidad. Vivo la música con pasión, intensidad y entusiasmo; y no sólo lo que yo hago, todo lo que pasa, todo lo que hacen mis colegas. Es un mundo loco pero fascinante.

Lo fascinante en su caso es que siempre que parece que podría agotarse, encuentra una vía para reinventarse. Lo hizo cuando se descubrió como tenor wagneriano y lo ha hecho ahora con los papeles para barítono verdiano.

Afortunadamente he encontrado soluciones para seguir en activo después de medio siglo cantando como tenor. Y siempre me gusta recordar que yo tuve que fabricarme una voz de tenor de arriba a abajo. Yo no tenía, ni mucho menos, la facilidad que tenían y tienen hoy otros colegas para sonar con esa luz y ese desparpajo en el agudo. Si ellos supieran lo que me costó construir eso subiendo cada vez medio tono… Habiendo cantado el Otello de Verdi y el Siegmund de Wagner en Die Walküre, y habiendo cantando también como barítono alguna cosa en zarzuela, había un color más oscuro y baritonal que merecía la pena explorar y aprovechar.

Es algo que siempre estuvo ahí en su voz, ya se escucha ese timbre bartola en las grabaciones de los años sesenta.

Sí, sí, exacto. Es algo que va ligado a mi naturaleza vocal. Por eso quise aprovecharlo para probar qué tal funcionaría mi voz en el repertorio para barítono que siempre he admirado, sobre todo en Verdi, que es realmente el centro de todo lo que canto ahora mismo. Es un repertorio amplio y fascinante: desde Simon Boccanegra a I due Foscari pasando por Macbeth, Nabucco, Rigoletto, La traviata… E incluso algunos papeles fuera de Verdi como el Athanaël de Thaïs

Siempre alabamos y admiramos su resistencia física, sus dotes naturales. Pero creo que se ha valorado menos la evidente necesidad de que ello viniera acompañado por una cabeza fría, capaz de planificar y tomar las decisiones adecuadas en cada momento. Con sus dotes naturales y una mala planificación, no estaría hoy aquí en activo.

He tenido que tener mucho cuidado. El riesgo de ir dando esos pasos adelante, esos cambios, siempre estuvo ahí. La crítica en general, a lo largo de toda mi carrera, me ha tratado bien. Siempre ha habido a quien no le ha gustado lo que he hecho y me parece muy bien; todo el mundo tiene su opinión y no se puede gustar a todo el mundo. Sí me gusta que se razonen las cosas. Me sorprende por ejemplo que a veces me critiquen el grave que tengo como barítono. Donde precisamente puede haber más dudas es en el pasaje, donde la naturaleza me lleva al color de tenor y tengo que buscar un color más oscuro y homogéneo. Ya son más de siete años ahora cantando papeles para barítono y la verdad es que estoy muy contento. 

Disfruta de la entrevista completa en el número 4 de la edición impresa de Platea Magazine. ¡Suscribete ya desde 6€ más gastos de envío por ejemplar!