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Un teatro verdaderamente vivo

Juan y Miguel Etayo Gordejuela: "El género chico o la fiebre teatral española de la Belle Époque". Editorial Casimiro Libros. Madrid, 2022.

Que el género chico, de chico no tenía nada más que la duración, parece que todos vamos concienciándonos de ello... décadas después de que la sociedad se olvidase, casi por completo, de él. Casimiro Libros edita ahora un tomo que se antoja imprescindible, donde Juan y Miguel Etayo Gordejuela le otorgan todo su valor, dignificándolo y poniéndolo en sus correctas coordenadas sociales, artísticas y económicas. Lo hacen como género completo, incluyendo aquellos títulos sin música, pero centrándose, al tratarse de su mayoría, en todas aquellas obras que incorporaban números musicales a su argumento.

Una música que pronto lo invadió todo, desde las casas más acomodadas, con sus reducciones para piano y voz, hasta los cafés, bares, por supuesto teatros de toda índole a lo largo de toda España, e incluso las mismas calles, a través de los organilleros y el cantar del día a día entre los proletarios y clases sociales más humildes. Un género fluido, dinámico, que encontró en sus letras, mayoritariamente cómicas, la parodia y la crítica social imprescindible en este teatro por horas, donde, como el texto recoge, muchos de sus libretistas eran, a su vez, periodistas. La actualidad constante, variada, rica, sobre un escenario que no dejaba de mutar. Un teatro verdaderamente vivo que lo significó todo e hizo de Madrid, concretamente, una de las ciudades europeas más activas teatralmente. Una butaca por cada 19 habitantes llegó a tener, como recogen los Etayo.

Es este, pues, un trabajo que viene a iluminar las verdades y realidades de un género único, sobre el que tantas veces recaen prejuicios y falsedades, en un totum revolutum que, esperemos, terminemos de ir deshaciendo más pronto que tarde, insisto, también gracias a obras como esta. La redacción cuenta con una originalidad narrativa de agradecer y está trufada de ejemplos e ilustraciones, mostrándonos la interrelación constante entre el género (y sus subgéneros) y la realidad, nutriéndose lo uno de lo otro. Madrid tiene su apartado particular junto al castizismo y el madrileñismo, al mismo tiempo que se recoge la música y textos de tantas obras que fueron más allá de esta ciudad. Tenemos pues, capítulos de emplazamiento, al igual que hay otros dedicados a los temas o los personajes, siempre sin perder cierto sentido del humor, inherente a lo chico. Por apuntar a esa misma luz, personalmente he echado en falta una actualización en asuntos tangenciales, como puede ser el caso de seguir atribuyendo el Teatro del Arte a Gregorio Martínez Sierra sin mencionar a su mujer, María Lejárraga, y por supuesto, una visión más actual al incluir a gitanos y mendigos dentro de un capítulo de "delitos" junto a chulos, carteristas, ladrones o terroristas. En el mismo sentido, el hablar de "crimen pasional" sin exponer una perspectiva desde el presente y la lacra de la violencia machista, se me hace llamativo.

En una cuestión ya técnica de edición, aunque seguro que bienintencionada, la inclusión de enlaces a Youtube resulta incómoda y un tanto inútil, en tanto en cuanto al día siguiente de su publicación ya pueden estar caducados... e incluso incurrir en faltas sobre derechos de autor. 

Un trabajo, recapitulo, imprescindible para estudiar, enmarcar y determinar una época dorada del teatro español y en concreto de la música escénica de nuestro país, a menudo subestimada e, incluso, menospreciada, por tratarse de obras breves y en gran número cómicas, pero que lo supusieron todo para nuestra sociedad, siendo reflejo y espíritu de lo que fuimos. También de lo que somos, porque como puede apreciarse en las líneas de El género chico, seguimos siendo reflejo de todo cuanto sucedía sobre las tablas en aquellos años. O ellas de nosotros y nosotras, ¿quién sabe?