Ángeles Gulín
Ángeles Gulín. Santiago Vela Parés. Témenos edicions. Barcelona 2017
Una de las cosas de las que no debemos cansarnos todos aquellos que escribimos sobre el mundo musical es reivindicar los grandes nombres que ha habido en este ámbito en España y que por un motivo u otro, si bien no han caído en el olvido, sí que han sido casi relegados al hacer recuento del talento musical con proyección internacional que se ha ido atesorando en el país. Además, es una obligación que tenemos recordar estas figuras para que las nuevas generaciones que se acercan a la lírica conozcan grandes cantantes cuya fama y valor se ha ido diluyendo con el tiempo. Porque aunque hablemos mucho del envejecimiento del aficionado operístico o clásico, el hecho es que los auditorios y teatros se siguen llenando aunque pasen los años, quizá no con el número de jóvenes que se desearía pero sí con personas de más edad que, en cierto momento, parecen encontrarse con este tipo de música y quieren disfrutarla en directo.
Por todo lo dicho anteriormente hay que celebrar que Témenos Edicions haya dedicado un libro (firmado por Santiago Vela Parés) a la gran soprano gallega Ángeles Gulín, una de las cantantes más destacadas de la segunda mitad del siglo XX. De brillante carrera, labrada con gran esfuerzo personal y truncada prematuramente por graves problemas de salud, Gulín poseía una voz de indudable belleza a la que se unía una sensibilidad artística de extraordinaria calidad. Lo más interesante de este volumen, además del sentido recuerdo personal de su marido, Antonio Blancas, y su hija Ángeles Blancas (ambos también dedicados a la lírica) que ocupan el prólogo del libro, son los comentarios sobre la artista de amigos y compañeros, lo que lo convierten, más que en una biografía al uso, en un homenaje. Homenaje también del autor que plasma en varias páginas su relación personal con Gulín, que seguramente tiene más interés para él y sus allegados que para el lector. No aporta tampoco mucho al conocimiento de la cantante gallega la brevísima biografía que se incluye, que está lejos de la rigurosidad y redacción que suele ser habitual al repasar la vida y obra de un personaje. Resultan exhaustivos e interesantes para el aficionado más puntilloso los diversos apéndices que ocupan casi la mitad del libro (aunque se eche de menos un índice que los ubique): Retazos de opiniones y críticas sobre actuaciones de Gulín, su repertorio lírico, los teatros y espacios donde cantó (con referencia al título, ciudad, compañeros y director de cada actuación), su discografía oficial y una entrañable colección de fotografías del álbum familiar de los Blancas-Gulín. Para finalizar, acompaña al libro quizá lo más destacado para el amante de la lírica: un cd con una recopilación de grabaciones de arias cantadas por la soprano con 11 fragmentos de óperas de Verdi, Falla, Rossini, Mascagni y Ponchielli. Todas ellas evidencian el gran nivel vocal e interpretativo de la soprano, y donde personalmente destacaría la extraordinaria escena del segundo acto de Un ballo in maschera “Ecco l’orrido campo”, donde Ángeles Gulín lo da todo en uno de los fragmentos más bellos creados por Verdi para una cantante de su cuerda.
Foto: Témenos ediciones.
