russomanno forcola

EL SEXTO SENTIDO

El concierto. Stefano Russomanno. Fórcola Ediciones. Col. Ficciones. Madrid 2018

No parece extraño que una persona que se ha movido en el mundo de la crítica y la reseña cultural, especialmente de música, y que es autor de varios ensayos sobre este tema, se lance a las aguas más turbulentas de la ficción, concretamente de la novela. Este es el caso de Stefano Russomanno, hombre que conoce desde dentro ese mundo ya que, como responsable de la sección de música de ABC Cultural, su contacto con los medios es directo.

Esa inquietud, suponemos, le ha hecho publicar en la siempre competente editorial Fórcola su novela El concierto. Russomanno crea un universo de ficción alrededor de lo que claramente (como comenta en unas notas al final de la narración) es un homenaje al pianista italiano Arturo Benedetti Michelangeli (1920-1995), uno de los virtuosos más destacados, y también de carácter más difícil del teclado del siglo XX. Un apartado, éste del carácter difícil, en el que no se encuentra solo entre los músicos de más alto nivel.

La acción gira en torno a un concierto excepcional que el pianista, siempre perfeccionista hasta extremos patológicos, misántropo y solitario, va a dar en un crucero de lujo formando (liderando para ser exactos) un cuarteto, algo también rarísimo en su carrera, muy alejada de la música de cámara. Esa excepcionalidad hace que el protagonista de la novela, un violinista profesional, se embarque en ese periplo por el Mediterráneo. Allí conocerá a otro melómano aún más ferviente admirador de Benedetti Michelangeli. Juntos vivirán los cambios de humor del maestro, sus rarezas y su escrupulosidad con el sonido del piano. Iremos conociendo mientras tanto la vida del protagonista, sus orígenes y de dónde surgió esa pasión por el pianista de Brescia. Además hay una trama paralela, de carácter romántico, un poco extraña, pero que el autor resolverá (cada cual decidirá si adecuadamente o no) al final de la novela, que también desvelará un final poco sorprendente si uno ya ha visto la película que da título a esta reseña.

La novela de Russomanno centra, para mí, su interés en su visión y análisis del trabajo de Benedetti Michelangeli, ahí está lo mejor del texto, en esa pasión y también en el sesudo trabajo que hay detrás de los comentarios de alguna de sus interpretaciones cumbres. El resto de la trama no tiene el mismo nivel aunque la arquitectura literaria no es mala. De todo lo que se escribe sobre el pianista me quedo con una párrafo que no sé si será sacado de alguna entrevista o texto del músico o si es una reflexión del autor pero que resume perfectamente lo que es el alma que anima esta novela:

“Mi música debe ser tocada, no interpretada, decía Ravel. Parece fácil de conseguir. Un tópico recurrente sostiene que los malos músicos son aquellos que se limitan a tocar las notas. Es cierto lo contrario. Limitarse a tocar la música es complicado. Es lo más difícil que hay. Es muy difícil resistirse a la tentación de poner en la música algo propio, algo personal.”