bernstein turner

AMBICIÓN E INTELIGENCIA

Vida y obra de Leonard Bernstein. Paul. R. Laird. Turner Música. Madrid, septiembre 2018.

Leonard Bernstein es uno de los personajes públicos más interesantes del siglo XX. No sólo como músico sino como hombre de indudable influencia que, desde un ámbito, el del mundo clásico, que normalmente se consideraba periférico, llegó a tener una presencia importante en la sociedad americana de su tiempo. Este año se conmemoran los 100 años de su nacimiento y es lógico que los focos vuelvan a centrarse en él, aunque realmente nunca han dejado de estarlo porque tanto sus grabaciones como director como sus composiciones siguen presentes en el mundo musical actual.

Paul R. Laird ha escrito este mismo año en inglés el libro que reseño y que la editorial Turner (con traducción José Adrián Vitier) ha lanzado recientemente. Es un libro con varias virtudes. La principal, a mi parecer, es su enfoque, que alejándose del estudio profundo y académico, resume, sin perder rigor ni precisión, de una manera breve y amena, la vida y obra de este músico norteamericano de origen ucraniano que, de muchas maneras, revolucionó la visión que tenía de la música clásica Estados Unidos. Y ese es otro de los méritos del volumen, la manera sencilla y clara en la que nos presenta a un personaje evidentemente contradictorio, genial, ambicioso y enérgico y con un talento para la comunicación excepcionales. Sin una familia de pasado musical y sólo con su talento y sus ganas de triunfar, además de una serie de coincidencias realmente afortunadas, Bernstein llega a lo más alto en una Norteamérica inmersa en la II Guerra Mundial, lo que le permitirá alcanzar una relevancia y una presencia en los medios inusual para un músico de clásica y menos siendo judío. Leonard, Lenny como muchos le llamaban, rompió moldes y abrió caminos. Fue abiertamente bisexual (aunque siempre jugó con esta ambivalencia como un marchamo, al principio de su vida le creó más de una crisis de identidad); judío triunfante en el mundo protestante y  rico de la Quinta Avenida, formado íntegramente en EE. UU. cuando lo normal era que los grandes popes musicales fueran emigrados europeos; heterodoxo en sus maneras y en sus composiciones, que mezclan influencias populares, de jazz o blues y que visitaron Broadway sin complejos. Capítulo destacado es el de sus famosos programas televisivos, que acercaron el mundo de la clásica a tantos hogares americanos. En fin, toda una figura que con el tiempo se fue asentando como uno de los grandes de la composición del siglo XX y sobre todo como uno de los directores más personales y eclécticos que dirigieron grandes orquestas, especialmente la de Nueva York y Viena.

La amenidad del libro, como ya he comentado, es evidente. El relato fluye con facilidad y mezcla la vida musical y personal de Bernstein sin problemas, con naturalidad. Tampoco evita la crítica al músico cuando sus formas o maneras no convencen al autor y aunque siempre está presente la admiración por su figura (¿quién no la tiene?) no es un libro-loa como muchas veces tenemos que leer los que nos dedicamos a la reseña de libros sobre música. Es una biografía ideal para el que se quiere acercar a este hombre tan complejo (como lo define el propio autor) pero tan atrayente en tantos aspectos, y que además ayuda a cubrir un hueco en la escasa bibliografía en castellano que hay sobre uno de los grandes músicos del siglo pasado.