EL DIVULGADOR EXQUISITO
La Traviata. José Luis Téllez. Ed. Cuestión de Belleza. Orense, 2018.
Hablar de José Luis Téllez es hablar de una de las personas que más hecho por dar a conocer la música clásica en España desde los años 70 hasta ahora. Personalmente lo considero el más importante “divulgador” sobre este tema, entendiendo por divulgador aquel, que a través de los medios de comunicación (y también de diversas publicaciones) da a conocer al gran público un tema, en este caso el mundo de la clásica y de la lírica. Fue (siguiendo con el sesgo personal) una de las personas que más me acerco el mundo de la ópera cuando yo no tenía ni posibilidades ni medios de acudir a una representación en directo. Sus certeros, inteligentes y amenos comentarios que precedían a las escasas (pero mucho más abundantes que en la actualidad) retransmisiones de eventos operísticos en Televisión Española hicieron que mi interés por el género, ya nacido, creciera y aumentara. Desde entonces siempre me ha parecido que una de sus señas más identificativas, la exquisita construcción gramatical de sus frases, siempre enriquecida por un extenso vocabulario, debía ser un ejemplo para cualquiera que intentara hacer de crítico o de comentarista de un espectáculo musical de las características que comentamos.
Sirva este preámbulo admirativo para presentar y comentar el lanzamiento (o quizá se debería decir reedición) de un amplio ensayo de Téllez sobre La Traviata de Giuseppe Verdi que ha hecho, de una manera exquisita la editorial Cuestión de Belleza. El escritor recupera (con mínimos retoques) el texto que escribiera para las representaciones que se dieron en el Teatro de la Maestranza de Sevilla en la temporada de su inauguración en 1992, año de fastos y de publicaciones en el que no se reparaba en gastos. Ese libro parece que está descatalogado y por eso hay que celebrar que Cuestión de Belleza recupere el excelente trabajo de Téllez sobre la que, seguramente, es la ópera más conocida del maestro italiano. En sucesivos capítulos (separados por cierto por unos bellos grabados de Pilar Fdez-Pinedo Armendáriz) el ensayista va desentrañando la obra. Desde su originalidad por ser la primera ópera que sitúa su acción en la misma época de la composición, pasando por la génesis de la obra, para ya abordar con más profundidad y con el rigor acostumbrado tanto el libreto como la música (principal, sin duda, apartado de todo el ensayo). No olvida Téllez narrarnos los avatares de Traviata: su estreno en La Fenice de Venecia, la relación de Verdi con las sopranos que encarnaron el papel o su llegada a España. Termina el ensayo con una sinopsis argumental y se completa la edición con una selección discográfica breve pero de gran calidad y con el contrastado criterio del autor.
La Traviata es una ópera imperecedera y todo el que lea este ensayo la amará un poco más gracias a una buena edición y a un divulgador, estudioso y escritor, que enriquece con su voz el conocimiento de la obra maestra de Verdi.
Foto: Editorial Cuestión de belleza.
