cuarteto cuerda

UN GÉNERO IMPRESCINDIBLE

Historia del cuarteto de cuerda. Gabriel Menéndez Torrellas. Ed. Akal. Madrid 2018.

Abordar la historia de un género tan especial, tan íntimo y tan importante como la del cuarteto de cuerda es ya en sí una labor que merece todo nuestro respeto y, sobre todo, nuestro interés. Muchas veces hemos comentado en esta sección la escasez de estudios y trabajos musicológicos de especialistas españoles que aborden con profundidad temas que aúnen atractivo para su lectura como aficionado con una profundidad que atraiga al profesional de la música, sobre todo teniendo en cuenta la calidad de los musicólogos que tenemos. Historia del cuarteto de cuerdade Gabriel Menéndez Torrellas, publicado por la editorial Akal, nos permite introducirnos con un rigor bien esquematizado en la evolución de ese género que nació en pleno clasicismo, de la mano de Joseph Haydn, con una mezcla de necesidad (por los músicos disponibles en un momento dado en una mansión nobiliaria) y ganas de emprender nuevos caminos, de explorar, que distingue a los grandes compositores de los mediocres. 

El planteamiento que nos hace Menéndez Torrellas para conocer el género me parece inteligente y eficaz. Esa manera de abordar el trabajo comienza con dos palabras inglesas que definen lo que será el estudio de las diversas épocas y evolución del mundo del cuarteto. Diferencia entre los compositores cuyo corpus dedicado al cuarteto de cuerda es muy significativo y básico en la evolución del género (Haydn, Beethoven, Shostakovich, por ejemplo) y a los que denomina mainstream, y los que lo han abordado de forma más esporádica dentro de su trayectoria pero cuyas aportaciones también han sido muy significativas y han abierto nuevas sendas en este mundo camerístico tan maravilloso y a los que denomina outsiders. Estarían en ese grupo Mozart, Schubert, Janáček, entre otros. A partir de ahí el libro se divide en seis partes, correspondientes a seis épocas históricas evolutivas del cuarteto de cuerda, que su vez se dividen en veinticuatro capítulos donde se estudian los autores y sus obras. En cómo se abordan esos capítulos está la génesis del estudio con esa dualidad que comentaba más arriba que contempla el enfoque más, digamos, didáctico, y el más profesional. Tomemos por ejemplo de los capítulos 8 y 9 dedicados a ese monumento de la historia de la música (sobre todo sus últimos opus) que son los cuartetos de Beethoven. En una primera parte dedicada a un cuarteto o a un grupo de ellos, el autor nos comenta la posición del compositor y el trabajo (de manera general) respecto a esa obra, pasando después al estudio más pormenorizado de algunos movimientos del cuarteto en concreto. Es ahí donde los aspectos técnicos son más específicos, apareciendo numerosos ejemplos en pentagrama de las aseveraciones y comentarios que se hacen. 

Poco a poco vamos recorriendo la historia del cuarteto de cuerda, deteniéndonos en sus hitos más significativos, como el cuarteto nº 2 op.10 de Arnold Schönberg, una obra que es significativa no sólo en el campo del género que nos ocupa sino de la música en general, pues se considera el comienzo de la atonalidad (hija del famoso acorde de Tristán de Wagner). El repaso alcanza hasta finales del siglo XX, demostrándonos que el cuarteto sigue vivo, siendo ese acuerdo entre cuatro iguales (dos violines, viola y violonchelo) que crean mundos sonoros aún fundamentales para disfrutar del mundo de la música clásica.

Foto: Akal.