Gregory Kunde libro 1

GREGORY KUNDE, EL MAGNÍFICO TENOR

Gregory Kunde, una vida para cantarla. José Luis Jiménez. Ed. Pigmalión. Madrid, 2019

Hay personajes en la historia de la música, y concretamente en la de la ópera, que levantan admiración no sólo por sus dotes artísticas sino también por su talla humana. Uno de los ejemplos más palpables en el mundo musical actual es el del tenor estadounidense Gregory Kunde. Y aunque para los que conocemos más o menos de cerca la trayectoria del cantante lo dicho más arriba es evidente, está bien que se difunda esa trayectoria profesional y personal ante el gran público que muchas veces desconoce a aquellos cantantes (hombres o mujeres) que no están constantemente en el candelero de las redes sociales. Es lo que ha hecho el periodista y escritor José Luis Jiménez dedicando un trabajo riguroso y atento a la vida y a la obra del tenor.

La estructura del libro es la típica de una biografía. Partimos de los orígenes familiares del cantante, sus primeros pasos en el mundo de la música, especialmente sus años en la Lyric Opera de Chicago, lugar donde coincidiría con el prologuista del volumen, Sir Antonio Pappano director en estos momentos de la Royal Opera House londinense. Son años de aprendizaje en uno de los teatros más prestigiosos de Estados Unidos, debutando profesionalmente como Segundo Nazareno en Salomé de Richard Strauss. Forma parte también del coro y conoce al que será una referencia siempre para él: Alfredo Kraus. El libro va desgranando la trayectoria del tenor en una carrera desarrollada en sus primeros tiempos en Estados Unidos y Canadá. Después dará el salto a Europa teniendo como hito más señero (aunque cantó en otros muchos teatros) su participación en el Festival de Pesaro, dedicado a Rossini, y que dirigía el extraordinario maestro Alberto Zedda (a quien está dedicado también el libro in memoriam). La relación que allí se establece entre el tenor, el director y el bel canto es fundamental en la carrera del cantante que ha sido durante años un referente en este repertorio.

En la trayectoria de Kunde se cruza el cáncer, un tremendo reto que él supera pero que constituyen las páginas más duras de esta biografía. Superada la enfermedad, llegamos al que, para mi, es el capítulo más interesante del libro: la transformación del repertorio del tenor  norteamericano a partir de su contacto con Berlioz y esa “nueva carrera” que llega hasta nuestros días que sorprende, y sobre todo admira, a cualquier aficionado. Jiménez lo explica con detalle y uno tiene la sensación (incluso se habla de “intervención divina”) de que todo es como un milagro. Puede ser. Pero detrás de esos “milagros” hay muchas horas de trabajo y de esfuerzo, hay una personalidad férrea y a la vez tremendamente humana que, personalmente, admiro mucho.

Hay más cosas en la biografía, por supuesto: la historia de relación personal entre biografiado y escritor y cómo se va fraguando, a través de muchas charlas, este libro, un inestimable álbum fotográfico y la historia de su carrera hasta nuestros días. Y sobre todo el reconocimiento, vuelvo a decir, a una figura fundamental del canto en la actualidad, muy querido en España, y que debía tener este homenaje en forma de libro.