Colección de estampas
Brahms, un compositor de estío. Johannes Forner. Sílex ediciones. Madrid. 2019
Aparecido originalmente en 1997 en alemán, nos llega ahora un interesante collage, firmado por el profesor Johannes Forner (y excelentemente traducido por Santiago Martín Arnedo), sobre la vida y también la obra (inseparables ambas, como en cualquier artista) de Johannes Brahms. Siempre damos la bienvenida desde esta sección a estas nuevas aportaciones a la bibliografía en español, que recalcamos, aún es escasa en el tema musicológico y más cuando se refiere a libros publicados en otros idiomas. Forner, nos propone no una biografía al uso sino más bien una “colección de estampas” (como él mismo las define) sobre el devenir de un personaje tan interesante como el compositor alemán.
Es verdad que Brahms es un creador muy conocido y que sigue programándose con gran asiduidad. También está bien documentada su vida, aunque él nunca fue una persona muy comunicativa ni dada a explayarse en contar sus intimidades. Pero a través de su epistolario y el de las personas más cercanas a él, conocemos muchas facetas de una personalidad compleja e interesante que nuestro autor intenta desvelar, siempre desde una perspectiva rigurosa pero también, me atrevería a decir, que novelesca y pictórica. Este último calificativo lo hago pensando en las distintas pinceladas, no siempre con una conexión de tiempo-espacio definida, sobre el personaje y su relación con el mundo que le rodeaba. Sobre todo su proceso creativo, no tanto en el sentido musical, aunque también, sino de su intercomunicación con el medio, con sus vivencias y, sobre todo, con la naturaleza. En esta época, muchos de los grandes compositores o compositoras (no nos olvidemos de Clara Schumann, su mejor amiga y, con toda seguridad, su amor imposible) eran antes que nada, grandes virtuosos, en nuestro caso del piano. No se podía vivir de las nuevas creaciones por muy buena acogida que tuvieran, y era en los retiros estivales, cuando había un parón en las interminables giras de conciertos, cuando el compositor podía buscar el tiempo y el lugar necesario para dar rienda suelta a su creatividad.
En el caso de Brahms, vamos recorriendo a lo largo de los distintos capítulos este peregrinaje creativo, siempre con el hilo conductor (y también personal y auténtico) de sus cartas, de la comunicación con amigos, que nos ayudan a dibujar esa evolución en la vida y obra del compositor. Hay múltiples ejemplos a lo largo de estas páginas que nos ejemplifican lo que comento, pero por ser muy significativo y además muy común en tanto autor germánico, la relación, y la reacción, tan especial que sienten cuando viajan a Italia. Este contraste tan evidente entre el mundo del norte y el del sur produce obras magníficas, aunque sean a posteriori. Ese “después”, generalmente en zonas campestres, está estupendamente documentado en el libro, como podemos comprobar en la narración del verano de 1881 en Pressbaum y como ese retiro (y aún guardando en la retina la fuerza de la luz mediterránea) compone obras tan significativas como el 2º concierto para piano y orquesta.
Es sólo un ejemplo; lo que recomiendo es, tranquilamente también, en algún tiempo de descanso, coger la excelente edición de Sílex y dedicarse a deambular por ese mundo postromántico que recorre este libro que se lee con gusto, diría que con mucho placer si eres admirador del gran Johannes Brahms.
