Intensidad
Múnich. 03/07/2019. Bayerische Staatsoper. Bellini: Norma. Carmen Giannattasio, Angela Brower, Riccardo Massi, Dir. de escena: Jürgen Rose. Dir. musical: Andrea Battistoni.
La principal motivación de estas funciones de Norma en Múnich era la presencia de Sonya Yoncheva en el rol titular. Sin embargo, dado el avanzado estado de gestación de la soprano búlgara, ésta se vio forzada a cancelar su presencia, siendo sustituida por la italiana Carmen Giannattasio, quien defendió el papel protagonista con intensidad y credibilidad. Voz más bien metálica que carnosa, su instrumento recuerda por instantes al de Renata Scotto. Las comparaciones son odiosas, pero creo que es una buena referencia para ver los puntos fuertes de Giannatasio con perspectiva. Y es que más allá de algunos sonidos apurados en el grave y dos o tres ascensos comprometidos al agudo, la italiana sorprendió con una emisión sólida y bastante regular, logrando modular su instrumento con cierta naturalidad. Lo mejor de su encarnacion fue en todo caso la intensidad que puso en cada escena y la intencionalidad con que desgranó el texto. Por lo escuchado aquí, me atrevo a decir que puede ser una buena Giovanna d’Arco estos días en Madrid, en las próximas funciones en versión concierto del Teatro Real.
Angela Brower es una cantante forjada en el Opera Studio de la Bayerische Staatsoper, bien conocida pues por el publico local, que valoró con gran cariño su estupenda recreación de la hermosa parte de Adalgisa. Aunque el grave de esta partitura se escapa un tanto de sus posibilidades, en cambio Brower exhibió un agudo descollante, tan fácil como limpio y brillante. Fue una grata sorpresa escuchar el Pollione de Riccardo Massi, una voz robusta y amplia con un agudo bien resuelto, de timbre grato y fraseo bien compuesto. Bordó su escena inicial, encaramándose al agudo con soltura; y contribuyó a elevar la tensión en los diversos concertantes con Adalgisa y Norma.
Vibrante y espléndida la dirección musical plasmada en el foso por Andrea Battistoni, un joven maestro italiano que a buen seguro dará que hablar en los próximos años. Su lectura fue detallada, optando por unos tiempos ágiles, un punto marciales, que sin embargo dieron lugar a un lirismo refinado y evocador. Escuchar una partitura tan genial como Norma en manos de una orquesta verdaderamente excelsa y virtuosa, como la de la Bayerische Staatsoper, es toda una experiencia. Qué colores, qué brillo, qué profundidad en lo más sencillo... Bravo una vez más por la mejor orquesta de foso del mundo. Y una mención también para el coro titular, siempre preciso en sus intervenciones.
Se reponía en esta ocasión la producción de Jürgen Rose que fue estrenada en 2006 por Edita Gruberova. Es un trabajo confuso, que intenta conjugar la atención más o menos literal al libreto con una estética entremezclada con guiños contemporáneos (la caracterización del coro y sus armas, por ejemplo). Tiene la virtud de situar las voces siempre en primer plano, pero desde un punto de vista dramático resulta un trabajo del todo anodino, confiado por entero a la destreza de los solistas de turno.