Palais Garnier Marc Walter OnP

La Ópera de París seguirá cerrada hasta final de año y Stéphane Lissner adelanta su marcha 

Inmersa en plena celebración de su bicentenario, la Ópera de París está sufriendo seriamente los estragos de la pandemia del coronavirus, que se suman a sus ya habituales complicaciones con los sindicatos y los numerosos paros que marcaron su actividad durante el último año, al hilo del movimiento reivindicativo de los chalecos amarillos. En esta ocasión, el teatro ha comunicado su cierre hasta finales de este mismo año, suspendiendo toda su actividad prevista para el otoño de 2020.

En concreto, la sede de la Ópera de París en Bastilla premanecerá cerrada hasta final de noviembre y la sede en Garnier hará lo propio hasta finales de diciembre. Esta decisión obliga a suspender sine die la nueva producción del Anillo de Richard Wagner que Calixto Bieito tenía previsto firmar allí durante esta temporada. El teatro parisino afronta pérdidas por importe de 45 millones de euros, tras el cierre forzoso por el coronavirus.

Coincidiendo con esta decisión, Stéphane Lissner, el director de la Opéra national de Paris, ha manifestado su deseo de terminar sus funciones el 31 de diciembre de 2020, seis meses antes del vencimiento de su mandato, para tomar las riendas de su nuevo puesto en el San Carlo de Nápoles, donde ha improvisado un festival de verano al aire libre con grandes nombres de la lírica. Así, a partir del 1 de julio de 2020 Alexander Neef se incorporará como nuevo director artístico, asistido por Martin Ajdari, subdirector general del teatro.

Más información aquí. Foto: © Marc Walter / OnP