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Crónica: Final de la 53 edición del Concurso de Canto Tenor Viñas

El inicio de la temporada lírica en Barcelona lo marca con solera desde hace años el Concurso Internacional de canto Francesc Viñas, o Tenor Viñas como parece que se denomina ahora. En su 53ª edición el Concurso, que siempre se supera en número de cantantes, el certamen continúa siendo cita obligada para los amantes de las voces, tras más de cincuenta años de celebración en la ciudad de Barcelona y con el Gran Teatro del Liceu como sede del concurso.

Los números de este año, según comunicado oficial de prensa del Liceu, indican un total de 568 cantantes inscritos, procedentes de más de 60 países, siendo Corea (con 1260), Rusia (con 51) y España (con 32) los países con mayor participación. Hubo pruebas eliminatorias previas en las siguientes ciudades: Nueva York (MET), Milán (Teatro alla Scala), Londres (ROH), Moscú (Bolshoi, por vez primera en la historia del concurso), Berlín (Staatsoper), Beijing (NCPAC), Madrid (Teatro Real), París (OPN) y San Francisco (SFO). A estas nueve ciudades hay que sumar las eliminatorias llevadas a cabo en Barcelona, audiciones preliminares con un jurado distinto del oficial, formado por Damià Carbonell (Adjunto de la dir. artística del Teatro Real de Madrid), Eduard Giménez (tenor y profesor en jefe del Departamento de Canto del Conservatori del Liceu), Mirna Lacambra (soprano y Presidenta de Amics de la Òpera de Sabadell) y Leticia Martín (Adjunta de la dirección artística del Liceu). 

A la final del viernes 22 de enero llegaron 21 cantantes (8 sopranos, 5 barítonos, 3 mezzos, 3 bajos y 3 tenores), de los siguientes países: 7 coreanos, 3 rusos, 2 ucranianos, 2 italianos, 2 españoles, 1 de Moldavia, 1 de Polonia, 1 de Armenia, 1 de Georgia y 1 de EE.UU. 

El nivel de la final, celebrado en la sala principal del Liceu fue menos atractivo que otros años, con voces como las de los jóvenes Dmytro Kalmuchyn, barítono de Ucrania de bello y aterciopelado timbre, pero todavía bastante inmaduro para encarnar con solvencia el Conde mozartiano de Le Nozze como se puedo apreciar en un Hai già vinta la causa demasiado académico y sin personalidad. Algo parecido pasó con la segunda participante, la soprano moldava Ana Cernicova, una voz de proyección limitada, expresión mejorable y corrección justa que hizo pensar en otras voces escuchadas en semifinales que parecieron guardar mayor clase vocal y sin embargo no llegaron a la final. De los siete coreanos finalistas, ¡de 1260 presentados! hay que destacar con justicia las dos sopranos, So Yon Park y Soyoung Lee, ambas con unas voces similares, de timbre pulido, brillantez técnica, seguridad y virtuosismo, instrumentos que parecieron privilegiados, sobretodo Park, quien cantó en la final un Ach ich Liebte de El rapto en el Serrallo de sonido impecable y una Canción del Ruiseñor de más que aceptable dicción con un registro agudo extrovertido y sobrado. Destacaron también por medios y calidad del instrumento vocal los barítonos Hankyol Kim, quien cantó Urna fatale de La forza del destino de Verdi, con voz homogénea y buenos detalles expresivos, algo poco común en sus compatriotas en general, y sobretodo, una Vision fugitive de acentos elegantes con estilo y sentimiento. Su compañero Kihun Yoon, barítono de voz grande y meloso color gustó mucho con una interpretación del aria Di provenza que hizo recordar por la calidad de la emisión al gran Ambrogio Maestri. Grata sorpresa fue la intervención de la soprano italiana Selene Zanetti, quien arriesgó interpretando el aria y cabaletta Tacea la notte…di tale amor de Il trovatore de Verdi, luciendo una color llamativo, de tintes oscuros, buen caudal sonoro, estilo y más que solvencia técnica que reafirmó con la terrible escena final de Il pirata de Bellini, donde solo habría que mejorar el carácter algo académico de una interpretación que ganará con la experiencia en escena. De los nueve cantantes eslavos en la final, destacaron con justicia la soprano rusa Maria Buinosova, de porte y presencia física muy elegante, quien ofreció una medida, quizás demasiado, Manon de Massenet -Je marche- y la preciosa Ah ich füchl’s de La flauta mágica con una clase y un control exquisito de la respiración y el estilo que marcó diferencia. También la mezzo-soprano rusa Yulia Mennibaeva destacó por encima de la media de los finalistas por el uso de una instrumento privilegiado, de verdadero color de mezzo, oscuro y denso, con unos graves generosos y carnosos como se pudo percibir en una modélica aria de Dalilah, Mon coer s’ouvre à ta voix, de Saint-Saëns y en la seguridad y estilo característico en el aria de Marfa de la Kovanchina de Mussorgsky. Presencia, dominio escénico, personalidad vocal y estilo ofreció la atractiva mezzo-soprano de Estados Unidos, J’nai Bridges, quien cantó O mío Fernando y cabaletta de La Favorita de Donizetti y la hermosa pieza de la Ariadne auf Naxos, Sein wir wieder gut, una atrevida apuesta straussiana que llamó la atención y la hizo destacar del resto, a pesar de cierta monotonía expresiva.

Por último mencionar con justicia las dos voces españolas de la final, la de la soprano Sara Blanch, quien cantó la espectacular segunda aria de la Reina de la Noche de La flauta mágica con una seguridad y aplomo deslumbrantes, con un registro agudo descollante, notas picadas certeras y brillantes y una presencia física magnética y muy expresiva. La soprano catalana canto en segundo lugar la romanza Me llaman la primorosa de El Barbero de Sevilla de Nieto y Giménez, coronada con un luminoso Mib, donde lució estilo y desenvoltura canora con un sonido fresco de irresistible encanto, llevándose la ovación de la final con un público que se rindió ante la casta de la joven quien demostró crecerse ante el reto de la final. Por su parte, el tenor Marc Sala, quien había demostrado una clase belcantista de primer orden en las semifinales, con un dominio del estilo y el fraseo que lo auparon a la final con buen criterio. La suerte no estuvo de su parte pues con un visible resfriado, que casi anula su participación en la final, como le pasó al participante de Georgia, el tenor Otra Jorjikia quien a última hora no se presentó en la final, Sala cantó con gallardía la Furtiva lagrima donizettiana, con bellas intenciones y expresión, pero con evidentes veladuras en su emisión producto de su estado. Acabo su intervención con la belliniana Ah perché non poso odiarti de La sonnambula demostrando tablas y valentía. Mención aparte por supuesto para los pianistas repertoristas que acompañaron la final: Anna Crexells, Marta Pujol, Ricardo Estrada, Stefano Giannini y Eduard Kiprsky.

El resultado del certamen, aportado tan solo dos horas después del cerrarse las intervenciones, fue el siguiente:

Primer Gran Premio Francisco Viñas, ofrecido por la Fundació Puig y la Fundació Gran Teatre del Liceu:

 J’nai BRIDGES (Estados Unidos)

Dos Segundos Premios ofrecidos por la Fundació Gran Teatre del Liceu, Associació de Liceístes 4t i 5è Pis, Bufet Bergós-Advocats y Reial Cercle Artístic de Barcelona:

 Selene ZANETTI (Italia)
 Yulia MENNIBAEVA ( Rusia)

Cuarto Premio “Maria Esperança Salvans Piera”, ofrecido por la Sra. Cristina Bertran Salvans:

 Sara BLANCH (España)

Quinto Premio, ofrecido por el Grup Fundacional d’Amics del Concurs “Tenor Viñas”:

 Kihun YOON (Corea)

Sexto Premio, ofrecido por Hoteles Catalonia, Ros Bombon S.L. y Grup Fundacional d’Amics del Concurs “Tenor Viñas”:

 Yurii VLASOV (Rusia)

 
PREMIOS ESPECIALES

Premio Especial, ofrecido por el tenor Plácido Domingo, a un finalista tenor:

Sungho KIM (Corea)

Premio Especial, in memoriam de Max Klein y Madronita Andreu, ofrecido por su hija Marta Obregón de Villavecchia, al mejor intérprete de Mozart:

Miriam ALBANO (Italia)

Premio especial, ofrecido por el Teatro Nacional de la Zarzuela, al mejor intérprete de Zarzuela:

Sara BLANCH (España)

Premio Especial, ofrecido por la soprano Montserrat Caballé y el tenor Bernabé Martí, al mejor intérprete de Verdi:

Selene ZANETTI (Italia)

Premio Especial, ofrecido por la Sra. Leonor Gago, al mejor intérprete de Música Rusa:

Yulia MENNIBAEVA (Rusia)

 

PREMIOS EXTRAORDINARIOS

Premio extraordinario, convocado por la Fundació de Música Ferrer-Salat, a seis cantantes españoles:

Mata BAUZÁ  – Guiomar CANTÓ – Sara BLANCH
Marc SALA - David BARRERA – Yauci YANES

Premio Extraordinario, ofrecido por el tenor Plácido Domingo, al mejor cantante español:

Sara BLANCH

Premio Extraordinario “Mercedes Viñas”, ofrecido por la Sra. Teresa Vilardell, a un joven cantante:

 Adam KUTNY (Polonia)

Premio Extraordinario, ofrecido por el Ayuntamiento de Moiá, al mejor cantante catalán:

Sara BLANCH

Premio extraordinario, ofrecido por Teatro Real de Madrid, a los cuatro primeros ganadores de un Premio Oficial:

 J’nai BRIDGES (Estados Unidos) – Selene ZANETTI (Italia)
Yulia MENNIBAEVA ( Rusia) – Sara BLANCH (España)

Premio Extraordinario, ofrecido por el Festival Castell de Peralada, a dos ganadores de un Premio Oficial:

Sara BLANCH (España) – Yurii VLASOV (Rusia)

Premio Extraordinario, ofrecido por la Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell y su Presidenta, la soprano Mirna Lacambra, a un ganador de un Premio Oficial:

Kihun YOON (Corea)

Premio Extraordinario, ofrecido por la Sra. Leonor Gago, directora de Concerlirica Opera Internacional a un finalista:

 J’nai BRIDGES (Estados Unidos)

Premio Extraordinario, ofrecido por la Accademia Musicale Chigiana de Siena (Italia), a un joven cantante:

Seung Hoon BAEK (Corea)

Premio Extraordinario, ofrecido por el European Opera Centre, a un cantante europeo:

Miriam ALBANO (Italia)

Premio del público asistente a la prueba final:

Sara BLANCH (España) – Kihun YOON (Corea) 

* El concierto con las voces premiadas del pasado día 24 de enero está disponible en la web de Catalunya Ràdio