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EL SIGLO INABARCABLE

La música en el siglo XIX. Walter Frisch. Col. Historia de la música occidental en contexto. Ed. Akal. Madrid 2018

Lo primero que uno se pregunta al abordar la reseña de un manual sobre la música del siglo XIX (aunque sea del aspecto concreto de su “contexto”) es como se ha podido hacer tan magno empeño sin perder rigor y abordando la mayor parte de la materia que encierra este periodo histórico. El XIX, si no el más prolijo en número de composiciones (ahí tenemos ese XVIII donde la producción musical alcanzó cuotas que seguramente no se repetirán) si que forma el corpus fundamental de la interpretación musical clásica en las salas de concierto y en los teatros de ópera de todo el mundo. Pero hay que reconocer que Walter Frisch, en su volumen para Akal dentro de la colección “Historia de la música occidental en su contexto”, ha sabido compendiar de manera acertada este campo tan amplio. En primer lugar delimita (fiel al objetivo de “contextualización” de su estudio) el periodo a tratar desde 1815 (fecha del Congreso de Viena que finiquita –aunque haya rebrotes posteriores– la Revolución Francesa y abre un periodo claramente conservador en la política europea) a 1890, fecha que el autor considera como el comienzo de cambios fundamentales en la concepción musical (el Modernismo, por ejemplo) que se abren ya a otro siglo y otras formas musicales. Como todas las delimitaciones, ésta tiene sus pegas pero a lo largo del volumen Frisch da argumentos suficientes para que aceptemos su propuesta.

A partir de aquí los distintos capítulos, aunque tratan temas conocidos, lo hacen desde una visión fresca y dinámica, muy bien documentada y con una amenidad que casi convierten la lectura del manual en un relato literario. Frisch entra en materia con el movimiento que marca el siglo: el Romanticismo. Aunque nos aclara que esas compartimentaciones que ahora utilizamos eran bastante ajenas a la época. El Romanticismo, que surge como reacción al Clasicismo, impregna el quehacer de los compositores de la primera parte del siglo, especialmente en el ámbito germánico, pero también en la ópera seria italiana. Aunque el movimiento se alarga en el tiempo hasta Brahms y en menor medida Bruckner, también tiene su reacción (aunque indudablemente es deudor de él) en figuras tan señeras como Wagner y Verdi que se estudian en sendos capítulos.  No se olvida el autor (supongo que debido al origen de la colección, que, intuyo, es estadounidense) de la música en los Estados Unidos de América y nos permite conocer un mundo musical que muchas veces a los europeos nos es ajeno (y que, seamos sinceros, va a remolque de lo que se crea en el Viejo Mundo).

Me van a permitir que me detenga un poco más (estas reseñas tienen un límite de espacio y muchas veces tienen que ser dolorosamente escuetas) en un capítulo para mí muy interesante: La búsqueda de una mayor importancia para la música en la cultura y en la sociedad. Crítica e interpretación. El autor hace un somero pero sesudo repaso a cómo diversos compositores utilizaron los medios de comunicación de la época (sobre todo periódicos y revistas musicales que tenían una amplia difusión en aquellos momentos) para exponer sus teorías musicales y para opinar sobre temas relacionados con la interpretación, la composición o la crítica. Destacan figuras como Berlioz o Schumann. También hay una intención pedagógica en los escritos de los hermanos Mendelssohn (Fanny y Félix) o de Clara Schumann-Wieck. Un volumen más de esta colección que nos contextualiza de una manera amena un siglo tan especial para la música clásica como el XIX.

Foto: Editorial Akal.