Oropesa ABAO 2021

Proceso de desintoxicación

Bilbao. 06/02/2021. Palacio Euskalduna. Concierto de ABAO-OLBE. Lisette Oropesa (soprano) y Rubén Fernández Agirre (piano). Obras de S. Mercadante, G. Donizetti, F. Schubert, F. Poulenc, G. Bizet, G. Rossini, V. Bellini, M. García, J. Massenet y G. Meyerbeer.

En Bilbao la temporada 20/21, en la práctica, ha desaparecido. De los cuatro títulos que teníamos que haber disfrutado hasta el día de hoy solo hemos podido degustar la mitad del primero, Il turco in Italia de Gioacchino Rossini. La ABAO ahora sueña con poder poner en pie Tosca, de Puccini, quinto y último de los títulos programados, en este caso para el próximo mayo. Pero el futuro es ahora incierto y aunque poco a poco parece que el optimismo y la esperanzavan entrando en nuestro cálculo de posibilidades, lo cierto es que en este momento parece muy complicado aventurar nada de aquí a tres meses vista.

En sustitución de los títulos desprogramados la ABAO ha ideado una serie de seis recitales agrupados bajo el nombre ABAO On Stage y el primero de todos ellos lo ha protagonizado la soprano estadounidense Lisette Oropesa, uno de los nombres más cotizados del mundo lírico actual. Al recital solo pudieron acudir cuatrocientas personas, pues tal es el límite impuesto por las autoridades autonómicas, sea cual sea la dimensión del recinto, lo que no deja de ser algo muy difícil de entender. Insisto en lo que ya escribí cuando se nos ofreció la mitad de la única ópera escenificada este curso: es frustrante ver un local de las dimensiones del Euskalduna con cuatrocientas personas diseminadas por platea y zonas adyacentes, siendo evidente la cantidad de espacio que queda inutilizado.

Digámoslo cuanto antes: el recital ha sido un éxito sin paliativos. Uno, que no es amigo de este formato, no recuerda en los últimos años una cantante con la calidad vocal de Oropesa en recital alguno. La voz es de bello color, uniformidad en todos los registros –aunque algo matizado en la zona más grave, lo que parece natural- un fraseo de calidad y una implicación con el texto digna de aplauso.

Además, técnicamente Oropesa nos ofreció detalles de alta calidad, de esos que están destinados para disfrutar casi en la intimidad. Por poner solo dos ejemplos, el trino final de la segunda pieza de Mercadante, La primavera, está alcance de pocas; y en la segunda parte, en la operística, toda la escena final de La sonnambula de Bellini fue un ejemplo de buen decir, de implicación con el personaje y de generosidad con el público pues la soprano incluyó el recitativo, muy sentido, el aria y la cabaletta final.

La primera parte estuvo centrada en el mundo de la canción, destacando la aparición de un compositor hoy prácticamente ignorado, el ya mencionado Saverio Mercadante y donde Oropesa, además de entrar en calor, nos enseñó sus principales características técnicas que he tratado de esbozar líneas más arriba. La segunda mitad, en cambio, estuvo dedicada a la ópera con cuatro páginas extensas, largas y exigentes. La chispa de Fiorilla en el aria de Il turco en Italia, la melancolía de Adina en La sonnambula belliniana, la tristeza de la Manon francesa y la exuberancia vocal de la reina Margarita de otro compositor cuya presencia se agradece, Giacomo Meyerbeer y Les huguenots

Lisette Oropesa fue acompañada de forma certera por el nombre y hombre de moda en estos quehaceres, el vizcaíno Rubén Fernández Agirre. Es un acompañante que tiene la virtud de estar y no estar al mismo tiempo, es decir, de ceder el protagonismo a la cantante pero, al mismo tiempo, de crear y conmover a través de su labor. Y no me refiero a las dos piezas que abordó en solitario –perturbadora la obra de Poulenc, Hommage a Edith Piaf,  que, curiosamente, provocó el primer bravo de la noche y explosiva la exposición de la obertura de L’isola disabitata, de Manuel García- sino a su trabajo íntegro. Digno de aplauso, como bien hizo el público del recinto bilbaíno.

Nada sustituye a lo perdido; un recital es lo que es y una ópera representada es otra cosa, otra dimensión. Sin embargo conviene apuntar que por lo menos cuatrocientas personas nos desintoxicamos durante hora y media escuchando a una soprano que es, sin duda, una estrella.

Oropesa ABAO 2021 b

Fotos: ABAO