Granada JONDE 21 c

El entusiasmo y el desaliento

Granada. 21/06/2021. Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Palacio de Carlos V. Sinfonías de Schumann y Brahms. Joven Orquesta Nacional de España. James Conlon, dirección musical. 

En el marco de una breve gira por España, con paradas en Ávila, Madrid, Granada y Sevilla, la Joven Orquesta Nacional de España recalaba en La Alhambra tras su paso por el ¡Sólo Música! del CNDM, bajo la batuta de James Conlon. En los atriles, las dos cuartas sinfonías de Robert Schumann y Johanes Brahms, en una inmersión total por el sinfonismo romántico.

Leyendo la crónica de mi compañero Juanjo Freijo, referente a este mismo programa en el Auditorio Nacional de Madrid, asumo que ni la acústica ni el ambiente fueron comparables en el Palacio de Carlos V de Granada. Y sin duda eso se dejó notar. Si bien el concierto fue de menos a más, con un Brahms mucho más entonado que el Schumann, lo cierto es que el concierto estuvo lejos de otras veladas con la JONDE, a la que recuerdo mucho más inspirada.

Debo decir que Conlon tampoco me convenció con su visión de estas partituras, con un Schumann masticado en exceso y por lo general falto de dinamismo. Pecó el norteamericano aquí de unos tiempos dilatados en demasía, sin alma, de fraseo un tanto alicaído. El Brahms, en cambio, tuvo el defecto contrario: más bien envarado, con instantes marcadamente alborotados y tumultuosos, en los que faltó orden y concierto.

Los jóvenes músicos de la JONDE son siempre intérpretes entusiastas y con una excelente preparación técnica. Y sin embargo esta vez creo que no tuvieron su día. Son jóvenes, son humanos, no pasa nada, están completando la formación y cada experiencia cuenta, hasta las menos buenas. La cuerda, sobre todo los violines, sonó a menudo deslabazada y falta de empaste, incluso con una afinación titubeante. Hubo entrega, intensidad, muchas ganas, pero algo no terminó de fluir.

En conjunto la impresión fue ciertamente desalentadora y algo frustrante, porque se percibía en los atriles muchas ganas de hacer música y darlo todo. Pero hubo titubeos, inexactitudes, no fue en suma una ejecución limpia ni firme. Me gustaría destacar en cualquier caso la labor de los dos concertins que la JONDE alternó en estas sinfonías, cuya labor -especialmente en el Schumann, con una expuesta intervención solista- brilló con luz propia.  

Granada JONDE 21 a