01 CONCIERTO JOSEP PONSMiguel Lorenzo LesArts

El sonido de la mitología

Valencia. 3/02/22. Palau de Les Arts. Cico Simfònics. Obras de Falla y Ravel. Núria Rial, soprano. Maite Beaumont, mezzosoprano. Damián del Castillo, barítono. Orquesta de la Comunitat Valenciana. Cor de la Generalitat Valenciana. Josep Pons, dirección musical.

La noche del pasado jueves tuvimos la oportunidad de presenciar otro de los grandes conciertos que conforman el ciclo Simfònics del Palau de Les arts. En este caso, Josep Pons lideraba a una orquesta y un coro que, rozando la excelencia, protagonizaron una interpretación de las dos primera suites de la obra de Ravel, Daphnis et Chloé; y Atlàntida  de Manuel de Falla digna de admirar. Desde el escenario de “la sala del mosaico” se propiciaban las brillantes y delicadas voces del Cor de la Generalitat Valenciana, que se entrelazaban con el sonido tan potente y cuidado que caracteriza a la Orquesta de la Comunidad Valenciana.

Tras un cambio en el programa, el evento dio comienzo con la obra de Ravel. No cabe duda que ambas agrupaciones valencianas consiguieron recrear el pretexto bajo el que se compuso Daphnis et Chloé. Con los primeros sonidos y acordes, coro y orquesta nos sumergían en el más bello de los paraísos mitológicos griegos que tan representados han sido a lo largo de la historia del arte. En estas dos primeras suites pudimos apreciar a una orquesta apasionada y refinada, intercalada con magníficas intervenciones solistas, sin decaer la tensión narrativa que trasciende a cada uno de los movimientos. En un segundo plano nos encontramos las breves intervenciones del coro, que con verdadero empaque acompañaron a la orquesta en los momentos más tenues y solemenes.

Tras el descanso escuchamos la cantata de Manuel de Falla, Atlàntida, revisada y concluida por Ernesto Halffter. Para esta ocasión, el Josep Pons contó con la participación de reconocidas voces de la lírica española como es el caso de Núria Rial, Maite Beaumont y Damián del Castillo. En el papel de Isabel, Núrial Rial brillaba sobre el acompañamiento de la orquesta y las intervenciones del coro con un canto sutil y expresivo, alejado de las florituras y fraseos que tanto definen su canto en el repertorio barroco. Destacó en el Aria de Isabel en la que su canto melancólico, sutil hacia brillar los versos de Jacint Verdaguer sobre los que está compuesta la obra (llama la atención que la sobretitulación se realizara, por cierto, en castellano y no en valenciano. Mal gusto o falta de respeto hacia las lenguas de nuestro país). Por otro lado, Maite Beaumont interpretó a una Pirene encendida, potente y luminosa.  A pesar de que, al igual que Rial, la mezzosoprano es una especialista del repertorio barroco, realizó una interpretación digna de admiración, con una dicción clara y precisa. En cuanto al personaje mitológico de Corifeo, la interpretación de Damián del Castillo fue a más, a medida que avanzaba la obra. El marcado vibrato con el que comenzó y que dificultaba el entendimiento del texto, fue desarrollándose hacia sus últimas intervenciones, caracterizándose por un canto suave y sin apenas ornamentos. En esta cantata reluce un coro protagonista al que poco de pude decir más que darles la enhorabuena por el excelente trabajo, tanto a sus integrantes como a su director, Francesc Perales.

En cuanto a Josep Pons, poco hay que decir que no se haya dicho ya de este gran director, pero si me permiten me gustaría remarcar su gesto preciso y claro sin ningún tipo de impostación. En la actualidad, las escuelas de dirección y las tradiciones interpretativas de cada director son tan dispares que cuesta encontrar directores afines a una técnica “objetiva”.

Foto: © Miguel Lorenzo