Helador
Valencia. 27/01/2023. Janacek: Jenufa. Corinne Winters (Jenůfa). Elena Zaremba (Stařenca Buryjovka). Brandon Jovanovich (Laca Klemeň). Norman Reinhardt (Steva Buryja). Petra Lang (Kostelnička Buryjovka). Sam Carl (Stárek). Scott Wilde (Rychtár). Amparo Navarro (Rychtárka). Laura Orueta (Karolka). Olga Syniakova (Pastuchyňa). Quiteria Muñoz (Barena). Larisa Stefan (Jano). Leticia Rodriguez (Tetka). Gustavo Gimeno, dirección musical. Katie Mitchell, dirección de escena.
Jenufa es una de las óperas más sobrecogedoras de todo el repertorio lírico. Su protagonista arrastra consigo una serie de tragedias que parecen no tener fin. Y al mismo tiempo, en última instancia, se trata de una edificante y admirable historia de amor, superación, perdón y redención, un canto a la misericordia, algo tan necesario en estos tiempos de odio y desprecio gratuitos.
La propuesta escénica de Katie Mitchell, procedente de Amsterdam donde el propio Jesus Iglesias la impulsó en su día, resulta irreprochable en su realización técnica y es desde luego atinada en su afán cinematográfico, pero a decir verdad no trae consigo una gran apuesta dramática. Resulta, de hecho, un tanto fría y distante, aunque por lo general hace justicia al libreto del propio Janacek. El final, tan abiertamente carnal, no cuadra mucho con el poético remate que el compositor pretende, con una resolución que debiera moverse más en el plano de lo emocional que en el plano de lo sexual. Una producción resolutiva, en cualquier caso.
Las voces femeninas reinaron en la representación. La estadounidense Corinne Winters es una intérprete consumada e inteligente. Si bien sus medios no son todo lo dramáticos que podría exigir la parte, sabe llevar la partitura a su terreno; tampoco es un animal escénico, pero posee un raro magnetismo, que redondea su interpretación. Su Jenufa sonó emotiva, intensa, frágil, vulnerable y a un tiempo poderosa.
El debut de Petra Lang como Kostelnicka se saldó con una impresión francamente positiva. La cantante siempre ha tenido una emisión problemática, con sonidos desiguales, pero su entrega compensó con creces cualquier irregularidad vocal. Aportó, en suma, la mayor dosis de ímpetu al desarrollo escénico de la velada. También resultó muy apreciable la labor de Elena Zaremba como Starenca, con un timbre hermoso y sonoro.
En cambio, los tenores rindieron a un nivel menos convincente. Norman Reinhardt ya había participado en esta producción en Ámsterdam cantando la parte de Steva y lo cierto es que sus medios en Valencia han sonado apagados y lejanos, con una proyección claramente insuficiente, sin el desahogo e intensidad que exigen varias de sus intervenciones. Mejor sonó el Laca de Brandon Jovanovich, a pesar de algún sonido estrecho en la franja aguda, pero los medios ciertamente son más sonoros y resueltos que los de su colega norteamericano.
En cualquier caso, lo mejor de la noche vino de parte del foso de Les Arts, comandado por un inspirado Gustavo Gimeno. El maestro valenciano exhibió una combinación infalible de sus virtudes analíticas y su vocación expresiva, encontrando el punto justo entre una lectura transparente y nítida de la obra y una recreación teatral y emotiva de la pieza. Gimeno logró una ejecución sobresaliente por parte de la orquesta, con un sonido afilado a veces, sumamente cálido en otras, siempre con tensión, teatralidad, lirismo e instantes de grandiosidad bien entendida.
Fotos: © Miguel Lorenzo y Mikel Ponce
