María Hinojosa Montenegro May Zircus

Musa y vincitrice

17/02/24. Grosse Musikeverein Saal. Obras de Boccherini, Nebra, Martín y Soler y Arriaga. Concentus Musicus Wien. Stefan Gottfried, dirección musical.

Histórico debut de la soprano María Hinojosa, original de Sabadell, en la sala grande del icónico Musikverein de Viena. Un triunfo personal, pues fue la protagonista e invitada principal de un recital a modo de carta blanca por parte del no menos reputado Concertus Musicus Wien. La formación, creada en 1953 y dirigida hasta su muerte por Nikolaus Harnoncourt en 2016, cuenta actualmente con dirección artística de Stefan Gottfried, junto al concertino Eric Höbarth y a Andrea Bischof, cabeza de cuerda de los segundos violines.

Hinojosa ha cumplido en Viena una doble gesta, pues ya debutó anteriormente en la sala de cámara de la Musikverein, con un concierto junto al presitigioso Quatour Mosaïques, de quien los citados Eric Höbarth y Andrea Bischof forman también parte. Si a esto se suma que Hinojosa Montenegro ya había debutado en 2017 en la temporada de conciertos de la Sociedad de la Música de Viena, con el Stabat Mater de Boccherini, se puede deducir de la gran conexión musical entre la de Sabadell y el conjunto historicista vienés que no en vano ha fructificado en este memorable debut en el Musikverein.

Por si fuera poco, Hinojosa presentó un programa con tres piezas vocales que fueron primicia en el Musikverein, pues nunca antes se había programado allí la obra vocal de José de Nebra, uno de los grandes compositores del todavía poco programado Barroco español. La historiografía del Musikverein también encuadra la importancia de este debut, pues desde Teresa Berganza en 1983 ningún cantante español había cantado un recital solista en la mítica sala protagonista del mediático concierto de Año Nuevo.

El programa comenzó con la refinada Sinfonía no. 29, en Re menor, opus 45, G. 522, de Luigi Boccherini. El compositor nació en Lucca en 1743, ciudad en la que nacería Puccini algo más de un siglo depués, en 1858. Boccherini paso parte de su juventud en la Viena de Haydn y Mozart y fue uno de los grandes compositores de la corte española, desde su llegada allí en 1768 y hasta su muerte en 1805.

Los Concentus, arropando la selección de arias de Hinojosa que conformaron la parte central del concierto, abrireron así el programa con el opus 45 de Boccherini. Sinfonía madura, de ricos y sinuosos contrastes, que interpretó de manera incisiva un Stefan Gottfried puro nervio desde el podio. El conjunto acentuó las dinámicas con aroma al imperante Sturm und drang alemán de la época, aportando una atractiva interpretación donde brilló el fraseo de las cuerdas, la precisión de los vientos maderas y los ecos dramáticos de unos metales que marcaron el magnífico momento musical del conjunto.

Hinojosa comenzó su programa con la difícil y exigente aria de Orestes, 'Llegar ninguno intente', de la zarzuela barroca Para obsequio a la deydad nunca es culto la crueldad y Ifigenia en Tracia de José de Nebra. Gottfried y los Concentus parecieron disfrutar hasta la última nota de un repertorio inédito en sus carreras. Reinó la riqueza de las secciones, la teatralidad del sonido y un contagioso colorido barroco que arropó a una María Hinojosa que lució musicalidad y estilo depurado.

Coloraturas enmarcadas en una articulación clara, precisión en cada nota, dominio del fiato e imaginación y fantasía en las variaciones del aria, aseguraron el éxito de esta primera aria donde solista y conjunto empastaron de manera ideal. Con el lamento '¡Ay de mí!', dee la única zarzuela compuesta por Boccherini, afloró la elegancia del fraseo y la prosodia musical de la soprano. Una auténtica maestra de la expresión y la gradación de afectos que meció en un fraseo perlado esta aria de la Clementina llena de hondura y mórbidos colores.

Por último, en una demostración de habilidad técnica, madurez expresiva y adecuación estilística, Hinojosa reinó con el aria di bravura 'Sento che Dea son io', una suerte de aria a lo Konigin del Nacht, donde Martín y Soler demostró porqué fue un serio rival de Mozart en la Viena que vio morir al genio de Salzburgo. El éxito de la solista catalana dio lugar a un pequeño bis con otra aria de Diana de la misma ópera de Martín y Soler: 'Teco porta, o mia speranza', donde de nuevo reinó la tersura de un canto con la expresión y los colores a flor de labios.

El precioso programa de marcado acento español finalizó con la interpretación de la Sinfonía en Re de Juan Crisóstomo de Arriaga. Los Concentus volvieron a demostrar la finura de sus secciones, la búsqueda incesante de un sonido vivo, donde el ritmo y la brillantez son marca de la casa, fraseo, intenciones y variedad de colores que hicieron justicia a una partitura magnífica. Una formación de criterio historicista que se mantiene a la altura de los mejores conjuntos actuales.

Ojalá se pueda disfrutar en España de este precioso programa, que ha supuesto un hito personal para Hinojosa Montenegro y que es un ejemplo de la gran calidad solista y estilística que ofrecen los cantantes españoles en la Europa musical actual.

Foto: © May Zircus