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De Navidad a Semana Santa

Sevilla, 24/03/24. Teatro de la Maestranza. Händel: El Mesías. Solistas: Deborah Cachet, Avery Amereau, Krystian Adam, Luigi De Donato. Grupo barroco Collegium 1704. Collegium Vocale 1704. Václav Luks, director.

Estamos acostumbrados a relacionar un concierto del oratorio de El Mesías de  Georg Friedrich Händel con la Navidad, siguiendo la tradición anglosajona. Pero el oratorio más conocido del compositor alemán (y su obra más famosa) no fue concebido para la Navidad sino más bien para la Semana Santa y la celebración de la muerte y resurrección de Cristo. Por eso tiene mucho sentido que se haya presentado en el Teatro de la Maestranza de Sevilla la mañana del Domingo de Ramos con un resultado artístico extraordinario.

Durante toda su trayectoria profesional, Händel no dejó nunca de crear oratorios, tanto en Italia primero como después en Inglaterra, país donde murió. Pero a partir de que decayera el interés por la ópera italianizante en el Londres de alrededor de 1740, el compositor se va a dedicar a estas composiciones de tema religioso. El libreto de El Mesías, seleccionado de las Escrituras, había sido preparado por Charles Jennens a finales de 1739. La concepción sumamente original de Jennens tiene un propósito didáctico, a saber, justificar la doctrina de que Jesucristo era verdaderamente el Mesías prometido por los profetas hebreos, pero el mensaje se transmite sutilmente al contar la historia de la misión de Jesús a través de los textos del Antiguo Testamento que se consideraban predictivos. La historia misma es, por tanto, el primer plano, pero no se narra directamente (excepto en la descripción de la Natividad) ni se dramatiza. En la parte final se contempla y celebra la promesa de redención obtenida a través de Cristo. Su estructura consta de tres partes y sigue el año litúrgico. La intención de Jennens era que Handel interpretara el oratorio en Londres durante la Semana de la Pasión, cuando los espectáculos estaban cerrados y la temporada era apropiada para el tema, pero Handel vio el valor que tendría estrenarla en su visita a Dublín, donde había sido invitado por Sir William Cavendish para unos conciertos con fines benéficos.

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Fue un auténtico lujo contar en esta interpretación de El Mesías con la orquesta barroca Collegium 1704 y el coro Collegium Vocale 1704, ambos radicados en la capital de la República Checa, Praga, auténticos especialistas en este repertorio y que demostraron ser un conjunto perfectamente empastado. La orquesta destacó por el virtuosismo de sus componentes, especialmente el trío de instrumentistas de los contínuos (clave, viola de gamba y tiorba) verdaderas almas siempre de un concierto barroco de estas características. También podemos señalar la concertino Helena Zemanová, la primera trompeta Hans-Martin Rux o el órgano de Pablo Kornfeld como grandes artistas que mostraron el espléndido manejo de sus respectivos instrumentos. El coro, cuya intervención fue de altísimo nivel, tuvo momentos memorables. Más allá del triunfo en el Hallelujah (interpretado como propina otra vez al final del concierto), fue impresionante escucharles en For unto us a Child is born, donde las cuatro cuerdas básicas (formadas por cinco cantantes cada una) bordaron ese canto lleno de bellas coloraturas que componen este bellísimo fragmento. 

Los cuatro solistas fueron cuatro grandes voces. Personalmente, aun siendo la voz de menos  proyección, destacaría a la contralto Avery Amereau, poseedora de un timbre de gran belleza, imponente en sus arias de las que destacaría la elegante O thou that tellest good tidings to Zion, aunque cualquiera de sus intervenciones fue de lo más destacado de la noche. Brillante se mostró también la soprano Deborah Cachet, una voz joven que ejecutó de manera  impecable arias como Rejoice greatly, O daughter of Zion, o I know that my Redeemer liveth. El tenor Krystian Adam, gran especialista en este repertorio fue, sin duda, el cantante más expresivo de la representación. Desde Comfort ye my people, que abre vocalmente el oratorio se mostró seguro y resolutivo en todas sus intervenciones. Tampoco el bajo Luigi De Donato se quedó atrás respecto a sus compañeros, y como buen conocedor del repertorio barroco, brindó momentos tan especiales como The trumpet shall sound, con ese maravilloso dúo con la trompeta.

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Dejo para el final el comentario sobre el gran artífice de esta magnífica representación, el director Václav Luks, fundador en 1991 de la orquesta barroca del Collegium 1704 y del conjunto vocal Collegium Vocale 1704. Gran conocedor de la obra, nos brindó una versión rica en matices, a un ritmo animado que resaltaba toda la belleza del trabajo de Händel pero que no restaba transparencia y, sobre todo, sentido a todo lo interpretado. El público sevillano, buen conocedor del repertorio barroco, agradeció con sonoros bravos y grandes aplausos, puesto en pie, una interpretación de esas que dejan un grato recuerdo en el aficionado a esta música tan maravillosa.

Fotos: © Lolo Vasco