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Israel camerístico

IsrBarcelona. 14/02/2016, 20:00 horas. Palau de la Música Catalana, ciclo Palau 100 Bach. Concierto 25º aniversario del Cor de Cambra. Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana. Vespres d’Arnadí. María Pujades, soprano. Toni Gubau, contratenor. Ariane Prüssner, contralto. Carles Prat, tenor. Germán de la Riva, barítono. Daniel Morales, barítono. Dani Espasa, clave y órgano positivo. Josep Vila i Casañas (director).

La apuesta de Händel por el oratorio para resarcirse del modelo operístico londinense tiene en Israel en Egipto (1739), uno de sus logros corales más emblemáticos. Obra modélica pues para ofrecer las virtudes del Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, en este concierto de cloenda por la celebración de su 25º aniversario. Acompañado por la siempre reconfortante y estilísticamente perfecta agrupación instrumental Vespres d’Arnadí, con su fundador y director Dani Espasa, aquí en el clave y el órgano positivo, la versión ofrecida de este magno oratorio comenzó más contemplativa que festiva. El director del Cor de Cambra desde el 2011, Josep Vila i Casañas, abordó una lectura intimista, casi demasiado camerística, teniendo en cuenta la brillantez compositiva handeliana. Comenzó con un ritmo tímido en el Exodus, que poco a poco cuajó en una lectura más redonda y mayestática con La canción de Moisés, las dos partes ofrecidas aquí, de las tres que escribió originalmente Händel. Si bien el enfoque de Vila siempre fue atento, delicado y dejando respirar y brillar las voces solistas y el coro, una sensación de laxitud se apoderó de la primera parte. Mención al savoir faire del contratenor Toni Gubau, el bello sonido de los graves de la contralto Ariane Prüssner y el timbre diáfano del tenor Carles Prat en sus cometidos solistas. A destacar también las prestaciones orquestales en el dibujo acústico de las plagas egipcias, fantásticas cuerdas en el número del doble coro He spake the word, o con la hipnótica sinestesia sonora creada con el número coral He sent a Thick, donde Vila se recreó con un sonido denso y aletargado de gran efecto para acabar con el coro final And Believed the Lord de manera recogida y serena.

En la segunda parte la lectura retomó impulso desde el número inicial solista con Dani Espasa. El músico supo sobresalir en su solo del Larguetto (IV) y posterior (I) del concierto de órgano en Fa HWV 295 Cuckoo and the Nighthingale, concierto que precisamente estrenó Händel durante la primera interpretación de Israel en Egipto. El número inicial del doble coro Moses and the children dejó entrever con claridad todas las secciones vocales con transpariencia y color, una de las señas de la identidad del Cor de Cambra del Palau de la Música, la riqueza y homogeneidad de sus cuerdas y el equilibro de un sonido siempre brillante y pulido. Con justicia hay que reseñar la feliz intervención solista de los barítonos Germán de la Riva y Daniel Morales, en su expansivo duo The Lord is a man of war, donde las dos voces y la orquesta se conjugaron para ofrecer uno de los mejores momentos del oratorio. Lástima del corte del otro duo anterior The Lord is my Strenght (soprano, mezzo) que nos privó la lectura escogida en este concierto de celebración. Con un nuevo impulso y un sonido más homogeneo y acorde al carácter esplendoroso del oratorio, coro y orquesta ofrecieron desde las indicaciones de Vila una lectura más enérgica y caudalosa para llegar al hermoso numero de solista soprano y doble coro final. Con Sing ye to the Lord, en la voz de una segura y timbrada María Pujades, coro y orquesta cerraron con excelencia final el concierto para regocijo del público asistente. 

Aplausos, ramo de flores para el que fue director del Cor de Cambra durante 21 años, un Jordi Casas Bayer presente y visiblemente emocionado, para ofrecer en respuesta a los generosos aplausos como bis de nuevo el majestuoso número final. ¡Felicidades Cor de Cambra del Palau y a por otros veinticinco años más!