Anna Urpina violin Novak 

Anna Urpina, violinista: “Debería haber menos barreras entre el público y los músicos”

La violinista Anna Urpina presentó recientemente un interesante y original proyecto discográfico en el que compagina su desempeño con el violín barroco con el empleo de un violín moderno, ahondando en repertorios tan dispares como Arvo Pärt o Georg Philipp Telemann. En ocasión de este nuevo CD, editado por el sello IBS Classical, conversamos con la intéprete catalana, para conocer más de cerca su trayectoria y sus próximos proyectos.

El disco ha sido ya reconocido con el Golden Prize en los World Classical Music Awards en Reino Unido, recibió también los premios a Mejor Instrumentista y Artista Emergente 2022 en los Global Music Awards de California y es finalista a mejor disco de música clásica en los Premios Enderrock. El próximo 7 de marzo el CD se presentará al público en Madrid, en la sede de la SGAE (19 horas). El disco llegará también a algunas importantes capitales europeas en mayo: el día 4 en Milán, en la sala MAMU; y el día 9 en Utrecht, en la Fundación Van Renswoude. 

¿De dónde surge la idea de este disco? Entiendo que recoge de algún modo varios años de trayectoria.

Sí, es un proyecto que se ha cocinado a fuego lento durante varios años y que surge básicamente de la necesidad de relacionar lo antiguo con lo actual, en este caso, con el período Barroco como origen de muchas cosas que se dan en la música actual. En el transcurso de una gira de conciertos junto a Dani Espasa, en la que él me acompañaba cambiando del clave al piano, dimos forma a un programa que tuvo muy buena acogida entre el público. Después de los conciertos la gente se acercaba con curiosidad para preguntar sobre las diferencias entre el violín barroco y el violín moderno, entre otras cosas.

Sin duda lo más atractivo del CD es esta idea, la de poder escuchar la música barroca junto a creaciones de autores del siglo XX y XXI, tendiendo un arco entre lo antiguo y lo nuevo, repertorios que conviven mucho mejor de lo que pudiera pensarse de antemano. Lo cierto es que casi todas las grabaciones tienden a ser monográficas: o todo barroco o todo contemporáneo.

Sí, yo quería precisamente salir de esta tendencia y trazar además un arco entre el origen y el final en la historia de la música, o al menos hasta la actualidad. En el Seicento ya se experimentaba mucho con estilos, armonías… se puede ver por ejemplo en la sonata de Castello que incluimos en el disco. Y eso mismo es lo que se escucha, de otra manera, en la obra de Webern, las Cuatro piezas para violín y piano op. 7. Para mí la música barroca representa el germen de todo lo que mucho tiempo después, en el siglo XX, va a ser desarrollado como vanguardia y novedad.

En su caso, además, para los oyentes, lo sorprendente es constatar que una misma violinista se enfrenta con idéntica soltura a repertorios tan distintos como Arvo Pärt y Georg Philipp Telemann, empleando además instrumentos diversos para cada caso.

Si, no es nada fácil pasar de la música barroca, con ornamentos, con otra afinación, con cuerdas de tripa, con arco barroco, con otro lenguaje… y de ahí después a la música actual y del siglo XX, con la afinación a 442, arco moderno, técnicas actuales, etc.

Pero es un reto interesante y también lo fue para la grabación, es algo que comentamos con Paco Moya de IBS, ya que hay piezas a 415 y piezas a 442, con un cambio de medio tono, y esto quizá podía resultar extraño para el oyente. Pero no, lo cierto es que funciona, hay una transición bastante natural entre unas y otras.

Con este disco también quería proponer un nuevo formato, salir un poco de la norma no escrita de que un disco debe girar en torno a un determinado periodo histórico. Creo que debería haber menos barreras entre el público y los músicos y buscar nuevas formas de acercamiento y transmisión de la música hacia el oyente.

Anna Urpina cover

¿Cómo fue la elección del repertorio? ¿Por qué estas obras y estos autores en concreto?

Yo quería interpretar piezas que hubiera rodado anteriormente en concierto, pero que al mismo tiempo fueran representativas de la variedad de estilos y escuelas. Castello es del primer Barroco mientras que Corelli es posterior. También quería aportar la parte de la escuela alemana, con Telemann, cuyas fantasías creo que han sido poco valoradas, a pesar de tener una poesía muy especial. Biber, compositor austríaco, fue también un violinista muy virtuoso en su época y aporta al disco también una idea de la elaboración del lenguaje del violín en esa época.

Respecto a los autores contemporáneos y actuales, tuve muy claros a José Luis Turina y Josep Maria Guix, quien trabaja mucho con las sonoridades y resonancias, con el pedal del piano, etc., y esto crea un entorno muy meditativo en su música. Contacté con Josep María Guix para ver si quería componer una obra para mí, para grabarla en este CD, y creo que el resultado es precioso, con Esbós sobre una glossa antiga, que está directamente inspirado en La follia de Corelli, creando una conexión directa entre la música de ahora y la de antes.

En el caso de José Luis Turina, él siempre ha sido una figura muy importante en mi carrera, me ha ayudado con muchas cosas y lo considero un referente. Por eso quería hacerle un pequeño homenaje incluyendo una obra suya en el disco. Encontré en su repertorio una pieza que no se había grabado nunca antes, Movimiento, que fue su primera obra de catálogo, lo que permite ver además la evolución de su trabajo como compositor.

Más allá del disco, querría conocer un poco mejor su trayectoria como solista. Creo que pasó un tiempo importante trabajando con Enrico Onofri y ahora está vinculada a Les Musiciens du Prince en Monte-Carlo.

Sí, cuando empecé con el violín barroco y la música antigua me fui a formar en Italia con Enrico Onofri, que es un músico increíble y muy completo. Y ahora, en efecto, soy miembro de esta orquesta con instrumentos originales impulsada por Cecilia Bartoli en Mónaco, Les Musiciens du Prince, que es un auténtico lujo para quienes formamos parte de ella. Hicimos Alcina hace poco con Bartoli y Jaroussky en la ópera de Montecarlo y estaremos también después con ella en los festivales de Pascua y verano de Salzburgo.

¿Querría comentarnos algún otro proyecto que tenga en agenda?

Sí, hemos formado un nuevo ensemble junto a Jordi Domenech como clavecinista, se llama Polifem Consort. Hicimos un primer concierto de presentación con arias de Farinelli a cargo de la soprano Aurora Peña y el verano lo haremos en el FEMAP. Esperamos que el Ensemble tenga un largo recorrido por delante.

Fotos: © Michal Novak