José Sogorb 

José Sogorb, trompa: "Con este disco hemos querido preguntarnos a quién pertenecen las melodías"

Me gustaría comenzar hablando de su reciente álbum, Mélodies volées (Melodías robadas) un disco en el que plantea un cierto juego en torno a las melodías, si no me equivoco. ¿Cómo surgió la idea de la grabación y qué repertorio incluye? 

Este álbum es el resultado de mi colaboración con la pianista irlandesa Éadaoin Copeland. Durante un par de años hemos estado realizando recitales con repertorio original para trompa y piano. Siempre solíamos incluir adaptaciones de piezas escritas para otros instrumentos, aunque al comienzo solo eran fuera de programa. Poco a poco fuimos trabajando más los arreglos y estas obras comenzaron a tomar más significado en nuestros conciertos. 

Las piezas que comenzamos a arreglar con la intención de grabar un álbum eran obras de compositores que me han influido en algún momento a lo largo de mi vida como músico. Hay obras de Brahms, Pärt, Falla, Bach, Schubert, Björk… incluso dos estándares de jazz y un capricho para violín de Paganini. En mi opinión, estas piezas han cobrado tal solidez, después de los correspondientes arreglos, que parecen ser obras escritas especialmente para la trompa. 

En este trabajo se lanza una pregunta al aire, y es: ¿a quién pertenece la melodía? Sin tener en cuenta aquí los derechos de autor, que es un concepto moderno, el verdadero dueño de la melodía podría ser aquel en quien esta reside, en cuya mente y cuerpo está inscrita. Y es que las buenas melodías tienen la cualidad de abrirse camino en nuestro interior. 

Respecto a su trayectoria profesional, ahora mismo ejerce como trompa en una de las orquestas más renombradas a nivel internacional, la del Concertgebouw de Ámsterdam. ¿Cómo es el día a día en una orquesta de ese nivel? Recientemente han escogido a Klaus Mäkelá como su próximo director titular, ¿cómo es el trabajo con él, uno de los jóvenes talentos más prometedores entre las batutas de hoy en día?

Es una orquesta con una gran tradición y que posee una sonoridad única. Es apasionante también poder trabajar el repertorio sinfónico a un nivel tan alto, con los mejores directores y en una sala tan emblemática. El estudio diario y la preparación para los ensayos y conciertos también es muy exigente. El hecho de que la orquesta venga muy bien preparada al primer ensayo nos permite comenzar a trabajar la música desde un nivel ya muy elevado.

Klaus Mäkelä comenzará como director titular oficialmente en la temporada 2027/2028, aunque cabe destacar que esta temporada ya está con nosotros unas cinco semanas e irá incrementando el número cada temporada, con giras internacionales incluidas. Creo que es una persona cercana, amable, humilde, apasionada y respetuosa. Para su corta edad, posee una madurez y sabiduría digna de los grandes maestros. Durante los ensayos trabaja muy eficientemente y en los conciertos sabe dar, con mucha confianza, ese extra contagioso que hace que la orquesta lo de todo en el podio y suene de forma muy especial. Tenemos muchas ganas de que esta colaboración dure mucho tiempo, y tengo curiosidad por ver de qué manera crece él y nos hace crecer a nosotros como orquesta. 

Antes de acceder a este puesto en Ámsterdam, en 2016, había pasado por otras importantes formaciones. ¿Podría recapitular brevemente su trayectoria hasta la fecha? Creo que también pasó por la Sinfónica de Galicia.

Durante mis estudios de Master en el Real Conservatorio de La Haya gané la plaza de trompa grave en Het Gelders Orkest, donde permanecí ocho años. Después conseguí la plaza de trompa principal en la Orquesta Sinfónica de Galicia, donde pasé solamente un año y medio, hasta que viene a la Orquesta del Concertgebouw en Ámsterdam, hace ya 7 años.

Cada paso que he dado se ha visto afianzado por mi experiencia anterior. Tanto en Arnhem como en La Coruña, y actualmente en Ámsterdam, me he sentido muy querido y estoy muy agradecido por la confianza que depositaron en mi, lo cual siempre hace el trabajo mucho más fácil y agradable. 

Antes de mudarme a los Países Bajos para realizar mis estudios tuve la ocasión de tocar en algunas orquestas profesionales españolas, como son la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria o la Orquesta de Extremadura. Y desde que resido aquí, y supongo que gracias a mi trabajo en Ámsterdam, he tenido la oportunidad de tocar con varias orquestas europeas, como la Mozarteumorchester de Salzburgo, Mahler Chamber Orchestra, London Symphony Orchestra o Berliner Philharmoniker. 

También suelo viajar a España como invitado a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y, por supuesto, a mi antigua Sinfónica en Galicia. En España tengo muy buenos amigos y es un honor que estas orquestas me sigan invitando. 

La docencia ha sido algo que me ha llegado más recientemente. Hace cuatro años que compagino mi trabajo en la orquesta con la de profesor de trompa en el Conservatorio de Ámsterdam y es muy interesante ver lo que aprendo continuamente de mis alumnos y cuánta satisfacción me aporta ver sus progresos.

Su instrumento, la trompa, es a buen seguro uno de los más expuestos, complejos y quizá injustamente valorados de toda la plantilla orquestal. En numerosas ocasiones un mínimo desliz en una nota hace que todas las miradas y las crónicas se concentren en la sección de trompas. ¿Hasta qué punto es un instrumento más complejo de lo que parece a primera vista? Algunos de los solos más hermosos del repertorio sinfónico, en realidad, están escritos para trompa.

Tenemos mucha suerte de atesorar tantísimos fragmentos memorables en el repertorio de la trompa de compositores como Mahler, Bruckner o Strauss. Además, este último nos escribió dos magnificos conciertos y Mozart nos escribió al menos cuatro. Estos y otros compositores han ayudado a que la trompa se desarrolle técnicamente hasta un nivel altísimo.

La trompa tiene un registro muy amplio y muy aprovechado por los compositores y hoy en día hay obras escritas de una dificultad extrema. No obstante, para mi los momentos más exigentes no son los que nos muestran una gran dificultad a simple vista sino aquellos que requieren de sangre fría para ejecutarlos. Me refiero a los momentos más delicados de nuestra literatura, como puede ser el comienzo de la Cuarta sinfonía de Bruckner para la primera trompa, los ecos de la tercera trompa del primer Nachtmusik de la Séptima sinfonía de Mahler o el comienzo de la obertura Helios de Nielsen. 

Aunque es inevitable no percibir los obstáculos técnicos que se nos presentan, lo más importante es intentar ver todas las posibilidades, que son muchísimas más que los inconvenientes. La película Matrix muestra bastante bien lo que quiero decir. Una cosa es la realidad y otra cosa es el matrix, que es lo que pensamos acerca de la realidad. 

Este año inauguró la temporada 2023/24 de la Orquesta de Extremadura interpretando como solista el Concierto para trompa n.º 3 de Mozart, ¿cómo fue la experiencia?

Fue un auténtico lujo para mi. Debo admitir que durante los primeros ensayos estaba algo más nervioso de lo que me hubiese gustado, pero la orquesta me lo puso todo mucho más fácil y llegué a los conciertos justo como había pensado que estaría. 

Tocar de solista delante de una orquesta profesional no es algo que se me brinde a menudo. Siempre me tomo muy en serio la preparación mental para recitales y conciertos y le doy un poco menos importancia a la preparación técnica.

Fue muy emocionante y tuve la brillante oportunidad de interpretar Mozart con el maestro Andrés Salado y la OEX de la forma que yo quería. Repetiría encantado.

¿Qué citas destacaría en su agenda por venir, como solista?

Ahora mismo ando con la presentación del disco, la cual finaliza con un concierto festivo el próximo 9 de diciembre en Ámsterdam con los músicos invitados que participan en el álbum. Han sido tres recitales en Irlanda y Países Bajos y algunas actuaciones en la radio holandesa, además de una gira de dos semanas en Japón y Corea del Sur con mi orquesta que ha servido de pausa forzada de la campaña de promoción. 

Un recital o concierto como solista me lleva bastante tiempo de preparar, y eso es tiempo que no dedico a otras cosas. Me gusta tener dos o tres ocasiones con este tipo de exposición por temporada, las cuales asumo como retos personales. 

Mi pareja es actriz e intentamos que nuestras agendas no se superpongan. Ella comienza ahora una gira teatral que le llevará hasta mediados de Abril y tengo que estar en casa con los niños, así que solo estaré fuera de casa unos días con la JONDE preparando las trompas y las trompetas durante su encuentro el próximo mes de enero y una semana de gira con la orquesta en Mayo. 

La música de cámara también me encanta, y hacia el final de esta temporada tengo algunos conciertos con amigos y compañeros de la orquesta que me hace mucha ilusión hacer.

Foto: © Jose Eadaoin